martes, 24 de enero de 2017

CONTRA LA RENTA BÁSICA

 (Pues bien, esta peligrosa idiotez es una de las brillantes propuestas de PSOE y Podemos. 

La del PSOE es de 426 euros. La de Podemos- más de izquierdas- 600 euros. Yo, que soy la repanocha en verso, propongo 1.200 euros. ¡Qué bueno soy!)






The Economist' arremete contra la renta básica universal.



La publicación asegura que se han subestimado sus efectos negativos y que sería "increíblemente costoso" y "destrozaría el Estado de bienestar". 

La revista británica 'The Economist' advierte sobre los efectos negativos para la economía del establecimiento de una renta básica universal y acusa a quienes proponen su creación de haber "subestimado" las consecuencias.

En un artículo publicado en el último número de la revista en el que analiza el incremento de países en los que se propone la creación de una renta de este tipo, 'The Economist' afirma tajante que "los promotores de un ingreso básico subestiman cómo de disruptivo sería".

En primer lugar, la publicación advierte sobre el elevado gasto que conllevaría esta medida, que sería "increíblemente costosa". En su opinión, el enorme salto en el gasto público que supondría el establecimiento de una renta básica universal, "incluso aunque se hiciera de forma muy eficiente", provocaría "efectos impredecibles sobre el crecimiento económico y la creación de riqueza".

Además, asegura que "destruiría la condicionalidad sobre la que se construyen los estados de bienestar modernos", ya que esta medida erosionaría los incentivos a encontrar un empleo.

"Una gran proporción de la población podría caer en un estado de ociosidad alienada", lo que crearía "fuertes tensiones entre los que siguen trabajando y pagan impuestos, y aquellos que optan por no hacerlo". Esta situación "debilitaría el actual sistema" y podría "destrozar el Estado de bienestar".

Por último, afirma que una renta básica afectaría a los flujos migratorios y haría "casi imposible" que los países que la implantaran mantuvieran sus fronteras abiertas. 

"El derecho a una renta llevaría a los países ricos a cerrar las puertas a los inmigrantes o a establecer ciudadanos de segunda categoría sin acceso a la ayuda estatal", sostiene 'The Economist'.
Por esta razón, la revista insta a los gobiernos a, antes de establecer este tipo de rentas, "hacer un mejor uso de las herramientas que ya tienen disponibles" para hacer frente a las desigualdades y la pobreza.
En su opinión, "una renta básica podría tener sentido en un mundo de solapamiento tecnológico" en el que las máquinas han destruido una parte importante de los empleos que realizaban las personas. Sin embargo, afirma que esta "preocupación" sobre la pérdida de puestos de trabajo por el avance tecnológico es una "idea antigua" que hasta el momento "siempre se ha demostrado errónea".
Así, reclama a los gobiernos que, "antes de que empiecen a planificar un mundo sin empleo, deberían esforzarse para hacer que el sistema actual funcione mejor".






Pues bien, ¿qué tal si empezamos por leer a Philippe Van Parijs, probablemente el más insigne, sistemático y exitoso promotor de la renta básica en todo el planeta?

 Si lo hiciéramos, tal vez descubriríamos que él mismo reconoce —en un ejercicio de honestidad y transparencia jamás practicado por nuestros manipuladores líderes políticos— que la renta básica no puede implantarse en Occidente sin restringir severamente la inmigración:

[El conflicto entre renta básica y libertad migratoria] expone en toda su crudeza el cruel dilema entre la generosidad sostenible hacia nuestros conciudadanos más pobres y la hospitalidad hacia todo aquel que quiera entrar. Este dilema es la elección más dolorosa que debe hacer la izquierda en todo el mundo desarrollado. Es un dilema inescapable en un mundo profundamente desigual con respecto a cualquier esquema esencialmente redistributivo, pero muy especialmente para la renta básica universal. Es verdad que nuestro fin último es la justicia distributiva global. Pero la forma más eficaz de garantizarla no es la de permitir que los sistemas redistributivos existentes sean destruidos por fronteras abiertas y no discriminatorias. Una solidaridad institucional que sea comparativamente generosa necesita de protección frente a la inmigración insostenible de potenciales beneficiarios.

