martes, 14 de septiembre de 2010

¿Irresponsable? ¿Caradura? ¿Incompetente?


Día 14/09/2010 (ABC)

El presidente tiene coraje político. No se le puede negar. Cuando todo el mundo critica su política de empleo, enquistada en una defensa numantina del diálogo social que ha paralizado la toma de decisiones durante dos años, y su reforma laboral naufraga entre la irrelevancia y la huelga general, se presenta en Oslo en una Cumbre sobre el Empleo organizada conjuntamente por el Fondo Monetario Internacional y la Organización Internacional del Trabajo, y se atreve a dar lecciones.

Cuando desde estos organismos se critica que haya primado el subsidio sobre las políticas activas y se le echa en cara no haber acabado con la dualidad del mercado de trabajo recordándole que si los trabajadores fijos tuvieran en España un nivel de protección comparable a la media europea, la tasa de temporalidad bajaría del 24,8% al 11,3%, el presidente se remanga y les llama antiguos. Saca pecho y aboga por una forma nueva de entender lo que se llama empleo y desempleo y apuesta por la formación para abandonar el liderazgo europeo del paro.

Como Zapatero no es un ingenuo y hasta Corbacho ha reconocido que se tardarán cinco o seis años en recuperar los niveles de empleo anteriores a la crisis, me malicio que la apuesta del Ejecutivo no consiste en afrontar sin tapujos el problema de la escasa cualificación de la mano de obra española y su desconexión con las necesidades productivas de una economía globalizada, sino en jugar con las cifras del paro. Ya hay precedentes, dos en concreto, de cómo este gobierno modificó la metodología de cómputo del número de parados para excluir entre otros a los inscritos en cursos de formación.

Pero siempre es posible que por fin hayan entendido que el cambio de modelo productivo exige un trabajador flexible, móvil, bien formado y dispuesto a asumir riesgos. El problema es que los sindicatos, porque les va la vida en ello, se opondrían a esa reforma con algo más que videos cutres.
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LAS CINCO GRANDES MENTIRAS DE ZAPATERO.


M. Llamas / J.C. Barba (LD)

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió el lunes a Oslo (Noruega) para intervenir en el coloquio inaugural de la conferencia sobre el impacto de la crisis en el empleo, auspiciada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Como ya viene siendo habitual en sus visitas al extranjero, Zapatero aprovechó una vez más la ocasión para lanzar un diagnóstico general de optimismo sobre la situación económica de España y las medidas puestas en marcha por el Gobierno para combatir la crisis. A continuación, los mensajes del presidente y los datos y opiniones de los expertos que desmontan su tesis.

1. Los parados en formación no son parados:

Zapatero asegura que los desempleados que estén recibiendo formación no deben ser considerados parados. "Una persona, cuando está formándose, está trabajando, está trabajando para el país". Zapatero los considera, pues, trabajadores.

Lo curioso es que así consta ya en las estadísticas sobre empleo que elabora mensualmente el Ministerio de Trabajo. Hace apenas dos años, el Gobierno eliminó de la lista oficial de parados a los "demandantes de empleo" inscritos en cursos de formación para intentar reciclarse y volver así al mercado laboral.

En concreto, en febrero de 2008, poco antes de las elecciones generales, el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera, modificó la metodología del paro para maquillar la tasa oficial de desempleo. Caldera sacó de los registros de desempleados a las personas que acuden a cursillos de formación y los catalogó como "demandantes de empleo no ocupados (DENOS)".

Gracias a esta trampa, el Gobierno ha logrado sacar cerca de 500.000 parados de las listas oficiales del antiguo Inem. Así, mientras que la Encuesta de Población Activa (EPA) y Eurostat estiman que el número de parados en España se aproxima en la actualidad a los 4,6 millones, Trabajo reduce esta cifra hasta los 4 millones. De este modo, Zapatero considera "trabajadores" lo que Bruselas, la mayoría de gobiernos europeos y su propio Ejecutivo hasta 2008, definen como "parados".

