HISPANIZAR ESPAÑA.
Los análisis prospectivos de Goldman Sachs, respetados por quienes tienen poder para influir en el devenir del capitalismo global, calculan que dentro de 20 años, cuando España esté quizá lamiéndose de nuevo las heridas por el centenario de la República, el peso relativo de nuestra nación será tres veces menor, en un entorno europeo decadente frente al agresivo empuje de otros grupos humanos.
En una sociedad como la nuestra, anestesiada por estériles disputas partitocráticas, fragmentada por paletos complejos localistas, víctima de una descomposición ideológica sorprendente que el pueblo acepta gustoso, puede parecer tarea baldía e inútil hacer frente a esta decadencia que parece imparable.
Nuestros enemigos de dentro y de fuera lo hacen muy bien y el panfilismo de nuestra vulgocracia colabora eficazmente. Va siendo urgente que algunos grupos, por minoritarios que sean, logren elevarse sobre los inmediatismos coyunturales, cainismos maniqueos y tópicos perezosos que nos tienen paralizados, para afrontar con independencia y patriotismo el estudio de planes y programas que puedan favorecer que España mantenga su vigor y no sea simple pretérito histórico.
Quizá sea necesario que nos sacudamos leyendas negras y ataduras europeas que nos mantienen atrapados y dependientes. Quizá sea urgente frenar ese ridículo que nuestros mentecatos dirigentes van extendiendo a todos los grados educativos, consistente en formar cada vez más a los españoles en la lengua inglesa. Quizá sea determinante tomarnos en serio nuestra pertenencia a uno de los grandes grupos humanos realmente existentes: el formado por quienes hablamos español; una realidad integrada por 20 naciones cuyos intentos de unidad vienen siendo frenados desde hace siglo y medio mediante disolventes ideologías latinoamericanistas, panamericanas e indoamericanas. Quizá debamos procurar que España se integre en Hispanoamérica. (Gustavo Bueno/La Gaceta).
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HISPANIZAR ESPAÑA Y SU SENTIDO.
Estoy de acuerdo con lo que dice Gustavo Bueno, excepto en lo de 'integrarnos' en Hispanoamérica. ¿Qué significa? ¿Estar en una especie de UE Hispanoamericana? Creo que España debe seguir donde siempre ha estado, en Europa. Eso sí, mejorando e intensificando las relaciones con Hispanoamérica.
Europa e Hispanoamérica son dos caras de una misma moneda, la posición internacional de España. Son dos ámbitos privilegiados de los que no podemos prescindir. Forman parte de nuestro ser histórico, forman parte de nosotros mismos. Somos Europa e Hispanoamérica.
Estoy bien de acuerdo con el resto del artículo 'Hispanizar España'. Y a tal efecto deseo recordar la magnífica intervención de Juan Luis Calbarro y Jorge Campos en una televisión balear, la pasada noche del sábado. Debatieron con una señora (Font) del sindicato STEI y con un representante de ERC, cuyo nombre lamento no recordar.
Un problema inicial y asimétrico es el siguiente: mientras que Calbarro y Campos, ni odian ni desprecian a Cataluña, me atrevo a decir que los otros dos contertulios sí odian, o desprecian, (o ambas cosas) a España. Si esto es así, y la historia de estas dos instituciones parece darme la razón, el debate fue un diálogo de sordos. Con la ventaja moral y política de Calbarro y Campos.
¿Por qué? Porque defendieron la libertad de elección de los ciudadanos en materia educativa. ¿No es lo normal en una democracia? Pues no. ¿Qué hicieron los separatistas antiespañoles? Lo de siempre. Inventarse agravios históricos para tratar de obtener ventajas de todo tipo. Y limitar o negar la libertad de los que no piensan como ellos.
De todos modos, aunque en lo personal es una pérdida de tiempo (para Calbarro y Campos) debatir con personas así, no lo es en lo social. Mucha gente se da cuenta, en vivo y en directo, de que hay personas, como las citadas, que no les tienen miedo a los separatistas. Y además, tienen argumentos, de sobra (democráticos), para darles unas buenas collejas metafóricas a los enemigos de España. Que es lo que son. Lo que sucede es que no es políticamente correcto decirlo.
Aconsejo la lectura del tercer libro sobre la Historia de España de Losantos/Vidal. Casi diría que me he quedado corto con lo de 'enemigos de España'.
Pero no hay peor sordo que el que no quiere oir.
Sebastián Urbina.
1 comentario:
Joan Lladó.
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