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Mientras el PSOE daba lecciones de derechos humanos a Sánchez-Camacho, las juventudes socialistas catalanas lanzaban un vídeo zafio y soez en el que se compara el votar a Montilla con tener un orgasmo. El paro y la corrupción que desangran la economía de Cataluña tras el desastre del tripartito parecen causar placer al casta política catalana.

Votar al PSC en estas elecciones autonómicas provoca orgasmos, según un vídeo de las juventudes de este partido, hecho público este miércoles.

En estas imágenes aparece una chica en un colegio electoral y que, tras depositar la papeleta del PSC dentro del sobre, empieza a sentir placer.

Así, los responsables han explicado que con el spot quieren "dar vitalidad" a la campaña y "ganar notoriedad" entre los votantes indecisos con un vídeo "divertido" y sin contenido político directo.

La reacción de la chica provoca la inquietud y curiosidad de todos los que la rodean, y el anuncio concluye con el lema: "Votar es un placer". (Periodista Digital).

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Recuerdo el latiguillo del comunista Julio Anguita. Al menos quería ser serio. Afortunadamente, nunca tuvo los votos suficientes para llevar a la práctica sus ideas.

Sus primos hermanos, los socialistas, ya no tienen ideas. De ahí que pasen el tiempo demonizando al Partido Popular, en vez de explicar lo que quieren hacer.

Al carecer de ideas, la argumentación no tiene sentido. De ahí la frecuencia de insultos y descalificaciones. De lo que se trata es de primar los sentimientos y las emociones. Eso va muy bien a los estudiantes de la LOGSE, otro invento socialista para igualar a la baja. Completado con Educación para la Ciudadanía. Estarán todos listos para hacer explotar el Valle de los Caídos, como ya exigen unos progresistas del progreso. O proponer dos cordones sanitarios para la derecha. O dos condones, que no se darán cuenta.

Enfatizar las emociones en vez de razones, nos puede conducir al fascismo. Para dar un paso en el camino equivocado hace falta un líder carismático capaz de manipular a las masas y llevarlas de aquí para allá. Mucho más que Zapatero. Las masas no tienen capacidad para argumentar críticamente. Se sienten a gusto en el calor del establo y dominados por el líder. En la secta. Arropados por muchos como él o ella. Todos iguales. A la baja.

Hay que apelar a los bajos instintos. Hay que estimular el bramido de la muchedumbre. Criminalizar al que tiene mérito, al que ha subido en la escala social. Algo malo habrá hecho. ¡A por él! O trivializar el sexo. O infantilizar a los jóvenes para que nunca se conviertan en adultos. Que dependan de 'papá-Estado'. Siempre que sea socialista.

La pésima educación que tenemos facilita la formación de masas, en vez de ciudadanos responsables. Mal panorama. Pero la sociedad no tiene que llorar. Tiene que pensar y actuar. Y no confiar, tampoco, en los actuales dirigentes de la derecha española. Ya no se pueden dar cheques en blanco. No son de fiar los que no hablan de principios. ¿Los tienen?

Y los que hablan de principios pueden usarlos como señuelo. Pero esto no es una invitación a la desidia, a la renuncia, o el exilio interior. Es una invitación a la desconfianza racional hacia los políticos. Es una invitación a la responsabilidad ciudadana y una llamada a la acción. Necesitamos, España necesita, una regeneración democrática. No a la corrupción. Sí a la división de poderes. No a la ley electoral actual. Sí a lo que nos une. No a lo que nos divide y enfrenta......

Sebastián Urbina.