jueves, 13 de noviembre de 2008

EL DESENGAÑO DE LA IZQUIERDA.


EL DESENGAÑO DE LA IZQUIERDA.

No hablaré de la izquierda, en general, sino de la izquierda española. Pero no de toda. Excluiré a UPyD y Ciutadans/Ciudadanos de este análisis. Queda pues el partido en el gobierno, el PSOE. También Izquierda Unida, que es, en buena parte el Partido Comunista, y no tiene mucho presente. Probablemente, poco futuro.


La izquierda española dirigente afronta aspectos centrales de la vida social de manera perniciosa para el conjunto de los ciudadanos. O sea, para el futuro de la sociedad española. Comentaré, brevemente, los aspectos económico, el educativo, y en el mismo apartado, el político-territorial, y el de su vinculación a los nacionalismos. Todos ellos están sazonados por un explícito, o implícito, ‘buenismo’, magma ideológico que ha conseguido articularse, entre otras vías, por el cauce de una asignatura, Educación para la Ciudadanía.


Trato aparte merece la nefasta política antiterrorista, que no abordaré aquí. Tan nefasta que ha incluido una negociación política con los terroristas, por primera vez en la democracia española. Aunque lo niegan, por supuesto. En cuanto a las víctimas del terrorismo, ya conocemos el trato que les han dado. El maltrato, habría que decir.


La izquierda dominante, aunque siempre hay excepciones, es claramente antiliberal. Lo hemos podido comprobar, una vez más, con motivo de la grave crisis económica que fue ocultada, reiteradamente, por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Han sido repetidas las intervenciones de altos cargos socialistas, como la Vice-Presidenta De la Vega o José Blanco, atacando, superficialmente y con tópicos, a la economía de mercado.


Han dicho que la ‘mano invisible’ (en referencia, se supone a A. Smith) nos había llevado al caos, pero la mano visible del Estado nos devolvería al buen camino. También han hablado de ‘capitalismo salvaje’ y de ‘capitalismo sin reglas’. Esta sarta de majaderías (las reglas son consustanciales al capitalismo) no se dicen porque sí. La izquierda dominante controla, en su gran mayoría, los medios de comunicación. La mayoría de periodistas son ‘progres’. Por tanto, la mayoría de ciudadanos escucha, habitualmente, ese tipo de declaraciones. No todo el mundo tiene tiempo, ganas y conocimientos para saber que son una sarta de despropósitos.


A finales de Octubre, el Presidente se reunió con los editores españoles y les sugirió que no exagerasen la crisis económica. Reunión secreta. ¿Por qué? ¿Podemos pensar, como malvados que somos, que los que no hagan caso a la sugerencia de Rodríguez Zapatero podrán tener dificultades con las subvenciones? Por cierto, no hay necesidad de exagerar los problemas económicos. La realidad es suficientemente preocupante.


¿Cuál es el objetivo de las declaraciones económicas antes mencionadas? Hacer creer a la opinión pública que la crisis, ¡al fin reconocida! es responsabilidad de Bush, el perverso americano. Pero no es el exclusivo culpable. Su maldad se inscribe en el liberalismo sin escrúpulos y el capitalismo salvaje. Ya saben, la codicia malsana de los ricos. El mensaje es que el gobierno socialista se ocupará de los débiles y de los desheredados. ¡A pesar de que han utilizado los ahorros de los ciudadanos para tapar los agujeros y satisfacer las deudas y descubiertos de los propios bancos y cajas. ¿Se inyectará liquidez, preferentemente, a las entidades controladas por los amigos políticos? ¿Puede sorprender que se haga con poca transparencia? Y, encima, se nos dice que esto es bueno. ¡Paga y calla!


Pero este odio contra el liberalismo no es de ahora. El ya fallecido Vázquez Montalbán, escribió que el liberalismo es la sociedad del despilfarro y del simulacro, activada por la depredación de los recursos naturales y la venta del aparato económico del país a las multinacionales. El escritor Saramago también va por la misma senda. ¡Y no son los únicos! Ramonet, Galeano y un largo etcétera de intelectuales y artistas comprometidos denuncian la maldad del capitalismo. ¡Qué horror! ¿Cómo podemos vivir entre tanta basura? ¡Revolución, ya!


Nuestro querido Presidente ha dicho, de forma repetida, que el liberalismo nos da un vergonzoso espectáculo de desigualdad, de cultura de la ganancia individual, que socava la cultura de lo público. No está mal. O sea, amantes de la tribu. Allí no hay ganancia individual y todo es público. Hasta la ropa interior. Pero ¿lo dirá en serio?


Los dislates van in crescendo con el ilustre camarada Gaspar Llamazares. Equipara los fundamentalistas islámicos a los liberales (a los que llama ‘talibanes’) porque al ser fundamentalistas del mercado, han contribuido a crear desorden, inseguridad y riesgo. Terminemos con estas profundas reflexiones de la izquierda solidaria, escuchando al Presidente: ‘El modelo del PP de menos Estado y más sociedad ha fracasado’. ¡Encima! Tenemos un Estado que mete las narices en todo (en el ámbito local, autonómico y central) y resulta que nos quieren hacer creer que la culpa de nuestros males es del neoliberalismo, que es aún más cruel y despiadado que el liberalismo. ¿Para qué dicen estas falsedades? Para intervenir más, para mandar más, para manejar más dinero, para succionar más al contribuyente. Y aumentar su poder discrecional. Por nuestro bien, naturalmente.


