viernes, 2 de mayo de 2008

FALACIAS Y SILENCIOS.


2/5/2008.


FALACIAS Y SILENCIOS.



(PD).- El asunto es de bochorno. Crece el estupor y perplejidad entre la oposición parlamentaria, asociaciones militares y el sector pesquero. Nadie se explica por qué razón el Gobierno ZP dejó escapar tan panchos a los piratas, cuando los facinerosos huían en sus lanchas -a la vista de los militares españoles- después de cobrar su millonario rescate.


Desde la fragata Méndez Núñez y desde el aire, los soldados españoles tenían vigilados a los corsarios y controlaban todos sus movimientos. No se movió un dedo, por "órdenes de la superioridad" y la sonrojante sensación es que se ha cedido a un chantaje y se ha sentado un precedente que compromete peligrosamente la seguridad de la flota pesquera española en el caladero somalí.



Decía Dashiel Hammet, 'no tengo palabras para manifestar mi desprecio a este tribunal', refiriéndose al tribunal macartista que le estaba interrogando. Me pasa algo parecido con este gobierno socialista. Me faltan las palabras para calificar la sensación que me provoca. En este caso, una mezcla de ridículo e indignación. Pero se trata de un comportamiento en la línea ridículamente 'buenista' del peor gobierno de la democracia.


El Presidente Rodríguez Zapatero es el responsable, junto con los nacionalistas, del Pacto de Tinell, un repugnante pacto que no tiene paragón en la Europa democrática. Nada menos que excluir de las instituciones democráticas al principal partido de la oposición. Claro, no se puede dialogar con los peperos. Pero se puede dialogar con los asesinos de ETA. Y ahora se puede ceder ante los piratas que han secuestrado a un barco español y amenazado de muerte a los marineros. A pesar de que, en vez de llevar la bandera española, como debían, llevaban la ikurriña. Deberían independizarse estos cazurros con boina y enviar los barcos de guerra vascos. Pero esta no es la cuestión. Ya conocemos la deslealtad y la miseria moral de los nacionalistas.


Ahora estamos hablando de este gobierno socialista. Zapatero hace el ridículo ante la comunidad internacional. Y esto se paga. No somos un socio fiable. Ya lo demostramos en Irak. Ya lo demostró Zapatero cuando no se levantó ante el paso de la bandera norteamericana. Ya se vio su penosa soledad en la última cumbre. ¡Qué vergüenza! Ahora, con la última ridiculez, los piratas ya saben cómo se las gasta el gobierno español, con perdón. De modo que, si no son idiotas, tratarán de asaltar barcos españoles, en vez de franceses, americanos o de países con dignidad y determinación apra defender sus intereses.


Los piratas cobrarán y se marcharán sin pagar las consecuencias. Zapatero no hará como el gobierno francés. Siguieron en tierra a los piratas. A los que se resistieron violentamente los mataron. ¡Fachas! A los que se rindieron los detuvieron. Están detenidos en Francia. Y recuperaron el dinero. Ahora los piratas se lo pensarán dos veces si se les ocurre asaltar barcos franceses. Claro que el gobierno francés no tiene talante. Puro fascismo de la derecha de siempre. Amigos de Aznar.

Y toda esta bazofia 'buenista', y esto es lo más grave, está a la altura de buena parte de los ciudadanos españoles.

Hablando de 'buenismo' y de mentiras progresistas, estoy acabando la lectura del último libro de Pio Moa 'Falacias de la izquierda, silencios de la derecha'. Merece la pena. Es una excelente crónica de nuestro tiempo. Moa escribe bien y está bien informado. Pero, para su desgracia, desafía las 'verdades oficiales'. El resultado es el de siempre: es un maldito 'facha'. Es el variado y profundo argumentario de la izquierda. Leyendo los improperios que Moa tiene que sufrir, de parte de la izquierda, recuerdo los años en que yo me situaba en estos ámbitos. Hasta los 27 años, aproximadamente. Me salvó mi deseo de conocer la verdad y el rechazo a las adhesiones incondicionales. Actitudes que debo a mis padres.


Pero costó mucho. Entrar en 'el reino de los cielos' da una envidiable sensación de superioridad moral. Recuerdo que en mis años de estudiante rechazaba (como el resto de mis amigos) las opiniones que no concordaran con las verdades intocables de la izquierda. Por ejemplo, mis amigos y yo no leímos a Ortega por que era 'un facha'. Alejarme de este mundo de la izquierda me costó muchas lecturas, reflexión y determinación. Perdí amigos. Soporté silencios. Y conseguí mayor soledad. Pero claudicar ante la adversidad no estaba en mis planes. Si no hubiera experimentado en mis carnes la dificultad de la empresa, no creería que salir de la izquierda fuese tan difícil. Es una especie de virus, vinculado a la sumisión intelectual, la autocomplacencia y el desprecio a la derecha, sea lo que sea. Es decir, 'los otros'.


A partir de cierta edad, me cuesta creer en la honestidad de estas personas. Creo que se han sumergido en una especie de cinismo, digamos, intelectual, que utiliza clichés para dividir el mundo en 'buenos' (entre los que se sitúa el enfermo moral de izquierdas) y 'malos', aquellos que no forman parte de la secta. Lo terrible es que estamos gobernados por una secta que maneja muy bien la propaganda. Por unos medios de difusión que, en su gran mayoría son progres. De los que ríen las gracias de bufones que vomitan ingenio: 'Me cago en la puta España', y otras gracias de la postmodernidad. Lo terrible es que millones de ciudadanos (y ciudadanas, claro está) se sienten cómodos con Chikilicuatre y lo que esto representa. Cuesta salir del cenagal. Lo digo por los más jóvenes. Los de edad provecta dudo que tengan salvación.

Repetiré unas palabras de Alexis de Tocqueville que me parecen emocionantes y aleccionadoras:

'Nada es más fértil que el arte de ser libre, pero nada es más duro que el aprendizaje de la libertad'.

¡Ánimo!


Sebastián Urbina.



'


5 comentarios:

Anónimo dijo...

La búsqueda de la libertad es un trabajo árduo, sin duda. Y sobretodo, activo y consciente.

Aunque le recomiendo un tanto de humildad, autocrítica y sobre todo mesura. Ni usted está en posesión del pensamiento libre, ni los demás están maniatados por el idealismo izquierdista de manera inconsciente.

Reflexione sobre si su pérdida de amigos y demás entorno social se debió a su cambio de posiciones ideológicas, o a su peculiar "vehemencia" para defender las propias -y criticar las otras, claro.

No es el "qué", sino el "cómo". A mí no me haría ninguna gracia coincidir con el pensamiento de alguien que tilda de bazofia, cretinos, estúpidos, falaces, enfermos, sectarios, fascistas y otras lindezas a quienes no piensan como él. Aunque no pensasen como yo.

Las generalizaciones llevan a las mayores tragedias intelectuales. Las suyas simplifican en exceso la realidad, entre el Yo y el resto. Y no se escude en sus lecturas: los demás también tienen las suyas, no es el único que lee: el mundo lee, piensa, evoluciona. No solo usted.

Jock

Anónimo dijo...

No sólo se ha sentado un mal precedente ante acciones de piratería, sino ante cualquier otro tipo de secuestro. Hubo un día en el que todos lamentamos la muerte de Miguel Ángel Blanco, pero también entendimos que no se debía ceder ante el chantaje, como así ha sido en otras tantas ocasiones.
Personalmente, entiendo que se debía liberar a los rehenes, pero que, una vez liberados, se deje impunes a los criminales, eso no lo entiende nadie. Espero que este Gobierno haya tenido buenas razones para actuar de este modo, si no, ¡que Dios nos pille confesados con la que se nos viene encima...!

Sebastián Urbina dijo...

Publico su comentario para que los demás vean su petulancia. Escondida, además, en el anonimato. No creo que usted tenga autoridad moral e intelectual para hacerme recomendaciones. Y tan simplonas, además. Le ruego que no siga por ahí. Yo tampoco le diré lo que tiene que hacer.

Sebastián Urbina dijo...

No Jock. La cobardía y la mala educación no deben tener premio. Usted no merece que le presten atención. Usted es un cobarde que se esconde detrás de un anónimo para exhibir su mala educación y su odio.

Anónimo dijo...

Creo que Jock no se ha enterado muy bien de lo que ha escrito el Sr Urbina (no basta leer, en España falta comprensión lectora). No veo que esté llamando bazofia, cretinos, estúpidos, falaces, etc... a quienes no piensan como él. Más bien parece que se lo llama a quienes se comportan como tales, sea cual sea su pensamiento.

Y es que una parte de la libertad consiste en poder calificar las conductas ajenas, en un sano ejercicio de crítica, censura, o como quieran llamarle; y que suele servir para hacer reflexionar a otros y ayudarles pensar, y a evitar errores.

Y conste que en esos calificativos del Sr Urbina, me he encontrado siempre palabras bastante más suaves que las utilizadas por el Sr ZP, Blanco, Sra de la Vega, y demás pandilla de poderosos ( por ahora) cuando hablan de cualquier discrepante, opositor.. o cualquier político del PP.

Por eso es injusto Jock cuando achaca esa soledad de la que se queja Urbina a sus exesos verbales. Quizá, lo que puede molestar, es que el Sr Urbina sabe utilizar el lenguaje con inteligencia y un punto de sarcasmo e ironía. Y está demostrado que nada irrita más a un lerdo que un comentario que le censura con un estilo que él nunca sabría emular.