Que la realidad supera a la ficción es algo aún por demostrar en el ámbito de la robótica. La tecnología ha conseguido avances impensables en los procesos de producción y la automatización de numerosos trabajos que ahora son desarrollados por máquinas. Sin embargo, los robots al servicio doméstico de los humanos aún siguen siendo la asignatura pendiente por parte de la ciencia.
Japón es un ejemplo de un país avanzado pero que envejece a marchas forzadas. La tecnología busca soluciones para hacer la vida más fácil a ancianos y discapacitados, y ya se estima que este nuevo mercado moverá en las próximas décadas 43.000 millones de euros. «Aunque el de los robots de asistencia se presenta como un jugoso mercado, su desarrollo está todavía en fase preliminar», reconoció Naoki Shibatani, de la empresa de electrónica y robótica «Vstone».
No faltan decenas de proyectos que en cada nuevo modelo avanzan un poco más en la búsqueda de los nuevos sirvientes que se encargarán de tareas rutinarias en el hogar: desde leernos los emails nuevos al llegar a casa, hasta ayudarnos con las pesadas bolsas de la compra. Un día, llegarán a recordarles a los ancianos que se tomen sus medicamentos, y les ayudarán a levantarse de la cama o tras una caída.
En Japón se trabaja en un sofisticado «robot-mayordomo», denominado «R 100». Manda el correo electrónico y otros mensajes, y también reconoce rostros y puede conversar con sus dueños. Estos modelos «humanizados» están equipados con sensores, láser, cámaras de video, un brazo mecánico, micrófono, bocinas y comandos que le permiten contestar en lenguaje natural.
Modelos de rescate y transporte
Entre las novedades más espectaculares de 2010 está «Quince», un robot de rescate que localiza a personas sepultadas bajo el barro o los escombros después de un terremoto. Actúa con varios sensores térmicos y de amoníaco instalados en su cabeza.
Diseñado como un pequeño vehículo, este robot puede además hacer llegar alimentos o agua a las víctimas aisladas en lugares que en un primer momento son inaccesibles para los servicios de emergencia.
Otro que ha generado mucha expectación es «Aist», una especie de patinete de dos ruedas para labores como ir a la compra, ya que puede transportar bolsas pesadas y seguir a su propietario gracias a sensores.
Pero no sólo se espera una «invasión» en los hogares. Los robots desempeñarán tareas comerciales, como por ejemplo atender a los clientes en las tiendas del futuro.
Las últimas tendencias en el sector son las de los robots que se utilizan en ocio y educación. En este campo figura, por ejemplo, el robot «Chapit», de cuerpo y cabeza redondos y que, con sus grandes orejas, es capaz de reconocer voces y responder a distintas frases en tres idiomas diferentes y cumplir órdenes como encender la luz o la televisión gracias a sus sensores. (La Razón)
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ROBOTS.
Los robots , cuando se generalice su uso, nos traerán muchas ventajas. Pero, como sucede siempre, traerán, también, algunos problemas.
Uno de ellos, importante pero no el único, es el del tiempo libre. El tiempo libre es un lujo para las personas que quieren enriquecerse, en el sentido más amplio del término. Paseos, lecturas, escuchar música, hablar con la familia, hablar con los amigos, participar en actividades sociales y un largo etcétera.
Pero ¿qué hará un asno de dos patas con la vida solucionada y tiempo libre a raudales?
Necesitamos recuperar valores olvidados. Respetar al prójimo (el amor es un regalo que no se puede exigir), orgullo por el trabajo bien hecho, deseos de superación y mejora, hasta que la muerte nos separe......
Yo me conformaría.
Sebastián Urbina.
1 comentario:
Sebastián,
Tiempo libre hoy día hay más que nunca. Vivimos en la sociedad del ocio. Desgraciadamente se está demostrando que el hombre tiene "necesidad de trabajar".
No hay más que ver a los mayores, un jubilado tiene que ver más televisión que horas tiene el día... cuanto comecocos con el diario de patricias...
Saludos
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