Educación.

El informe PISA, que la OCDE elabora a partir de exámenes realizados a alumnos de quince años de numerosos países (más de 60 en la última edición), es una referencia básica sobre la calidad de la enseñanza. Los resultados de PISA/2003 ya situaban a España en la cola de la OCDE en lectura, matemáticas y ciencia.


El informe PISA 2006 dice que seguimos por debajo de la media de los países de la OCDE. Cataluña y el País Vasco, que siempre obtenían buenas posiciones en comparación con el resto de España, bajan a los puestos último y penúltimo en comprensión lectora.


El desastre educativo que padecemos está fuertemente relacionado con la pérdida de una serie de valores que son fundamentales para el buen funcionamiento de la enseñanza. Por ejemplo, pérdida de autoridad del maestro, que se manifiesta en la falta de respeto de muchos alumnos, y que incluye insultos e incluso agresiones físicas. En el mejor de los casos hay un insuficiente respaldo a los profesores por parte de la mayoría de las direcciones de los centros educativos. Lamentablemente, un alto porcentaje de padres da la razón, por norma, a sus hijos frente a los profesores. En ocasiones, les desautoriza delante de ellos. También hay agresiones verbales e incluso, aunque en menor medida, agresiones físicas.


No debe sorprender que haya, aproximadamente, un 15% de profesores que están de baja por depresión y muchos otros que trabajan en condiciones psíquicas inadecuadas, por la grosería y el menosprecio de una parte del alumnado. En estas condiciones, 'enseñar' es una farsa. Trágica, pero farsa.


Otra razón, vinculada a la anterior, es la sobreprotección de buena parte de los padres hacia sus hijos. Esta nefasta actitud, facilita su niñez perpetua, su conversión en pequeños dictadores y la creciente dificultad para aceptar la disciplina, el trabajo y el esfuerzo. No por casualidad ha aumentado, espectacularmente, el número de hijos que insultan y pegan a sus padres. A pesar de que estas situaciones suelen esconderse.


Finalmente, la noción de ‘mérito' ha sido, en el mejor de los casos, minusvalorada. La cegata visión progresista (falsamente progresista, en realidad) afirma o sugiere que 'todos somos iguales'. Pero esto no es cierto. Solamente en las sociedades democráticas somos iguales, ante la ley. Pero, por ejemplo, no somos iguales en saber. El falso igualitarismo perjudica el esfuerzo y el mérito. Empuja a los mejores alumnos a disimular su mayor capacidad para no sufrir las risas o el sarcasmo de los peores alumnos. Hay profesores progres que están de acuerdo con este perjudicial y estúpido igualitarismo. Imagino que también habrá padres a favor. Desgraciadamente, estas bobadas son como los virus. Se extienden a gran velocidad.


El Presidente Rodríguez Zapatero dice que este desastre educativo es culpa de los padres. Sin embargo, los profesores, en general, culpan del fracaso educativo a la herencia de la LOGSE y, también, critican a buena parte de los padres. Pero les critican por ser excesivamente permisivos con sus hijos.


Dice el académico Francisco Rodriguez Adrados: 'Suspender a un alumno es hoy un acto heroico por parte del profesor. Cuando esto ocurre vienen los padres, gritan ...'

Según Andreas Schleicher (responsable del informe PÎSA y jefe de la División de Indicadores y Análisis de la Dirección de Educación de la OCDE), dar más autonomía a los colegios y autoridad a los profesores es clave para mejorar las calificaciones. Pero nuestro Presidente ignora las críticas y dice que no reformará la Educación porque ‘está mejor que nunca’.

El 3% de los docentes agredidos físicamente reconoce recibir golpes todos los días. El 13% de los profesores asegura haber sido atacado y el 65% insultado en alguna ocasión. En el 15% de los casos los propios padres son los autores materiales del incidente ....


Como en investigaciones anteriores, se comprueba que el terreno más pantanoso se presenta en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), en el que la violencia de baja intensidad es un arma de destrucción masiva que lamina a los docentes; las víctimas reclaman más autoridad (82% de los casos) y, además, esta relación tan conflictiva tiene secuelas psicológicas. ....


Esta conflictividad de baja intensidad (falta de respeto, agresiones verbales) está destruyendo la convivencia en los centros, según señalaba Eliseo Moreno, Presidente nacional de enseñanza de CSI-CSIF. A su juicio, estamos ante el 'mayor problema' de la educación en España .....

Además, perjudica nuestra capacidad para mejorar la innovación y la competitividad, que nos permitiría hacer frente a la crisis económica en mejores condiciones.


En resumen, los valores de autoridad, voluntad, trabajo, disciplina y mérito, han sido devaluados o ignorados por la ideología izquierdista. A la derecha española se le oyen algunas críticas, pero poco más. Tiene su parte de responsabilidad.


