"El PSOE jugó un papel fundamental en el 23-F"
Alejandra Ruiz-Hermosilla (El Imparcial)
10-12-2010
"Felipe González y la cúpula del PSOE fueron quienes más avalaron al general Armada en la operación del 23-F". Con esta afirmación ha arrancado Jesús Palacios la explicación del "papel fundamental" que en su último libro otorga al PSOE en la "operación del 23-F". El periodista madrileño presentaba "23-F, el rey y su secreto" (editorial LibrosLibres) junto al prestigioso historiador hispanista Stanley Payne. Se trata de una obra que se nutre de fuentes históricas orales para revelar las claves de uno de los acontecimientos históricos más importante de España en los últimos 30 años. El análisis parte del convencimiento del autor de que el 23-F "no fue un golpe de estado sino un golpe del propio sistema para corregir la situación política del momento. No fue un golpe de involución. No pretendía volver a un régimen de dictadura ni tenía detrás un movimiento corporativo de los militares. Fue un golpe al sistema dentro del propio sistema que pretendía alcanzar un nuevo pacto político, un gobierno de concentración nacional, exceptuando los partidos nacionalistas, para corregir los fallos del sistema de entonces".
Palacios ha explicado durante su exposición los detalles de la "Operación De Gaulle", que comenzó a fraguarse en 1977 y quedó aparcada en el CESID hasta 1980. En ese año, sostiene Jesús Palacios, "la cúpula socialista era la que más participaba para la caída de Suárez. En el otoño de 1980, los líderes socialistas Felipe González, Gregorio Peces Barba y Enrique Múgica, se reunieron con Sabino Fernández Campo para transmitir al rey el convencimiento de que había que precipitar la caída del presidente". "España es un helicóptero a la deriva", dijo el ex presidente socialista en aquellos días. La "Operación De Gaulle", diseñada, planeada y ejecutada por los servicios de inteligencia según Palacios, culminó en los acontecimiento del 23 de febrero de 1981, que -insiste- no fue un golpe de estado, entre otras cosas, porque no hubo conspiración militar.
"Sin la figura del Rey -continuó el periodista- no hubiera existido el 23-F". "Fue una operación especial que se fue tejiendo en torno al Rey, a quien le presentaron un cuadro de suma gravedad y crisis política que justificaba la necesidad de una corrección". Diez eran las causas fundamentales de esa gravedad: el concepto de nacionalidades, las autonomías, ETA, los nacionalismos vasco y catalán, la pérdida de liderazgo de Suárez, la descomposición de la UCD, la ansiedad del PSOE de llegar al poder, la crisis del sistema y de las instituciones, la alarma del Rey de que le arrastrase la caída de Suárez y el deseo de regeneración, ha explicado el periodista.
Con ese ambiente político de trasfondo, el "23-F, el rey y su secreto", narra los detalles previos a la entrada en el Congreso de Diputados del teniente coronel Tejero, así como las causas de que la "Operación De Gaulle" fuera abortada por indicación del propio Rey. El protagonismo del Servicio de Inteligencia, de los partidos políticos, del general Armada y de cada uno de los involucrados… así como el conocimiento de la operación por parte de la administración de los Estados Unidos o del Vaticano son analizados en el libro.
A pesar del fracaso la Operación De Gaulle, Palacios considera que "hubo ciertos efectos psicológicos que provocaron, entre otras cosas, el triunfo del PSOE o la LOAPA de las Autonomías. Efectos que han perdurado casi 25 años".
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