2. España creará empleo a finales de año

La segunda gran falacia de Zapatero es la relativa a sus previsiones sobre creación de empleo. España iniciará una "senda de creación de empleo moderada" a partir de finales de este año o principios de 2011, aseguró el presidente.

Por desgracia, es el único que sostiene tal afirmación. Hasta el momento, no existe ningún organismo que coincida en este diagnóstico. Así, por ejemplo, la Comisión Europea estima que la economía nacional ha vuelto a contraerse (PIB negativo) en el tercer trimestre y prevé una caída global del 0,3% en 2010, siendo España el único gran país de la UE con PIB negativo el presente año. De hecho, la economía apenas avanzará un 0,5% en 2011, según las últimas previsiones de UBS.

Tal y como señala el profesor del Instituto de Empresa (IE) Rafael Pampillón, "tanto el año que viene (2011) como los siguientes la economía española crecerá poco y, por tanto, creará poco empleo. Esta situación de debilidad podría prolongarse hasta finales de esta década a la espera de que se hagan las necesarias reformas y cambie la estructura económica de nuestro país", advierte.

Cabe recordar que históricamente España tan sólo ha logrado crear empleo de forma sólida con un crecimiento del PIB superior al 2%-2,5%, y nadie prevé dichas tasas a corto o medio plazo.

Por otra parte, según fuentes de los Servicios Públicos de Empleo consultadas por LD, el mes de septiembre arrojará un aumento sustancial del paro a la vista de cómo están evolucionando los registros desde principios de mes. Además, el presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), Francisco Aranda, subraya que en agosto "no nos alejamos de la dramática tasa de paro del 20%, lo que nos da una pista de lo negativo que será el fin de año en lo que a empleo se refiere".

3. La reforma laboral será "positiva"

Zapatero explicó también que la reforma laboral recién aprobada busca dotar de flexibilidad a las empresas para que puedan adaptarse a las circunstancias económicas, con medidas como reducción de jornada o rebajas salariales. El presidente añadió que su objetivo es estimular la contratación indefinida, lo que se logrará al rebajarse los costes y extender el contrato de fomento del empleo con 33 días de indemnización por año trabajado, frente a los 45 actuales.

A su juicio, todavía hay que esperar unos meses para que las empresas exploren las posibilidades de la reforma y ver sus efectos, pero añadió que la reforma "dará resultado y será positiva para el mercado laboral, tanto para evitar la destrucción de empleo como para favorecer la estabilidad".

Los expertos tampoco coinciden en el diagnóstico. El profesor Samuel Bentolila, miembro de la Fundación de estudios de Economía Aplicada (FEDEA), tras analizar en detalle las medidas aprobadas, concluye lo siguiente: "La reforma laboral tendrá un efecto favorable, pero de magnitud reducida sobre la tasa de paro, la volatilidad del empleo y el crecimiento de la productividad".

España se sitúa a la cola del mundo en cuanto a efectividad y flexibilidad laboral, según el Foro Económico Mundial. Una reforma tan tímida como la aprobada no mejorará en gran medida este indicador. Los empresarios también tachan la reforma de "insuficiente".

4. El déficit exterior cae a la mitad

Zapatero defendió que España está emprendiendo la senda de la recuperación, ya que "el déficit exterior se ha reducido a la mitad". Sin embargo, los datos oficiales no recogen tal afirmación. El déficit corriente se redujo por el colapso del consumo, y en cuanto se recuperó mínimamente, volvió a deteriorarse, lo cual pone de relieve la aún escasa competitividad de España.

5. La deuda de las familias se reduce

Además, según Zapatero el endeudamiento de las familias se está reduciendo drásticamente. Algo que, unido a la reducción del déficit exterior, permite afirmar que "estamos en condiciones de volver a crecer", aseveró. Nuevamente, los datos de deuda privada en posesión de familias y empresas desmontan al presidente.

Tal y como muestra el siguiente gráfico, el endeudamiento privado de famlias y empresas no se ha reducido de forma sustancial, tal y como afirma Zapatero, más bien se mantiene pese a la grave crisis económica y la restricción crediticia. De hecho, el endeudamiento total de la economía española sigue creciendo debido al déficit público.


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