lunes, 3 de enero de 2011

SOCIALISMO.





La decadencia de España

07:37 (03-01-2011) (La Gaceta)

La seriedad de un país es lo que más se valora y la nuestra se ha hundido con Zapatero.

Rafael L. Bardají

La crisis que a todos nos obsesiona es, sin duda, la económica, porque es la que más nos afecta directamente. Pero la crisis que atraviesa España es mucho más que una crisis económica. Por un lado es una crisis del papel y el lugar de España en Europa y en el mundo. La mala situación económica sin duda nos vuelve más débiles en lo externo, pero en política internacional la seriedad de un país es lo que más se valora y es nuestra seriedad nacional lo que más se ha deteriorado bajo Zapatero. Y por múltiples razones.

Como hemos visto en WikiLeaks, la relación de La Moncloa con la Casa Blanca era vista como algo meramente superficial y táctico, al servicio de los intereses domésticos de nuestro sonriente presidente; nuestra relación con Sarkozy, mera frivolidad; y el desencuentro con Merkel, lo más grave.

En América Latina hemos desaparecido bajo el influjo de nuestro apoyo a Castro y las relaciones con Chávez; la cacareada Alianza de Civilizaciones no ha impedido que la Turquía de Erdogan se encamine a la islamización ni que los países musulmanes disminuyan, más bien al contrario, su persecución contra los cristianos. Y, ahora, este año faraónicamente declarado el “año dual” España-Rusia se arranca con una mutua expulsión de diplomáticos.

Por otro lado, la crisis de España lo es también de nuestros valores, como empresa colectiva (ahí están esas crecientes tendencias disgregadoras en lo que hasta ahora eran nacionalismos moderados) y como sociedad que cree en algo por encima de nosotros los individuos. Esta cultura progre que se basa en el multiculturalismo, el relativismo y el secularismo extremo desemboca forzosamente en el ataque a la familia, la institución social básica como se está demostrando frente a la crisis, a la educación y a la vida misma. Y todo eso no nos puede salir gratis.

El precio: una sociedad decadente y desentendida del futuro. No es nuestra mala economía, es la falta de nervio colectivo lo que hunde a España.

No hay comentarios: