jueves, 19 de abril de 2018

GANARSE EL RESPETO.









GANARSE EL RESPETO.

¿Qué tiene que ocurrir para que de una vez por todas se suspenda cualquier partido en el que se insulte al himno de mi país, y por tanto se me insulte a mí?

El respeto a los otros es fundamental para vivir en democracia, pero difícilmente puedo respetar a alguien que no ceja de agredirme con su desprecio y su silbido. Creo que gran parte de la sociedad española aplaudiría si el próximo sábado hubiese las agallas de suspender la final de la Copa del Rey de fútbol a nada que se silbe al himno de todos los españoles.

 Me merezco tanto respeto y soy tan digno como cualquier independentista. Creo haberme ganado que mis autoridades me defiendan de la agresión que para todos los nacionales de este país representa la burla a nuestro himno. No pretendo que le tengan miedo a la democracia quienes no creen en ella, pero sí que no resulte gratis vilipendiar el acervo histórico y emocional que para cualquier nación representa su himno.

 Llevamos años siendo excesivamente complacientes con quienes nos menosprecian. Si no te respetas a ti mismo, estás condenado a la burla permanente.

(Bieito Rubido/ABC.)

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