jueves, 23 de diciembre de 2010

LA CANALLA DE IZQUIERDAS.




La canalla contra dos cargos del PP

23 de Diciembre de 2010 - 14:02:03 - José Antonio Martínez-Abarca

Estuve presente en el intento de linchamiento en Murcia por parte de la canalla acomodada de izquierdas. El del secretario general de la consejería de Presidencia, José Gabriel Ruiz, y un senador del PP.

Una escena de entreguerras, digna de una democracia débil, progresivamente más débil y degenerada: propia de un parlamentarismo aproximadamente bielorruso. Acababan los dos de llegar a un acto rutinario, prenavideño. Perfectamente vestidos, consuetudinariamente peinados y quizás incluso duchados de esa mañana.

Les habían montado una encerrona nada "espontánea" los sindicatos del mano sobre mano, que por primera vez comprueban que la posibilidad de tener que trabajar algo para ayudar a salir de la crisis es bien cierta. "Bueno, ya hemos venido, pero ahora vámonos, que una cosa es acudir y otra provocar", me dijo Ruiz, siempre exquisito y comprensivo con los enemigos. No le dio tiempo. Lo que allí provocaba irremediablemente era la posibilidad de que fuera duchado, a juzgar por el aspecto y el aliento de las dos comadres que se le acercaron a gritarle fascista, fascista.

Fascista, a él, el liberal convencido y ejemplar que más ha hecho por recuperar para la sociedad civil murciana espacios que habían cubierto ilegítimamente los monopolios o los mismos poderes públicos. Fascista, aúlla la alitosis estructural de esta España rígida frente al espejo. A la llamada de la selva acudieron otros vanguardistas del poco trabajar, identificados como de Comisiones, alentados por la absoluta pasividad, si no complicidad, de la socialista Delegacion del Gobierno.

Lo atraparon, a Ruiz, en un callejón oscuro desde el que inmediatamente me vino ese inequívoco deje a cerveza agria que tienen las sectores sociales que vacan a mediodía. El siguiente que iba a ser reconocido y señalado iba a ser yo. Me recordé de aquello que contaba Josep Pla en sus crónicas de la República, cuando, en la Puerta del Sol, un gitano fue descabezado en el acto por contravenir a la masa tupida de expectativas asesinas. Temí por la vida de Ruiz y del senador, masticados y escupidos por esa masa de privilegiados que no perdona el favor asimétrico de tantos años por parte de la Administración y la insoportable carga de tener aún algún trabajo seguro. Leo que se salvaron con relativo bien, refugiándose en un sagrado jesuita.

Al frente del comadrerío halitósico, la candidata del PSOE a presidirnos, Begoña García Retegui, de la extrema izquierda del PSOE que tantas veces cae más lejos que la de IU (al fin, el estar en uno u otro partido sólo es una diferencia de expectativas monetarias), ese lugar donde cae el inodoro de la "casa común", una simple "borrokilla" de pelo de panocha de cosmovisión lindante con Chiapas que luce en las paredes de casa la estelada independentista catalana, entre otros amenos símbolos de la "salida social" a la crisis.

Son los profesionales de estas cosas, mostrándose sin ningún tipo de pudor. Son los del "pásalo" -que estaban muy serenos y disciplinados mientras eran los suyos los que le quitaban la escudilla a los inermes ancianos de debajo de la baba-, los dudosos "obreros" de manos de pianista, los que se han reído muy a su sabor de nuestras dificultades y nuestros naufragios de esta crisis. Hasta que, según su versión, ha venido el capitalismo manchesteriano de Valcárcel a hacerles apencar el sindios de ocho horas, de lunes a viernes, pero eso sí, respetándoles el fin de semana inglés.

Valientes revolucionarios. Ya me lo avanzó el difunto maestro de gramática Perona hace unos años: "las revoluciones del futuro estarán financiadas por las cajas de ahorros". O por la élite funcionarial.
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Dos miembros del PP y un fotógrafo, agredidos por sindicalistas de CC OO en Murcia

09:24 (23-12-2010) | (La Gaceta)

Entre los manifestantes estaba Begoña García, la candidata socialista para presidir esa comunidad. Rodearon la casa del presidente de la región, Ramón Luis Valcárcel, y golpearon a Pedro Manuel Hernández, senador del PP, y Arturo Giménez.

