(Es decir, Rajoy propone un gobierno formado por PP, PSOE y Ciudadanos para dar estabilidad a España y parar la peligrosa deriva independentista catalana. Pedro Sánchez, sin necesidad, da cuatro senadores a los partidos independentistas ERC y DL para que puedan formar grupo parlamentario y así tener más dinero y otras ventajas. Pues bien, el que 'da alas' al independentismo, es Rajoy. PD. Hay que ser un sinvergüenza para decir que hay que 'tender puentes' con los independentistas. Uno de los graver errores de PP/PSOE ha sido permitir que los antes llamados nacionalistas periféricos, ahora independentistas, hayan incumplido sentencias judiciales firmes sin que pasara nada. De nada. Es sólo un ejemplo entre muchos. No tengo palabras para expresar mi indignación ante la miseria moral de este tipejo.)
¿TRAIDOR A ESPAÑA? Sánchez acusa a Rajoy de "dar alas" al secesionismo tras pactar él con ERC y CDC. Ya es hora de cambiar el paso y tender puentes para resolver uno de los
principales problemas que tiene España», dice el líder de los
socialistas.
Pese a su polémico pacto con ERC y CDC
para prestarles senadores, Pedro Sánchez ataca a Rajoy diciendo que "da
alas" al independentismo. (LD)
UNA ENCUESTA CONTRA PEDRO SÁNCHEZ.
Pedro Sánchez está dispuesto a cualquier cosa, hasta a pactar con los independentistas, con tal de ser presidente. El problema es que se le oponen todos menos los integrantes de su círculo de poder. Desde los barones socialistas hasta sus medios de comunicación de cabecera. Es decir, El País, que si ya le ha hecho varios editoriales y portadas en contra de una pacto con los extremistas y los independentistas, hoy le “hace” una encuesta, y, por si tampoco es suficiente, le añade otro editorial.
Una encuesta en portada en la que le señala que el PSOE es el único partido que perderá votos si se repiten las elecciones (21,1%) mientras que mejorarán el PP (29% de intención de voto), Podemos (22,5%) y Ciudadanos (16,6%), cosa que ocurre, le dicen en el editorial, “por el daño que le ha hecho al PSOE la gestión postelectoral y la competencia que le supone Podemos”.
Y le añade la encuesta que el acuerdo de Gobierno que más gusta a los ciudadanos es el que permita gobernar al partido más votado en solitario pactando decisiones con otros (58%) siguiendo por las formulas PP+Ciudadanos (40%) y PP+PSOE+Ciudadanos (40%)
Le recuerdan también en el editorial los peligros de la inestabilidad política para la economía española y le dicen, para concluir, que “es el momento de mostrar una actitud abierta y olvidarse de las líneas rojas para sentarse a dialogar”.
¿Que Pedro Sánchez va a tener la capacidad de imponerse a todos los barones críticos y a los medios de comunicación referencia de las líderes socialistas y de la mayoría de sus votantes, como creen algunos? Altamente improbable por no decir imposible.
(Edurne Uriarte/ABC)
PEDRO SÁNCHEZ SE RETRATA CON SU ENJUAGUE EN EL SENADO.
La cesión de senadores del PSOE a los partidos separatistas catalanes es un escándalo que ha provocado fuertes reproches también dentro de las filas socialistas. Este préstamo contranatura para que ERC y CDC –estos últimos bajo la denominación de Democracia y Libertad- puedan formar sus propios grupos en el Senado supone un fraude a los votantes socialistas pero, sobre todo, convierte las elecciones del pasado 20 de diciembre en una estafa democrática en la que el voto pasa a ser un cheque en blanco para que los líderes lo empleen en sus mercadeos parlamentarios.
Las excusas de los líderes de la dirección nacional del PSOE, que atribuyen esta cesión a un mero asunto de cortesía parlamentaria, no pueden esconder el verdadero trasfondo de una decisión que está en perfecta sintonía con la estrategia que viene siguiendo Pedro Sánchez desde el 20-D. El candidato socialista está dispuesto a todo con tal de llegar a La Moncloa y, para ello, necesita los votos de la extrema izquierda populista, pero también del separatismo. Si cualquiera de esos dos factores desaparece, la ecuación resulta imposible por la oposición de PP y PSOE a un Gobierno de esas características.
El gesto del PSOE, convertido en palafrenero de dos formaciones comprometidas con la destrucción del orden constitucional, resulta todavía más vergonzoso si se tiene en cuenta que ERC y CDC podrían formar grupo propio simplemente uniendo sus fuerzas, como ya hacen en el parlamento catalán. Pero ni siquiera este razonamiento elemental hace mella en un partido que tiene ya cómo únicos ejes de su acción política el deseo irrestricto de alcanzar el poder y el odio al PP.
