miércoles, 15 de enero de 2014

MARIANO, A VER VENIR.


 
(No estoy de acuerdo con las conclusiones de Luis María Ansón. Es decir, puede ser que el nuevo partido VOX perjudique las  posibilidades electorales del Partido Popular, pero si esto sucediera la responsabilidad sería de Mariano Rajoy. 
 
Los principios del PP los ha metido en un cajón para que no molesten. Menos mal que, en esta sociedad anestesiada, alguien se indigna lo suficiente como para organizar un partido dispuesto a hacer lo que Rajoy es incapaz.)
 
 
 
 
A RAJOY LE CRECEN LOS GIGANTES

   

La política arriólica de no hacer nada porque el tiempo arregla todas las cosas le está pasando una gravosa factura a Mariano Rajoy Oriol Junqueras y su su lacayo Arturo Mas le han lanzado el órdago del referéndum secesionista. Bildu se ha encampanado y respalda abiertamente el enaltecimiento del terrorismo etarra en el País Vasco y en Navarra. Y peperos ilustres como Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara anuncian la creación de un nuevo partido que supla las inhibiciones y las deficiencias del Partido Popular.

Ortega Lara fustiga la partitocracia, denuncia el escándalo del reparto del Poder judicial y propugna la disminución de los impuestos. Son muchos los españoles que piensan como él y que han instalado a los partidos políticos en el tercero de los diez grandes problemas que agobian a los españoles. La última Encuesta Social Europea sitúa a la clase política española en el nivel más bajo con una puntuación de 1’9 sobre 10. Una vergüenza para nuestros políticos.

A Mariano Rajoy le crecen los gigantes en Cataluña, en el País Vasco y ahora en el interior del PP. ¿Qué probabilidades de éxito tienen Ortega Lara y Abascal con el nuevo partido que ponen en marcha? Muy escasas, la verdad, puesto que el sistema está sólidamente articulado sobre una financiación abrumadora, a costa del erario público que paga directa o indirectamente el 90% de lo que gastan PP y PSOE.

Lo que sí puede hacer el nuevo partido es erosionar al PP y privarle de mayoría de gobierno en algunas Autonomías y municipios, al margen de lesionarle en las europeas. Y la verdad es que eso resultaría negativo porque la alternativa en estos momentos al PP no es el nuevo partido ni tampoco el PSOE sino un Frente Popular ampliado. Por eso, aún desde la simpatía, conviene contemplar con reserva la nueva operación política que se ha puesto en marcha.

(Luis María Ansón/El Imparcial)

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