CATALANO-FASCISTAS

 

CATALANO-FASCISTAS.

¿Se sabe de algún acto de agresión física en las islas causado por elementos de derechas en lo que llevamos de democracia? No, en absoluto.

¿Y se sabe de algún acto de agresión física causado por la extrema derecha? No, tampoco, ni siquiera por la extrema derecha.

Expuesta la premisa de hecho, no puedo menos que insistir en la paradoja que supone que los catalanistas radicales insulten a los populares llamándolos fascistas, por cuanto si hay algo que se parece al pensamiento fascista, ése es, precisamente, el suyo.

Lo hemos dicho muchas veces: para ellos, el fin (la normalización del catalán) justifica los medios (injuriar al Presidente en Manacor a apedrear a su guardaespaldas).

Lejos de arrepentirse, nos exigen, encima, que amemos una lengua que está asociada a la intolerancia o la violencia. Para estos catalano-fascistas, la democracia está muy bien siempre y cuando se haga lo que dicten ellos. ¿Qué el pueblo haya elegido al PP por mayoría absoluto en función de un determinado programa? Les tiene sin cuidado, porque la lengua es sacra y en esa materia no hay libertad que valga.

Si un neonazi balear infringiera el Código Penal, la mayor parte de la prensa y la sociedad isleñas se les echaría encima. ¿Pero por qué es la respuesta tan tibia respecto de los actos criminales de los catalanistas? Yo supongo que es porque el idealismo está bien visto; sin embargo, estos idealistas, tan ignorantes, no caen en la cuenta de que los verdaderos nazis no lo eran menos.

¿O es que no les parece ideal una nación de gente honrada, fuerte, guapa, rubia, alta, con ojos azules y únicamente preocupados por el bien común? (Javier Legorburu/El Mundo/Baleares).

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IDEALISTAS Y CATALANO-FASCISTAS.

Estoy de acuerdo con este excelente artículo de Javier Legorburu. Sin embargo, no creo que la tibieza de la respuesta social, que comenta, se deba a que el idealismo esté bien visto.

Mi opinión es que la mayoría (no puedo hacer mayores precisiones) es cobarde, y se echa atrás ante minorías agresivas. Si no gusta la palabra 'cobarde' se puede escribir 'prudente'. Aunque no estoy de acuerdo.

Por eso crece la bola de nieve. Desde hace tiempo. Pero no se debe solamente a la cobardía social sino a la mezquindad moral de la mayoría de los políticos. Ellos ceden ante los que les pueden crear problemas. Y siempre paga el ciudadano anónimo, el que paga las multas y los impuestos. El que no tira piedras. 

Ser fuerte con los débiles (o educados, o responsables) y ser débil con los fuertes (o violentos, o antisociales). Esta es una usual máxima política.

Los catalano-fascistas no son idealistas, a menos que igualemos, por ejemplo, a estos tipejos totalitarios con Teresa de Calcuta y otros de similar altura moral. Me parece mejor reservar el nombre de 'idealistas' a los que persiguen una idea buena, o no mala. Los totalitarios también persiguen una idea, pero es mala.

Ya sé que no vivimos épocas propicias para las valoraciones morales. Que vende más 'atenerse a los hechos'. Pues bien, ambos (catalano-fascistas y Teresa de Calcuta) persiguen una idea. Pero unos respetan la libertad y la dignidad ajenas, y otros no.

Si el lenguaje ha de servir para orientarnos en la compleja realidad de la vida y entender lo que decimos (incluso en la discrepancia), parece que esta enorme diferencia debe tener un reflejo en el lenguaje.

O sea, si llamo 'idealista' a Teresa de Calcuta, me niego a calificar de 'idealistas' a los catalano-fascistas. Utilizaré dos sacos diferentes. Aunque ambos persigan una idea.

Sebastián Urbina.