Luis María ANSON
Después de la indignidad de su silencio ante el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, que arremetió contra los medios de comunicación españoles, Trinidad Jiménez
ha afirmado solemnemente que en Venezuela no hay presos políticos y que aquella es una democracia ejemplar.
Tras la primera indignidad de la ministra, compañeros de radio y televisión fueron golpeados bárbaramente en Marruecos por el delito de informar sobre un acontecimiento que implicaba al Frente Polisario. Era la escalada lógica de la política marroquí ante la debilidad de Zapatero y su dilecta marioneta Trinidad.
Las víctimas del desprecio a los derechos humanos en Venezuela han puesto el grito en el cielo ante la complacencia de Trinidad Jiménez con el régimen chavista, haciendo públicas unas manifestaciones devastadoras para el Gobierno Zapatero.
Hugo Chávez es un caudillo bufón que está implantado el comunismo castrista en Venezuela, además de financiar con los petrodólares movimientos similares en varios países iberoamericanos. Hugo Chávez, además, protege y entrena directa o indirectamente a varios grupos terroristas, entre ellos a Eta. Acaba de emitir un comunicado ofensivo e inadmisible para los dirigentes de nuestra nación.
La ministra de Asuntos Exteriores debería disminuir su verborrea incontenible, dominar su sonrisa permanente y poner los tacones en la realidad. En los sectores más responsables de la política internacional y de la economía se han encendido las luces de alarma ante las ligerezas y las incompetencias de la nueva ministra que Zapatero ha impuesto para que los Gómez del socialismo madrileño se traguen la taza y media del caldo monclovita. (El Imparcial)
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NO SON EQUIVOCACIONES.
Según el diccionario de la RAE , 'equivocar' es: 'Tener o tomar una cosa por otra, jugando u obrando desacertadamente'.
Por ejemplo. Voy en coche y veo un puma, corriendo por el campo. Me desvío de mi ruta y aviso a la Guardia Civil. Después de personarse en el lugar, comprueban que no es un puma. Es un perro grande que pertenece a uno de los agricultores de la zona. En este ejemplo, me he equivocado.
No es éste el caso de Trinidad Jiménez. Zapatero, Jiménez y el resto de la tropa quieren llevar a cabo esta política que es, en su opinión, la auténtica política progresista. Nada les hará bajar de la higuera. Desde mi punto de vista, están muy equivocados. Toman una cosa por otra. Se arrodillan ante el dictador Castro, porque dicen que es de izquierdas. Aunque sea un dictador. Pero odian a Bush aunque fuese votado democráticamente por el pueblo americano.
¿Han cambiado de opinión, Zapatero y compañía? No. ¿Se han dado cuenta de que no era un puma sino un perro grande? No. Ni se darán cuenta. Ni quieren darse cuenta. El peligro, para ellos, es el Papa y la derecha. No Fidel Castro ni Chavez. Ni sus amigos.
Son unos peligrosos sectarios. Lo grave es que hay unos diez u once millones de españoles que les votan. ¡Esta es la tragedia!
Sebastián Urbina.
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