(J.R. Rallo/El Confidencial.)

5 comentarios:

ledred dijo...

Buenos tardes, Sebastián.

Permíteme que suba tu apuesta y añada a la RBU una educación y sanidad total mientras se traspasa del sistema económico capitalista actual a una "Economía del bien común"

"Principios de la Economía del Bien Común.

La economía del bien común se debe regir por una serie de principios básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión, entre otros.
Para los defensores de la economía del bien común, aquellas empresas a las que guíen esos principios y valores deben obtener ventajas legales que les permitan sobrevivir, frente a los valores del lucro y la competencia actuales.
En la economía real actual se mide el éxito económico con valores o indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos. Estos indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, se vive en una dictadura, si sobreexplotamos el medio, si se respetan los derechos humanos, etc. De la misma manera que una empresa tenga beneficios no nos indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que produce ni cómo lo produce." Wikipedia.

The economist puede decir misa, pero ya nadie con conocimiento y conciencia del avance al que nos enfrentamos niega lo evidente. Desde estudios de prestigiosas universidades, pasando por los foros tecnológicos asta grandes fortunas, viejas y nuevas fortunas. Solo hace falta Googlear un poco. Ahora nos toca redefinír que mundo queremos, estamos todos en el. Cada cual ejerza su ejercicio de información y actúe en consecuencia con lo que crea mas conveniente.

Por cierto, como dice Raventós, “Algunos llaman utopía a que todo el mundo tenga la existencia material garantizada, pero que tres personas tengan la misma riqueza que millones parece normal”

Un saludo.

ledred dijo...

Buenos días, Sebastián,

Permíteme que suba tu apuesta y añada a la RBU una educación y sanidad total mientras se traspasa del sistema económico capitalista actual a una "Economía del bien común"

"Principios de la Economía del Bien Común.

La economía del bien común se debe regir por una serie de principios básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión, entre otros.
Para los defensores de la economía del bien común, aquellas empresas a las que guíen esos principios y valores deben obtener ventajas legales que les permitan sobrevivir, frente a los valores del lucro y la competencia actuales.
En la economía real actual se mide el éxito económico con valores o indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos. Estos indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, se vive en una dictadura, si sobreexplotamos el medio, si se respetan los derechos humanos, etc. De la misma manera que una empresa tenga beneficios no nos indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que produce ni cómo lo produce." Wikipedia.

The economist puede decir misa, pero ya nadie con conocimiento y conciencia del avance al que nos enfrentamos niega lo evidente. Desde estudios de prestigiosas universidades, pasando por los foros tecnológicos asta grandes fortunas, viejas y nuevas fortunas. Solo hace falta Googlear un poco. Ahora nos toca redefinír que mundo queremos, estamos todos en el. Cada cual ejerza su ejercicio de información y actúe en consecuencia con lo que crea mas conveniente.

Por cierto, como dice Raventós, “Algunos llaman utopía a que todo el mundo tenga la existencia material garantizada, pero que tres personas tengan la misma riqueza que millones parece normal”

Un saludo.

Tharga dijo...



La RB puede pasar a ser considerada por la ciudadanía como un valor en sí mismo, como un requisito irrenunciable de justicia y dignidad, cualesquiera que sean las consecuencias que los muy antidemocráticos neoliberales y neoconservadores del siglo XXI vociferen que trae consigo.

http://www.redrentabasica.org/rb/oceanicas-confusiones-aun-en-el-ano-2017-de-algunos-criticos-de-izquierda-a-la-renta-basica-incondicional/

Tharga dijo...

No entiendo por qué deberíamos planificar un mundo con empleo. ¿Es que tu quieres estar obligado a trabajar el resto de tu vida? Porque yo prefiero automatizar los empleos cuanto antes...

Sebastián Urbina dijo...

¿Cualesquiera que sean las consecuencias?