28/5/2008.
TRATAR IGUAL A LOS IGUALES.
La editorial de ElMundo 'Una sentencia política fruto de un proceso político', (27/5/2008) dice, refiriéndose al 'caso Hidalgo:
'... sólo hay que preguntarse cuántas viviendas han sido demolidas es estas islas, incluso con sentencia judicial firme. Ante estos precedentes, no creemos equivocarnos al calificar esta sentencia como política y a Hidalgo como el chivo expiatorio que va camino de pagar por todas las infracciones urbanísticas cometidas ...
... la consideración penal de unos hechos que hasta ayer mismo no habían pasado de infracciones en el ámbito contencioso-administrativo, la extraña empatía de los fiscales y los jueces que llegó a sorprender a propios y extraños, todos estos presagios que poco tenían que ver con la justicia y mucho con la cacería política, ya aventuraban el desenlace final'.
Uno de los principios jurídicos más universales es el de 'Tratar igual a los iguales'. El mencionado periódico exhibe una muestra de irregularidades urbanísticas por parte de diversos políticos. Todos ellos de UM y el PSOE. ¿Sufrirán las mismas consecuencias? La confianza de los ciudadanos en la justicia no se basa en ampulosas declaraciones en los actos oficiales sino en actuaciones como la señalada.
¿Qué pueden pensar los ciudadanos si a otros políticos, de distinto signo, con similares irregularidades, no se les aplica una sanción penal parecida? ¿Estamos ante otro caso de derecho penal de autor, como ha sucedido con la violencia, desigualmente penada si el autor es hombre o mujer?
Me temo que no estamos sufriendo, solamente, una crisis económica. Los antipatriotas somos así.
Con relación a esta sentencia, dice Antonio Alemany:
'La sentencia del caso Hidalgo-por muy impecable que sea desde el punto de vista jurídico-penal ni es aviso a navegantes ni tiene carácter ejemplarizante, siendo una broma de mal gusto repicar campanas. Es, repito, el chocolate del loro: la auténtica, la gran corrupción, está en otros ámbitos e instancias: es la corrupción que recalifica espacios, la que convierte en milmillonarios a sus beneficiarios, la que, con una simple raya sobre el plano- desde la Ley de Espacios Naturales hasta el Plan Territorial- arruina a unos y enriquece a otros, la que, en definitiva, ha convertido el urbanismo en el sustituto de la droga como medio y método de enriquecimientos fulgurantes, entre otras razones porque es menos arriesgada que el narcotráfico, deja menos rastros, es, teóricamente, 'más limpia', alejada del feo submundo del narcotráfico'.
Sebastián Urbina.
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