martes, 14 de abril de 2009

¿OPORTUNISMO O CONVICCIÓN?











¿OPORTUNISMO O CONVICCIÓN?



El Presidente Zapatero ha dicho que ‘la cohesión territorial es el
complemento necesario de la cohesión social’
. Parece ser que muchos
ciudadanos están convencidos de que las Autonomías que padecemos
pueden ya ser calificadas como Reinos de Taifas. Forma breve y
contundente de evidenciar la descoordinación y la creciente
insolidaridad de lo que deberían ser partes de un todo.

O las preocupantes grietas, cada vez más profundas, del mercado nacional. O la descoordinación judicial, con sistemas informáticos incompatibles que hacen imposible, o dificultan en exceso, el necesario y fluido intercambio de información. Con los preocupantes resultados de excarcelaciones indebidas de asesinos y otras catástrofes. Por no hablar de los diecisiete permisos diferentes para cazar en las diecisiete Autonomías, esperpento que salió a la luz gracias al, por fortuna, ya ex ministro de Justicia. Y un largo etcétera.

Pero ¿a qué viene esta preocupación del gobierno socialista por la cohesión? ¿A qué viene esta inquietud por preservar la unidad de la Nación española, de la mano de la cohesión social y territorial? Recordemos que, en Noviembre de 2004, el Presidente Zapatero acudió al Senado y García-Escudero (PP) le recordó sus declaraciones en las que afirmaba que no había diferencias entre nación y nacionalidad. Estas afirmaciones, como es de suponer, hicieron felices a los nacionalistas, en general, y a los catalanistas y su Estatut, en particular.

Desde que tengo uso de razón me han asustado las afirmaciones
categóricas, indubitadas y que rezuman fundamentalismo
», contestó
Zapatero. Y aprovechó la ocasión para criticar al PP por su
inmovilismo. Inmovilismo porque se empeña en mantener el
concepto de nación para la nación española y no para los Reinos de
Taifas. Lo que debería interpretarse, imagino, como una falta de talante. Pero nuestro Presidente no parece enterarse de que la Constitución española no es el resultado de un pacto entre iguales, entre diferentes soberanías, la española y otras. No lo es.

Pero ¿qué significa ‘cohesión’? La cohesión es equivalente a la vertebración. El diccionario de la RAE dice: ‘Acción de reunirse o adherirse las cosas entre sí o la materia de que están formadas’. En fin, parece claro. Máxime si añadimos las declaraciones de la Vice-Presidenta De la Vega: ‘Hay que pasar de un Estado reivindicativo a uno cooperativo’. Parece que no hay duda de lo que estas manifestaciones gubernamentales significan.


Entonces ¿cuál es el problema? Como ha dicho Sosa Wagner, autor de ‘El Estado fragmentado, ‘Nosotros caminamos claramente hacia el confederalismo... Es un disparate esto de que cada uno apruebe por su cuenta los estatutos alentados por un incesante victimismo local... A lo que se aspira es a la bilateralidad. Es lo que se está haciendo en Cataluña y lo que se quiere hacer también en Andalucía".


Si tiene razón, caminamos hacia el abismo. Pero ¿por qué este cambio de rumbo del barco socialista? ¿Oportunismo o convicción? Alguien afirmó, diría que fue Felipe González, que lo importante no es que el gato sea blanco o negro. Lo importante es que cace ratones. Pero ¿bastará el oportunismo político para cazar ratones? Es decir, ¿bastará el oportunismo político para oponerse eficazmente a tantos intereses y deslealtades nacionalistas?



En estos primeros días de Abril, el Tripartito catalán ha anunciado que el Presidente Montilla plantará al Consejo de Política Fiscal y Financiera si no hay un buen acuerdo de financiación. Ya sabemos lo que esto significa. Un ‘buen acuerdo’ es lo que ellos, y sólo ellos, consideren que es un buen acuerdo. Para esto sirve la bilateralidad. Además, ya han anunciado que si el Tribunal Constitucional se atreve a reformar o retocar el Estatut de Cataluña, se echarán a la calle. O al monte. Es decir, desprecio a las instituciones democráticas por parte de los representantes de la Generalidad que, al menos teóricamente, son Estado, y negativa a aceptar las decisiones judiciales que no les plazcan. ¿Pueden los ciudadanos hacer estos desplantes? ¿No recibirían la visita de la Guardia Civil o la Policía?


En fin, ¿son compatibles la cohesión (social y entre territorios) con la deslealtad, el soberanismo y el chantaje de los nacionalistas? No lo creo. Pero el Gobierno socialista se enfrenta a un serio problema. O se toma en serio sus propias palabras, o no. Si lo primero, tendrá que hacer frente a las zancadillas, traiciones y amenazas de los nacionalistas con firmeza. Veremos si puede hacerlo solo.


Si lo segundo, sufrirá el desprecio de los ciudadanos decentes por mentir en una cuestión de vital importancia. Una vez más. A menos que eso de mentir ya no se tome en serio. Espero que, si he de decepcionarme, sea del Gobierno y no de mis conciudadanos.


Sebastián Urbina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dudo... (mejor afirmo) que Zapatero no sabe lo que significa la palabra cohesión.

FERNANDO SANTAYANA

Sebastián Urbina dijo...

Lo que me temo es que le da igual. Lo único importante es mantenerse en el poder. Me gustaría equivocarme.