Debilitamiento del Estado y deslealtad nacionalista.


’Es preciso volver a retomar el espíritu y la letra del Estado autonómico para afirmar que éste no significa la inexistencia de un Estado nacional, como ha señalado muy atinadamente el profesor Solozábal y, asimismo, hay que ir a la recomposición de la idea de España como Nación. De lo contrario, la descomposición será progresiva...’ Lo escribió C. Alonso de los Ríos en 1994. Y así estamos, porque la izquierda carece de un concepto de Nación, salvo por motivos de propaganda. Recordemos, como dijo Rodríguez Zapatero, que la Nación es ‘un concepto discutido y discutible’. El de Nación española, por supuesto.


¿Y la derecha? En general, acomplejada. ¡Cuidado! Que no digan que somos franquistas. No digáis ‘España’, o decirlo bajito. ¡Esa bandera, más pequeña! Y así. Lastimoso proceder de graves y perniciosos efectos. Con el añadido de que vivimos bajo una injusta y absurda ley electoral. Por si no bastara, sus beneficiarios, los nacionalistas, han hecho gala de una sistemática y desvergonzada deslealtad constitucional. Aderezada con toda suerte de mentiras, que la cohorte de mediáticos subvencionados ha repetido hasta la saciedad. Su fin, negar la evidencia, construir su país y deconstruir España. Con nuestro dinero. ¡Hay que ser tontos!

Escuchemos las palabras de un experto: ‘Permitir que en cada comunidad autónoma se proceda a las modificaciones de su texto estatutario que sus respectivos órganos de gobierno consideren pertinentes, sin existir un acuerdo previo de conjunto acerca de cuestiones fundamentales como las competencias, la financiación, las relaciones institucionales, etc, es algo peor que una imprudencia: es un desatino que, por carecer de parentesco alguno con el modelo federal, lo aproxima peligrosamente al confederal’.


Si, en el año 2006, Sosa Wagner calificaba a estas maniobras como ‘un desatino’ ¿qué podemos pensar de lo que ha sucedido hasta hoy? Por supuesto, se sigue negando la evidencia. ¡Faltaría más! En este proceso confederal, la izquierda en el poder huye hacia adelante porque quiere seguir gobernando, al precio que sea. Además, no quiere oposición. Se considera la única opción legítima y legitimada. El Pacto de Tinell y su propósito de denigrar al principal partido de la oposición, tienen este objetivo. Hacer creer a los ciudadanos que la derecha española es franquista; que no ha pagado por los crímenes de la guerra civil; que la derecha no es democrática y no merece gobernar ....


Pero ¿no tiene la izquierda valores que defender, aparte de insultar a la derecha? Recordemos lo que dicen dos destacados pensadores del socialismo español.

Uno es Victorino Mayoral (PSOE):


''La materia (Educación para la Ciudadanía) debe contrarrestar los valores del neoliberalismo conservador''

El otro, Gregorio Peces Barba (PSOE).


'Nadie puede estar en contra de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, más que los que sean enemigos de la democracia''.


Los dos progres citados muestran, por igual, aunque con diferentes matices, una mentalidad totalitaria. Por una parte, su conocido antiliberalismo y sus ansias de intervencionismo. Por otra parte, el Gulag para el disidente. No es casual que Don Gregorio califique a los discrepantes de enemigos de la democracia. Es lo que ha hecho el PSOE con el Partido Popular. Intenta expulsar de las instituciones democráticas a la derecha española. Ayudados por los artistas comprometidos, que proponen un ‘cordón sanitario’. Así entiende la izquierda el juego democrático.


En resumen, prepotencia antidemocrática y rechazo a la libertad . La de los demás, por supuesto. Lo que nos dicen, o nos vienen a decir, estos prohombres de la progresía, es lo siguiente: ‘El que no comparta mi perspectiva política, es antidemócrata’. O sea, un facha. Todas estas descalificaciones y amenazas, visibles unas, veladas las otras, recuerdan las palabras de Alain Finkielkraut: ‘La izquierda ya no tiene ideas. Sólo enemigos’.


Sebastián Urbina.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Resex ha dit...

Es curioso: cuando murió Franco, la derecha española tuvo 20 años de vergüenza de ser considerada de derechas.

Y ahora la izquierda tiene que justificarse de ser de izquierdas, se van quitan la eme de marxista, la o de obrero, la e de España...

les da vergüenza ser de izquierdas, lo cual es muy comprensible.
Saludos

Anónimo dijo...

Menos mal que excluyes a UyP, y a Ciutadans...
¿quien ha dicho que sean de izquierdas?....Es la derecha del mañana...la que va a arañarle votos al PP, por la derecha..y quizás a pactar con ellos...siempre que 11 millones de borregos no lo impiden....
JO !!!! qué negro lo pones todo, eh?
Si es que vivíamos de coña con Franco!!! y no nos enterábamos...

Anónimo dijo...

Ser de izquierdas del PSOE ni se sabe lo que es.
Y de Izquierda Unida es una vergüenza

Queda UP yD que es una especie de socialdemocracia, no?
Bueno, peus votaremos a estos. O a ninguna.