VARGAS REACCIONARIO.
Titular de «Público»: «Vargas Llosa exhibe sus ideas reaccionarias al recoger el Nobel». Fernando Camacho le reprocha porque criticó el régimen de Cuba «sin explicitar sus razones»: ¿hay que explicitarle a don Fernando las restricciones a la libertad que padece allí la población?
También se queja porque el peruano «no se detuvo a explicar por qué los venezolanos han refrendado a Chávez en las urnas en numerosas ocasiones», como si eso vacunara a los gobernantes democráticos frente a toda crítica –¿valdría el argumento para Aznar o Bush?–.
Afirmó el señor Camacho que las ideas del escritor están «en sintonía con el modelo económico imperante en el mundo»: ¿el de China, Irán, Bolivia?
Como Vargas Llosa habló de armas de destrucción masiva lo acusa de identificación con Bush, al que no nombró. E. Prochazka sugirió que el hispanoperuano ganó el Nobel porque en Suecia ya no predomina la socialdemocracia, y no hay tanta sensibilidad hacia «lo público y los atropellos del liberalismo»; o sea: lo privado es malo y donde no hay liberalismo no hay atropellos.
A. Olmos acusó al Nobel de secundar el «capitalismo liberal», como si fuera peor que el socialismo antiliberal, y de recomendar a América Latina «dejarse abrir las venas por las multinacionales», como si los países sin multinacionales fueran prósperos y libres.
Las pruebas que el diario presenta no demuestran que Vargas Llosa sea un reaccionario. Igual demuestran otra cosa. (Carlos Rodriguez Braun/La Razón)
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LA (SUPUESTA) ESTAFA LIBERAL. (Sebastián Urbina).
He leído un interesante artículo de Eduardo Arroyo, (El Semanal Digital) ‘La estafa liberal’. Un punto central en su argumentación es
Su punto de partida,
Primero.
Es individualista en cuanto que afirma la primacía moral de la
Decir que el liberalismo ‘afirma la primacía moral de la persona frente a las exigencias de cualquier colectividad social’ es, al menos, insuficiente. ¿Por qué? Porque se refiere,
Supongamos,
Pero ¿qué es la colectividad? Las colectividades no tienen preferencias. Solamente las tienen los individuos de carne y hueso. De modo que la preferencia de la colectividad se puede descomponer en las preferencias de los individuos que la componen. Y el resultado puede ser que una mayoría decida que una persona determinada no tenga
Se trataría, en este caso, del ‘dominio de las mayorías’ y no del ‘principio de las mayorías’. En el
La inicial crítica a la primacía moral del individuo, parte de una
Segundo.
Es igualitariaporque confiere a todos los hombres el mismo estatus moral y niega la aplicabilidad, dentro de un orden político o legal, de diferencias en el valor moral
Esta característica, que parecería beneficiosa, resulta que, según el articulista, no lo es. ¿Por qué? Porque se sustituyen las comunidades históricas por agregados de individuos ‘libres e iguales’. Sin embargo, es falso que el liberalismo tenga la capacidad de sustituir, a su voluntad, las comunidades históricas. Por otra parte, la afirmación de que el liberalismo no acepta las diferencias en el valor moral de los seres humanos, exigiría mayor precisión.
Si quiere decir que el liberalismo respeta por igual una opción que otra, si es tomada libremente, sin violar derechos de los demás, ni la legalidad vigente, la respuesta es afirmativa. El liberalismo no pretende primar la opción de una persona frente a otra. Por ejemplo, primar moralmente al que utiliza su tiempo libre leyendo y contemplando el
Lo contrario supondría establecer clases de seres humanos en función de sus opciones morales, por parte de alguna autoridad. ¿Cuál? Entramos en un terreno
El peligro igualitario consistiría, según sus críticos, en la creación de individuos egoístas e insolidarios, en la creación de un sistema de egoísmos contrapuestos. En primer
De todos modos,
Cuando pasamos de las sociedades tribales a las sociedades extensas actuales no es posible mantener estos lazos tan intensos, la
Nadie quiere igual a su familia y a sus amigos íntimos que a un señor que
Tercero.
Es universalista, ya que afirma la unidad moral de la especie humana y concede una importancia secundaria a las asociaciones históricas específicas y a las formas culturales.
Es falso que el liberalismo haya tratado de imponer un solo proyecto social en
Cuarto.
El meliorismo ha impulsado una especie de utopía liberal según la cual el fracaso de las doctrinas liberales sobre el terreno no se debe a lo incorrecto de los planteamientos sino a la poca persistencia y a la escasez de los mismos.
Las doctrinas liberales no han fracasado. A pesar de las continuas tentaciones totalitarias que le rodean. La más importante, probablemente, es la que adora al
Por otra parte, gracias a las economías liberales, millones de personas en el mundo han salido del
Expuestas las cuatro características principales, el articulista critica que, al menos de
Esto es cierto. No es que desprecie la trascendencia sino que la deja a la libre elección de la persona. Pero es una falsedad
Otra crítica al liberalismo, dice lo siguiente: Pero el talón de Aquiles liberal radica en no ver que es precisamente la falta de restricciones -por ejemplo, en el mercado- lo que acaba vulnerando los derechos de aquellos que, en
Esto es falso aunque se repite continuamente. Lo hemos oido con motivo de la crisis económica actual. Recuerdo que la Vice-Presidenta De la Vega dijo: ´La mano invisible del mercado nos ha llevado a la crisis que ha tenido que ser solventada por la mano visible del Estado’. En resumen, cualquier persona mínimamente informada sabe que, especialmente el sector financiero, está excesivamente regulado por el Estado. El problema no está en la ausencia de regulación sino en la falta de controles efectivos. No han funcionado.
El liberalismo no es el responsable de esta falta de control sino el propio Estado y sus funcionarios. Además, nadie tiene ‘derecho’ al mismo bienestar que los demás. Como mucho, en las sociedades que producen suficiente excedente, hay
La obsesión igualitaria es propia de la izquierda o de los colectivistas, comunitaristas y asimilados, no del liberalismo. El realismo realmente existente intentó guiarse por la estrella polar de la igualdad, pero fracasó rotundamente. Al final, ni igualdad, ni libertad.
La guinda final del articulista no tiene desperdicio. Dice: El caso es que cultura,
Esto es, directamente, un disparate. El liberalismo no pretende la destrucción de todas estas cosas. Cuestión muy diferente es que las personas libres decidan alejarse, o acercarse, a instituciones, tradiciones y valores que el articulista antiliberal considera irrenunciables.
Afirmar que el liberalismo aspira a una solución única e incontestada es no
‘Nada es más fértil que el arte de ser libre, pero nada es más duro que el aprendizaje de la libertad’.Alexis de Tocque
1 comentario:
No, yo no escribí eso. Eso lo puso la redacción de "Público", sin mi autorización.
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