lunes, 1 de marzo de 2010

UPyD

Francisco Javier Gómez Alarcón, nuevo Coordinador en Baleares de UPyD

"Aunque Delgado sea elegido como presidente del PP, las diferencias entre el Partido Popular y UPyD seguirán existiendo"

Francisco Javier Gómez Alarcón es el nuevo Coordinador de Unión Progreso y Democracia (UPyD) tras haber sido elegida su candidatura hace sólo unos días. UPyD ha cosechado ya unos buenos resultados en Baleares tanto en las elecciones generales de 2008 como en las europeas de 2009. En la última cita fue la tercera fuerza más votada en las capitales insulares y en prácticamente toda la Bahía de Palma (Calvià, Palma, Marratxí y Llucmajor) superando a UM y a los partidos del Bloc. Su progresión es al alza y puede ser una fuerza decisiva para conformar el próximo gobierno autonómico si, como todo indica, entra en el Parlament. ¿Qué opina de la dimisión de Maria Antònia Munar? Me parece lógica, pero ha tardado demasiado, su presencia en el Parlament estaba desprestigiando las instituciones que nos hemos dado los ciudadanos. ¿Confía en que habrá elecciones anticipadas?

Sería la opción correcta: dar la palabra a la ciudadanía para que elija a quienes crean que pueden dirigir la política balear y sacarla de su parálisis actual y del deterioro moral que todos conocemos, que ya supone un clamor ciudadano. La opción de la moción de censura me parecería una prolongación de la situación actual; es decir, una alternancia en las instituciones, un "quítate tú que ahora me toca a mí", pero sin capacidad de maniobra ni legitimidad para mejorar las cosas porque, por acción u omisión, Unió Mallorquina seguiría siendo la clave de la política. UPyD ha pedido reiteradamente el adelanto de elecciones como única salida a la situación absurda que vivimos.

Armengol y Calvo declaran que no se someten a una moción de confianza. ¿Por miedo a perderla y consiguientemente perder el poder? Efectivamente, creo que actualmente la política balear, como la española en general, está en manos de personas que la entienden sólo en clave de detentar poder y manejar cargos y presupuestos, con el fin de mantener redes clientelares y repartir favores. Hace tiempo que los intereses de los ciudadanos y las ideologías dejaron de ser el motor de estos “políticos”. Sólo se preocupan de intereses partidistas, cuando no puramente delictivos, como desgraciadamente comprobamos cada día en los juzgados ¿Es Antich un presidente ilegítimo?

Respetamos escrupulosamente la legitimidad de quienes en un proceso democrático fueron elegidos representantes de la voluntad popular. Desde ese punto de vista, el Sr. Antich ha perdido la legitimidad que le prestaron en su investidura, entre otros, los votos de Unió Mallorquina, que fueron llave de su gobierno entonces y que hoy le han retirado su apoyo. También podemos decir que cuando se hace la vista gorda ante casos de corrupción como los que hemos vivido en Baleares, sin tomar decisiones valientes, se está contribuyendo al fomento de la corrupción y al desprestigio de las instituciones. En este sentido (el del liderazgo político y moral) podemos decir que el Sr. Antich ya no está legitimado para seguir al frente del Govern. Por tanto, debería convocar elecciones anticipadas.

¿Cuáles son las recetas de UPyD para terminar con la corrupción?

Terminar absolutamente con la corrupción es muy difícil, porque siempre habrá alguien que encuentre la forma de saltarse las leyes; pero el sistema político y las leyes deben reformarse para que a los deshonestos cada vez sea les sea más difícil aprovecharse de lo que es público y común de todos los ciudadanos. En este sentido, en UPyD nos hemos dado unos estatutos y un código de buenas prácticas que, primero en nuestro propio partido y después en las instituciones en las que algún día estaremos, impedirán o pondrán muy difícil que puedan producirse casos como los que estamos viendo en Baleares.

Por otra parte, resulta evidente que buena parte de la corrupción va asociada a la financiación ilegal de los partidos políticos. En la ponencia política aprobada por el I Congreso Nacional de UPyD el pasado noviembre hablamos de establecer unos límites claros para esa financiación. En Baleares, entre otras medidas, estamos pensando en obligar a las empresas e institutos públicos a hacer transparentes de manera inmediata sus presupuestos y liquidaciones; establecer un régimen severo de incompatibilidades para contratar con las administraciones; prohibir a los cargos políticos trabajar en empresas privadas con las que se relacionaron durante su mandato; rebajar drásticamente la cuantía que permite realizar contratos menores o contratos negociados sin publicidad, y limitar la cuantía total máxima que una misma empresa pueda recibir de la administración en contratos de este tipo durante la misma legislatura; exigir por ley auditorías externas inmediatas en los casos en que los desvíos del gasto en contratos públicos excedan del 10% de lo presupuestado; en los contratos de procedimiento abierto priorizar la oferta económica más ventajosa para la administración contratante frente a los criterios subjetivos; limitar el abuso de los cargos de libre designación, los concursos de méritos y las comisiones de servicio; como norma general, excluir de las subvenciones a las entidades que no demuestren independencia financiera...

¿Cree que las medidas que el Ejecutivo ha tomado hasta ahora son las más acertadas para combatir crisis?