Pedro Sánchez ha sobrepasado todas las líneas rojas. No sólo las
obligadas en un nacional que debe garantizar principios fundamentales
como la unidad de la Nación y la igualdad de los españoles, sino también
las fijadas expresamente por su propio partido a finales de diciembre,
cuando su máximo órgano de dirección determinó "de manera tajante", que
no colaborarían en la ruptura "de nuestro ordenamiento constitucional".
El tremendo varapalo recibido por los socialistas en las pasadas elecciones debería haber llevado al partido a una profunda reflexión que le hiciera abandonar el populismo y la demagogia radical de la que ha hecho gala tratando de competir con Podemos. Sin embargo, sus actuales dirigentes, con Pedro Sánchez a la cabeza, saben que la única opción de preservar sus cargos actuales pasa por alcanzar La Moncloa, a cuyo fin están dispuestos a sacrificar el propio PSOE. Unas siglas que, cada vez que se acerca a radicales y separatistas, avanza varios pasos de gigante hacia su desaparición.
(Edit. LD.)
UNA ENCUESTA CONTRA PEDRO SÁNCHEZ.
Pedro Sánchez está dispuesto a cualquier cosa, hasta a pactar con los independentistas, con tal de ser presidente. El problema es que se le oponen todos menos los integrantes de su círculo de poder. Desde los barones socialistas hasta sus medios de comunicación de cabecera. Es decir, El País, que si ya le ha hecho varios editoriales y portadas en contra de una pacto con los extremistas y los independentistas, hoy le “hace” una encuesta, y, por si tampoco es suficiente, le añade otro editorial.
Una encuesta en portada en la que le señala que el PSOE es el único partido que perderá votos si se repiten las elecciones (21,1%) mientras que mejorarán el PP (29% de intención de voto), Podemos (22,5%) y Ciudadanos (16,6%), cosa que ocurre, le dicen en el editorial, “por el daño que le ha hecho al PSOE la gestión postelectoral y la competencia que le supone Podemos”.
Y le añade la encuesta que el acuerdo de Gobierno que más gusta a los ciudadanos es el que permita gobernar al partido más votado en solitario pactando decisiones con otros (58%) siguiendo por las formulas PP+Ciudadanos (40%) y PP+PSOE+Ciudadanos (40%)
Le recuerdan también en el editorial los peligros de la inestabilidad política para la economía española y le dicen, para concluir, que “es el momento de mostrar una actitud abierta y olvidarse de las líneas rojas para sentarse a dialogar”.
¿Que Pedro Sánchez va a tener la capacidad de imponerse a todos los barones críticos y a los medios de comunicación referencia de las líderes socialistas y de la mayoría de sus votantes, como creen algunos? Altamente improbable por no decir imposible.
(Edurne Uriarte/ABC)
PEDRO SÁNCHEZ SE RETRATA CON SU ENJUAGUE EN EL SENADO.
La cesión de senadores del PSOE a los partidos separatistas catalanes es un escándalo que ha provocado fuertes reproches también dentro de las filas socialistas. Este préstamo contranatura para que ERC y CDC –estos últimos bajo la denominación de Democracia y Libertad- puedan formar sus propios grupos en el Senado supone un fraude a los votantes socialistas pero, sobre todo, convierte las elecciones del pasado 20 de diciembre en una estafa democrática en la que el voto pasa a ser un cheque en blanco para que los líderes lo empleen en sus mercadeos parlamentarios.
Las excusas de los líderes de la dirección nacional del PSOE, que atribuyen esta cesión a un mero asunto de cortesía parlamentaria, no pueden esconder el verdadero trasfondo de una decisión que está en perfecta sintonía con la estrategia que viene siguiendo Pedro Sánchez desde el 20-D. El candidato socialista está dispuesto a todo con tal de llegar a La Moncloa y, para ello, necesita los votos de la extrema izquierda populista, pero también del separatismo. Si cualquiera de esos dos factores desaparece, la ecuación resulta imposible por la oposición de PP y PSOE a un Gobierno de esas características.
El gesto del PSOE, convertido en palafrenero de dos formaciones comprometidas con la destrucción del orden constitucional, resulta todavía más vergonzoso si se tiene en cuenta que ERC y CDC podrían formar grupo propio simplemente uniendo sus fuerzas, como ya hacen en el parlamento catalán. Pero ni siquiera este razonamiento elemental hace mella en un partido que tiene ya cómo únicos ejes de su acción política el deseo irrestricto de alcanzar el poder y el odio al PP.
El tremendo varapalo recibido por los socialistas en las pasadas elecciones debería haber llevado al partido a una profunda reflexión que le hiciera abandonar el populismo y la demagogia radical de la que ha hecho gala tratando de competir con Podemos. Sin embargo, sus actuales dirigentes, con Pedro Sánchez a la cabeza, saben que la única opción de preservar sus cargos actuales pasa por alcanzar La Moncloa, a cuyo fin están dispuestos a sacrificar el propio PSOE. Unas siglas que, cada vez que se acerca a radicales y separatistas, avanza varios pasos de gigante hacia su desaparición.
(Edit. LD.)
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