DELINCUENTES. CAT Y ATONTADO. ES
Cataluña
''Mas asegura que el catalán se seguirá enseñando «pese a quien pese''.
El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha asegurado que Cataluña mantendrá su modelo de inmersión lingüística «diga lo que diga» el Tribunal Supremo
Día 27/06/2012 - 14.02h.
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DELINCUENTES. CAT
En las fotos puede verse al Muy Honorable Artur Mas y a su mano derecha Durán y Lleida (bailando una sardana) que, públicamente, han manifiestado que se pasan por el forro las sentencias del Tribunal Supremo.
Don Francesc Homs, con el vasito de agua (catalana) al lado, es el encargado de lanzar al mundo la buena nueva de la cuarta potencia económica de Europa. Y eso que no han incluído, todavía, los ingresos por exportación de butifarras.
Tal vez pasen a ser los terceros. Son capaces de todo.
En la foto de abajo se puede ver la reacción de Mariano Rajoy, Presidente de España (aunque no lo parezca) ganador de las elecciones generales por mayoría absoluta (aunque no lo parezca). Es su cara habitual. No espere mucho más.
Por cierto, ¿se ha parado a pensar lo que le pasaría a usted, probo ciudadano, si se pasara por el forro una sentencia en contra del Tribunal Supremo?
Pues este es el Estado de Derecho que tenemos. O sea, pague los impuestos y calle. ¡Coño!
¡Esperanza for President!
PD.
Observen la falsedad mezquina de Mas (el Muy Honorable) al decir que 'el catalán se seguirá enseñando' como si este fuera el problema. Nunca se ha prohibido la enseñanza pública y privada del catalán, desde 1978. Al menos.
Por favor, no vomite aquí.
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Imposición del catalán en las aulas.
(LaVozLibre).
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Es sabido, igual el cumplimiento de las leyes que el acatamiento a los veredictos de jueces y magistrados constituyen asunto facultativo en la ínsula Barataria de Artur Mas; una opción, como dicen ahora los cursis. Así, con cansina indiferencia, el presidente de la Generalitat acaba de remitir a la papelera la enésima sentencia del Supremo que ordenaba no proscribir el uso docente del idioma español en las aulas.
Sentencia innecesaria, por lo demás. Y ello porque los dictámenes del Tribunal Constitucional son vinculantes y de obligado cumplimiento para todos los poderes públicos: jueces, parlamentos, Gobierno y, por supuesto, administraciones autonómicas varias.
No hace falta ninguna resolución judicial a fin de que se cumplan los fallos del TC. Ninguna. Sobra por ocioso, pues, cualquier pronunciamiento redundante de instancia alguna tras el veredicto firme del Alto Tribunal a cuenta de la reforma del Estatuto de Cataluña.
Recuérdese al respecto la literalidad del mandato del Constitucional sobre las lenguas propias e impropias: "Las Administraciones públicas [...] no pueden tener preferencia por ninguna de las dos lenguas oficiales". Eso rompería el "equilibrio inexcusable entre dos lenguas igualmente oficiales y que, en ningún caso, deben tener un trato privilegiado [...] Solo los particulares pueden preferir una u otra de ambas lenguas. Y hacerlo, además, en perfecta igualdad de condiciones [...], lo que excluye que [...] quienes prefieran el castellano hayan de pedirlo expresamente".
Una exigencia que no únicamente alcanza a los pupitres sino que apela al universo institucional todo, empezando por los impresos municipales y acabando por las multas a los tenderos de barrio insumisos. Imperativos, los de nuestro orden legal, que hasta los testaferros del hacha y la serpiente se pliegan a cumplir. A regañadientes, sí, cerdeando, sí, pero al menos cubren las apariencias. He ahí, sin ir más lejos, la Ley de Banderas. Una norma que las máscaras institucionales de ETA aplican frente al altivo desacato de los nacionalistas presuntamente moderados de CiU.
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Imposición del catalán en las aulas.
Artur Mas desacatará al Supremo y prohibirá el español 'caigan las sentencias que caigan'.
(LaVozLibre).
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LA (ENÉSIMA) SENTENCIA.
Sentencia innecesaria, por lo demás. Y ello porque los dictámenes del Tribunal Constitucional son vinculantes y de obligado cumplimiento para todos los poderes públicos: jueces, parlamentos, Gobierno y, por supuesto, administraciones autonómicas varias.
No hace falta ninguna resolución judicial a fin de que se cumplan los fallos del TC. Ninguna. Sobra por ocioso, pues, cualquier pronunciamiento redundante de instancia alguna tras el veredicto firme del Alto Tribunal a cuenta de la reforma del Estatuto de Cataluña.
Recuérdese al respecto la literalidad del mandato del Constitucional sobre las lenguas propias e impropias: "Las Administraciones públicas [...] no pueden tener preferencia por ninguna de las dos lenguas oficiales". Eso rompería el "equilibrio inexcusable entre dos lenguas igualmente oficiales y que, en ningún caso, deben tener un trato privilegiado [...] Solo los particulares pueden preferir una u otra de ambas lenguas. Y hacerlo, además, en perfecta igualdad de condiciones [...], lo que excluye que [...] quienes prefieran el castellano hayan de pedirlo expresamente".
Impunidad, la de los catalanistas, que en última instancia se ampara en la doctrina golpista de Tejero. "Obediencia debida" llamaban cuando el 23-F a la coartada de la soldadesca levantisca. Proceda de una vez la Fiscalía contra maestrillos dados a la insubordinación, profesores-inmersores y demás peones de brega de los insurrectos. Obediencia, solo a la Ley. (José García Dominguez/ld)
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