viernes, 5 de agosto de 2011

CARADURAS.











A LA VEJEZ, VIRUELA.

"A la vejez, viruela", se dice para escenificar atrevimientos propios de la juventud en edad avanzada cuando ya no le son propios. Pujol anda en ello, como si de repente quisiera recuperar el tiempo perdido en el disimulo.

Desde el 10-D, anda por la vida de independentista y dice y cuenta con desparpajo lo que siempre negó o enmascaró. La última la ha soltado con ocasión de la XXIX Escola d’Estiu Ramon Trias Fargas de la JNC, el pasado 29 de julio de 2011: "Hem de posar les bases per quan es decideixi sortir d'Espanya" [Tenemos que colocar las bases para cuando se decida salir de España].


El mismo que aceptó el título de "español del año" otorgado por el ABC, el mismo que cobró una y otra vez royalties por recordarnos su sentido de Estado, el mismo que negó una y otra vez que en Cataluña se impusiera una inmersión obligatoria y acusó a los padres que pedían poder estudiar en castellano de ser enemigos de Cataluña y de buscar romper la convivencia, el mismo que defendía la existencia de TV3 como una herramienta necesaria para la integración, ahora nos confiesa que todo fue dispuesto para la construcción nacional: "Hemos de poner las bases para cuando se decida salir de España, lo tendremos que hacer bien. [...] Actuar con sentido de país es la creación de TV3, del modelo de educación con la inmersión lingüística, de las prestaciones sanitarias y sociales, potenciar la industria cultural catalana... Esta fue la visión de país que imprimimos desde el Gobierno [autonómico] y es la que ahora el presidente Artur Mas está llevando a cabo". Ya sabemos para qué, "para salir bien de España", o sea, sin costes; "la pela es la pela, no fotem".


Nada nuevo bajo el sol. Tantas veces hemos denunciado sus intenciones finales y tantas hemos debido soportar sus falsas dramatizaciones de catalán ofendido, que la confirmación por su boca de lo que siempre negó, mueve a la condescendencia. En realidad, mintiera entonces, mienta ahora, o simule de nuevo para comer caliente, nos debería traer sin cuidado. Es su naturaleza. 

Pero que el candidato del PSOE y ex ministro de todo en el Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba se permita ir a TV3, hacerle la pelota, reírle las gracias y ufanarse de haber sido él el ministro que conchabó con Pujol en la inmersión lingüística en Cataluña (o sea, el modelo escolar que excluye el derecho de los niños a recibir educación en castellano cuando hay una sentencia del Tribunal Constitucional y cinco del Tribunal Supremo que instan al Gobierno de la Generalitat a garantizar a todos los padres el derecho de sus hijos a estudiar también en castellano) es intolerable: "El modelo educativo de Cataluña lo pacté yo con el señor Pujol". Patético.


El modelo educativo catalán según Pujol : "La escuela catalana lo ha de ser en lengua y contenido", "el modelo de la inmersión lingüística es innegociable". Y de fondo la LOGSE. Para estar orgullo, Sr. Rubalcaba.


Gracias Don Alfredo, usted ha ayudado a que el Sr. Jordi Pujol construyera "su país" en detrimento de la cohesión política de España. Permítame la grosería, no sé si despreciar en usted más el cinismo, la maldad o la demagogia. (Antonio Robles/ld)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo increible es que a estas alturas aun haya mucha gente, y me refiero a los medios de comunicación - los cuales se supone deberían estar informados para formar, a su vez, al ciudadano- que siguen tratando con extremada exquisitez, no solo a Pujol, sino a cualquier nazionalista por mas intolerante y fascista que este sea. Aunque ya sabemos, yo al menos lo se desde hace tiempo, que el nivel medio del periodismo español es bastante deficiente. Se caracteriza, en mi opinión, con honrosas excepciones, por su peloterismo con los poderosos, cobardía y falta de sentido critico y honestidad. Además de una notable militancia sectaria, a unas ideas o sigas, que les hace a muchos, en ocasiones, defender lo indefendible. Eso si, todo con muy buenas palabras, siempre con "tolerancia, pluraridaz,...". Eso que no falte

Sebastián Urbina dijo...

Sí, es increible. Creo que hay una mezcla de inmadurez política, progresismo de pandereta y sumisión. Como usted dice (hablando de periodismo,) peloterismo y cobardía).

Así vamos. Un país que es capaz de votar ¡por segunda vez! a Zapatero, es un país con un grave problema.