Los dos miembros del PP en Murcia agredidos de forma salvaje por sindicalistas de CC OO son Arturo Giménez y Pedro Manuel Hernández. No han sido los únicos que han sido apaleados por las hordas de Ignacio Fernández Toxo, quien hasta ahora no se ha pronunciado ni denunciado la deleznable actuación de sus afiliados. También Israel Sánchez, fotógrafo del diario La Verdad, ha recibido una paliza

El diario murciano señala que entre los manifestantes estaba Begoña García, la candidata socialista para presidir esa comunidad. Así, al acto de entrega de premios de la Cadena Ser al que iba asistir Ramón Luis Valcárcel, presidente de Murcia, por petición expresa del director de la emisora. Todo ello debido a la ley de medidas extraordinarias contra el déficit que ha tenido que llevar a cabo el dirigente popular por la falta de financiación del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante la concentración, del todo ilegal, por no haberse pedido los permisos pertinentes para ello no hubo asistencia de las fuerzas de seguridad, con los que los sindicalistas tenían vía libre para poder dar auténticas palizas. Además, las hordas no se quedaron quietas y rodearon literalmente la casa donde reside el máximo mandatario de la región.

En programa El Gato al Agua, de IntereconomiaTv, Pedro Javier Alcaraz ha señalado que estaba presente cuando ocurrieron estos hechos. Así, cuando vio la marabunta "acogió a sagrado" a los militantes del PP y acto seguido cerró las puertas de la iglesia donde se encontraba para poder separarlos de los sindicales, que eran unos 1.000. Así, explica que la situación era vergonzosa porque ha ocurrido en un parque con niños delante.

Al mismo tiempo Pedro Manuel Hernández, senador del PP, y Arturo Giménez, miembro del PP, agredidos también por los militantes de CC OO, pudieron refugiarse en la iglesia de Santo Domingo y pudieron cerrar las puertas gracias a la colaboración de un policía de paisano ante la amenaza de que los sindicalistas entraran en el templo para continuar la paliza.

2 comentarios:

Arcoiris dijo...

El Coco, el Hombre del Saco, el Sacamantecas, incluso “un gitano que va a venir por ti si no te portas bien”… Ninguno de estos personajes de mi infancia me quitó jamás el sueño. Sin embargo, el miliciano armado, ese paisano que alguna vez he contemplado en fotografías de nuestra guerra civil, iletrado, probablemente, y dispuesto a imponer la “justicia social” como él la interpretara, ese tipo, esas criaturas del Señor, esos sí me horripilaron siempre, no se por qué, o sí, “pasearan” o no, además, a alguno de sus vecinos. Sin duda es problema mío que, de un tiempo a esta parte, asimilo y me producen el mismo horror los piqueteros y liberados sindicales como los rancios milicianos de las ilustraciones. Siempre he sospechado que, si las circunstancias fueran propicias, serían el colectivo que hoy día se atropellarían para substituir, gozosos, a los antiguos sietemachos. Y me temo que los eventos del presente, y no sólo por estos actuales de Murcia, me confirman en mis augurios.
Al Gobierno que a casi todos nos ha empobrecido, ese que ha socializado tan eficazmente la miseria, no le perdonaré en la vida que haya gobernado contra la mitad de los ciudadanos, que nos haya enfrentado, que haya resucitado, nuevamente, las goyescas Pinturas Negras, también el “Duelo a garrotazos”. ¡Insensatos!
P. S.: “¡Nunca máis!”

Anónimo dijo...

Como se nota que en Murcia no gobiernan socialistas ni nacionalistas. A pesar de ser una de las CCAA con mayor déficit público, sus gestores no se llevan ni una sola puya.

Menuda "objetividad". Bravo.