domingo, 19 de abril de 2009

BASURA IDEOLÓGICA.





Cáceres, como Barcelona

19 de Abril de 2009 - 10:10:56 - Pío Moa


Hace seis años di una conferencia en Cáceres. Era una tarde lluviosa y creí que iría poca gente, pero asistieron unas 400 personas y hubo que cerrar la puerta del local porque seguía afluyendo la gente. En Badajoz la afluencia fue mucho mayor aún, el doble. Este último sábado, en un pequeño congreso sobre aspectos del franquismo, solo vinieron de 25 a 30 personas. ¿Qué ha pasado? Que en la ocasión anterior, la prensa y la radio locales informaron del acto. En esta última, el boicot informativo a los organizadores (la pequeña fundación Historia en libertad) ha sido total: ni una palabra, por mucho que se han empeñado. Me recuerda lo ocurrido en Barcelona con otra conferencia: los organizadores pasaron reiteradamente la convocatoria a los medios locales y todos, unánimemente, respondieron con el silencio: prohibido informar.
No me quejo, simplemente constato un hecho que tiene manifestaciones y trascendencia mucho más amplias que las que me afectan personalmente. Quiero decir que el "modelo Barcelona" se ha extendido prácticamente por todo el país. Ya he dicho que uno de los peores síntomas de la involución antidemocrática que vive España es la extensión, por todas partes, de un periodismo que dedica la mayor parte de sus espacios a la pura y simple basura, y la parte menor a la basura ideológica. Por supuesto, hay algunos periódicos de gran tirada que incluyen firmas muy valiosas en sus secciones de opinión; pero, salvo en LD y dos periódicos de tirada menor, El Economista, por su carácter especializado, y Época, mi firma está proscrita en todos ellos (de La Razón me echaron del modo innoble que suelen, incumpliendo al acuerdo verbal al que había llegado con el director y tratando de imponerme una censura mal disimulada). Y en los problemas de Federico y César en la COPE tenemos otra manifestación de cómo ha entendido siempre la izquierda la democracia y cómo la ha entendido una derecha para quien "la economía lo es todo": hay que imponer un determinado rumbo al país, y para ello es preciso ahogar o reducir a la marginalidad toda voz discrepante.

Y sin embargo puede decirse que toda esa gente está intelectualmente derrotada, tanto en el terreno de la historia como en el de la actualidad. Lo único que falta es la capacidad de llegar a "las amplias masas", como insistían los comunistas obsesivamente, y una estrategia a tal efecto, que debiera empezar por la conquista de la universidad. Y sería preciso un partido diferente de las mafias que hoy dominan el panorama, en primer lugar el PSOE y el PP. Todo esto es lo que falla. Hay actualmente muchas iniciativas dispersas, muy valiosas, desde luego, pero demasiado desiguales, discontinuas, descoordinadas y a menudo confusas, para tener verdadera eficacia.

No hay comentarios: