21/8/2007
AROMAS DE MONSERRAT.
El Ayuntamiento de Barcelona, cuyo Alcalde es Jordi Hereu, ha cedido casetas a asociaciones pro-etarras en las Fiestas de Gracia. En tales casetas se exhiben fotos de terroristas pertenecientes al llamado Comando Barcelona.
Por supuesto, Don Jordi incumple la ley de banderas en las mencionadas fiestas. ¡No, no han excluido la bandera catalana! ¡Por Dios! Resulta que han excluido la bandera española. Pero ha sido para hacer amigos.
La progre catalanista que, a más a más, es Directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, defiende a Chávez, el dictador venezolano. No por casualidad, ambos han manifestado su pública admiración por el dictador Fidel Castro. Resulta que, según ella, la prensa (de extrema derecha) 'tergiversa' los milagros venezolanos. Esto es lo que dicen los progres de Cuba y de todos los paraisos totalitarios. La cabra tira al monte.
Como la Regás se pasa por el forro la libertad de expresión, no le escandaliza que su amigo y admirado Chavez haya cerrado cadenas de televisión y radio y amenazado y apaleado periodistas. De derechas, claro.
Ahí tienen dos ejemplos de dirigentes, uno político (Alcalde de Barcelona) y otro cultural (Directora de la Biblioteca Nacional), que merecerían vivir en Cuba, para disfrutar de lo lindo. Pero no como invitados del dictador, sino como la gente corriente. Son progres de libro, que se aprovechan de la opresión y la maldad, sin cuento, de las democracias occidentales para alabar a los regímenes totalitarios. ¡Allí si que hay verdadera libertad! Y de paso, vivir como reyezuelos a costa de los impuestos de las masas alienadas. Las del PP, claro.
Una de aromas mesetarios. El conocido amante de las libertades, G. Llamazares (IU, jamás será vencida) ''comparte y respalda las acertadas palabras de elogio de la venerable Rosa Regás al dictador venezolano''.
Con este personal, la democracia española no puede avanzar por el buen camino.
Sebastián Urbina.
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