El Gobierno Antich no tiene capacidad para combatir la crisis, ni tiene ideas para hacerlo, ni sus compromisos con socios radicales o corruptos se lo han permitido. Hay pocas cosas que estén en manos de un gobierno autonómico cuando tratamos con una crisis global, como reducir el gasto público o recortar las administraciones y empresas superfluas para contribuir a enjugar el terrible déficit de la CAIB, que no hace más que aumentar; y éstas el Sr. Antich no está dispuesto a acometerlas, por su pésima gestión y por sus compromisos partidistas y clientelares. El Govern gasta cada año casi el doble de lo que ingresa, y quiero recordar que esa deuda no recae sobre el bolsillo del Sr. Antich, sino sobre los de todos los contribuyentes. El gasto corriente de todas las administraciones, pero especialmente del Govern, es inasumible. El President no se ha planteado en ningún momento la supresión de IB3, que está bajo sospecha en el asunto de la financiación ilegal de cierto partido y que supone un pozo sin fondo (con el dinero que nos cuesta se podría dotar una segunda universidad) cuya productividad, en términos de audiencia, es prácticamente nula. El President no se ha planteado suprimir direcciones generales como Justicia, que no tiene competencias, o consejerías como Trabajo, que por su eficacia parece más que prescindible.

¿Siendo UPyD un partido minoritario, con cuáles de los dos partidos mayoritarios se siente más próximo?

UPyD es un partido diferente a los demás en muchos aspectos. Es un partido de progreso que no cree en la división entre derechas e izquierdas, que acoge en su transversalidad a votantes y militantes decepcionados de las maneras y de los contenidos de todos los partidos tradicionales, y que se diferencia notablemente de todos ellos en que no aspira al poder por el poder, sino para hacer políticas que transformen la realidad... Queremos hacer política, no ocupar cargos. Queremos hacer de España un país competitivo, preparado para los retos del siglo XXI, y de los españoles ciudadanos libres y con los mismos derechos vivan donde vivan: ciudadanos críticos, trabajadores cualificados, empresas competitivas que enfoquen su actividad a mejorar la prosperidad y el bienestar de todos, mediante el consenso de todos. Repudiamos el sectarismo que impide escuchar al otro y asumir sus puntos de vista cuando son acertados, y repudiamos el pensamiento en clave identitaria, esa actitud que sustituye la acción política y las medidas útiles por el debate de si somos esto o somos lo otro y en qué nos diferenciamos de los demás. Mirándonos el ombligo no llegaremos muy lejos.

Desde esta perspectiva, no nos sentimos próximos a ninguno de los dos partidos, porque todos se han conformado con la mediocridad electoral y han caído en las trampas del sectarismo y del ombliguismo.

Aspiramos a condicionar la formación de los gobiernos, y estamos seguros de que vamos a estar en posición de condicionarla; pero nadie debe esperar de nosotros que intercambiemos votos por cargos, sino por políticas concretas que se deberán acordar con los programas en la mano.

Día 6 de Marzo, hay elecciones en el PP, ¿UPyD, cree que sus relaciones políticas serán más fáciles con Bauzá o con Delgado? ¿Le conviene a UPyD que Delgado no sea candidato del PP?

Con todos los respetos para el PP y sus miembros y seguidores, nos es indiferente quién gane sus elecciones internas, porque seguirá tratándose de un partido conservador que no aspira a reformar las deficiencias de nuestro régimen, sino a ponerlas a su servicio. Por tanto, tendrá poco que ver con UPyD. Debo recordarle que nosotros -por ejemplo- proponemos una reducción sustancial de las empresas públicas, mientras que el Gobierno Matas -que se llamaba liberal- hizo proliferar éstas hasta límites inauditos, al parecer a veces con fines delictivos por parte de determinadas personas. O que somos claros y rotundos en cuanto a nuestra opción por la libertad de elección lingüística en la escuela, mientras que los líderes del PP sólo se acuerdan de ésta en los períodos preelectorales, pero una vez ganados sus objetivos se olvidan de sus promesas, como ha más que demostrado el presidente de la Junta de Galicia, Núñez Feijóo, quebrantando sus promesas electorales menos de un mes después de su victoria; tal vez por miedo a incomodar a los sindicatos nacionalistas o porque realmente se han contagiado de la enfermedad identitaria. Me sabe mal insistir, pero la Ley de Normalización Lingüística y sus desarrollos, como el Decreto de Mínimos, fueron legislados por gobiernos del PP, y nada me hace pensar que hayan mejorado su actitud. Nosotros proponemos eliminar del Estatuto de Autonomía el concepto errado y discriminatorio de "lengua propia", derogar la Ley de Normalización Lingüística, acabar con las subvenciones a organizaciones parasitarias como la Obra Cultural Balear y promover activamente un bilingüismo real español-mallorquín en las administraciones, y la libertad más absoluta de elección en la escuela y en el ámbito privado.

También quiero recordar que el PP ha sido -desde el punto de vista político- cómplice y cooperador necesario de UM durante la legislatura pasada, posiblemente la más corrupta de la historia de Baleares, y que todas las personas que hoy están o pueden estar al frente del PP ya lo estaban de una manera u otra en esa misma legislatura; algunas desde hace varias legislaturas. Con todo mi reconocimiento para la honestidad de ambos, creo que ni Bauzá ni Delgado pueden pretender representar un cambio regenerador en la política balear. En cualquier caso estoy seguro de que las relaciones de UPyD con el líder del PP, sea quien sea finalmente, y exactamente igual que con los de los demás partidos, serán cordiales y de respeto mutuo. Nuestra política pretende dirigirse siempre al consenso, a insistir en lo que nos une y a reconducir a los partidos llamados nacionales hacia el camino del que nunca debieron salirse: el del servicio al ciudadano. Por tanto, para hablar de política de verdad, el PP o el PSIB nos encontrarán siempre con los brazos abiertos.

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