(Los que estos hechos demuestran es que Bildu es una organización totalitaria y antidemocrática. Que fue legalizada gracias al Tribunal Constitucional, cuyos miembros fueron nombrados por PSOE y PP.
Lo que estos hechos demuestran, una vez más, es el rotundo fracaso del bipartidismo PSOE/PP.
Después de 35 años de gobernar, tenemos una España arruinada económicamente, con los totalitarios antiespañoles en las instituciones supuestamente democráticas gracias al Tribunal Constitucional; una gravísima amenaza separatista gracias a las interminables cesiones del PSOE y del PP; un paro del 25%; un fracaso escolar escandaloso, y una corrupción insultante.
¿Se puede seguir votando a esta gente? ¿Seguiremos suicidándonos?)
LOS EFECTOS DEL NACIONALISMO RADICAL.
Los
organismos públicos en los que gobierna Bildu son un claro ejemplo de las
terribles consecuencias que conlleva poner en práctica el nacionalismo radical.
Zarauz es una demostración evidente. El municipio guipuzcoano se ha convertido
en un laboratorio de pruebas de la pésima y siniestra gestión de los
proetarras.
El Consistorio controlado por Bildu no solo pretende usar de forma
injusta los impuestos para chantajear a los no residentes con el fin de
marginarlos y, en última instancia, desterrarlos de dicha localidad, sino que,
además, ha impuesto por decreto el uso exclusivo del euskera en el
Ayuntamiento.
Por un lado, Bildu amenaza a los forasteros con disparar en un
150% el IBI si no entregan su vivienda vacacional a un programa público de
alquiler, lo cual es una extorsión en toda regla. Pero es que, además, también
ha ordenado que todas las comunicaciones con el Ayuntamiento se realicen en
euskera, e, incluso, que los funcionarios solo puedan hablar entre ellos en
esta lengua. Para poder usar el castellano en los trámites municipales, los
ciudadanos tendrán que solicitarlo por escrito, con nombre y apellidos, lo cual
permitirá a los radicales confeccionar su particular lista negra de
castellano-parlantes.
Ambas
medidas son contrarias al ordenamiento jurídico y al Estado de Derecho, ya que
suponen una discriminación flagrante, vulnerando, por tanto, el principio
básico de igualdad ante la ley y la cooficialidad de lenguas que rige en
España. Pero lo más grave de este despropósito es que evidencia el totalitarismo
que pretende imponer Bildu allá donde gobierna, a costa de desvirtuar y
pervertir el funcionamiento de las instituciones democráticas. Expulsar al
«foráneo» o prohibir el castellano son solo algunos de los instrumentos que
emplea ahora esta deleznable ideología para construir su particular imaginario
étnico.
(ABC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario