CARADURAS SOCIALISTAS.
En una semana especialmente complicada para el país, con la prima de riesgo en escalada y con la Bolsa tintada de rojo, la afirmación de Rodríguez supuso un auténtico torpedo en la línea de flotación gubernamental, que dejó patente su indignación. El pataleo en las filas populares interrumpió el turno de réplica de la portavoz socialista quien, indignada, pidió amparo al presidente del Congreso, Jesús Posada, "Señor presidente, no puedo hablar".
La queja en la bancada popular obligó a Posada a llarmar al orden en varias ocasiones, pero finalmente Soraya Rodríguez se quedó sin tiempo para replicar a la vicepresidenta del Gobierno. Apagado su micrófono, Rubalcaba, Soraya Rodríguez y Eduardo Madina se quejaban de la presidencia en voz alta y con gestos de desaprobación porque no había parado el tiempo de intervención. "Señorías, hay tiempo para todos si no se interrumpen", se defendió Posada.
Sin embargo, fue Soraya Sáenz de Santamaría, en su réplica, la que se encargó de recordar al PSOE por qué la "herencia recibida" sigue siendo noticia. "Cuánto me gustaría a mí no hablar de ella", arrancó, para después poner encima de la mesa el dato del déficit público, que se situó entorno al 8,5% en 2011 cuando debió de ser dos puntos menos. También mentó la desconfianza total que Zapatero generó en Europa, y que ahora el Ejecutivo trata de recuperar. "Y es ahí donde estamos", zanjó, mientras los suyos aplaudían sus palabras.
Ya en pasillos, un portavoz popular sacaba a colación un dato más, tal vez el más sangrante: "Más de cinco millones de parados por política ineficaces en las últimas dos legislaturas", sentenció. Desde la tribuna, Sáenz de Santamaría mientras tanto ponía en entredicho esa "responsabilidad" del PSOE en la Moncloa: "Congelando las pensiones, subiendo el IVA...", recordó, desarticulando de igual forma las críticas sobre la amnistía fiscal a tenor de que los socialistas también las realizaron. "Algo más de coherencia", les emplazó.
Ante el jaleo parlamentario, convirtiéndose la bronca en el sonido ambiente durante el rifirrafe de ambas en la sesión de control, la vicepresidenta aún dio una última estocada: "Creo que el estado de excitación no es bueno para hablar de los presupuestos. Agradezco que mande callar a los suyos, así nos entenderemos mejor".(P. Montesinos/K. Garat/LD).
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CARADURAS SOCIALISTAS.
Si es algo malo, no es mío y, en todo caso, no quiero oirle hablar de esto. Magnífica argumentación socialista.
Los socialistas, y otros que no lo son, 'argumentan' que el problema económico que tiene España, a partir de los tres meses (los famosos cien días) ya es un problema del nuevo gobierno. O sea, los socialistas de rositas.
Estas cosas tienen sentido en períodos normales pero no en tiempos excepcionales como el que estamos viviendo. Hay que tener rostro para escabulllirse de las graves responsabilidades en las que incurrieon los socialistas. Mentiras incluídas. ¿Hay que recordar las mentiras del ministro Solbes en su debate televisivo con Pizarro? No errores, mentiras. No tienen vergüenza.
Y eso que no me gusta lo que hace Rajoy. La gravedad de la situación exige un serio replanteamiento del modelo de Estado. No podemos seguir con este Estado de las Autonomías. O bien, hay que reformarlo a fondo. Por ejemplo y para empezar, el rescate de las competencias de Sanidad, Educación y Justicia.
Ya lo expuso, hace tiempo, UPyD, y ahora lo hace Esperanza Aguirre.
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