domingo, 26 de enero de 2014

¡BASTA DE DIÁLOGO!









¡BASTA DE DIÁLOGO!


Acabo de leer la noticia  (ElMundo/Baleares/25/1/2014) de que el Obispo Salinas pide diálogo ante el conflicto de la educación. No es por meterme con el Obispo, es que estoy harto de la absurda obsesión por el diálogo. Salvando las distancias que haya que salvar, esto se parece a las gambas. Comerse media docena de gambas frescas es una delicia. Pero si tenemos que comernos dos docenas, la cosa cambia. Y tres, ya no digo.

¿Por qué es insoportable esta insistente apelación al diálogo?

Pongamos unos ejemplos. Usted tiene la suerte, o la desgracia, de ser profesor. Corrige un examen. Lo hace detenidamente, y varias veces. Ha explicado en clase las preguntas que puso para el examen. Y el examen que tiene entre las manos es malísimo. Merece un cero. Pero, por caridad cristiana, quiere evitarle el mal trago del cero, y decide ponerle un uno y medio.

Luego se presenta el alumno en su despacho. No viene a que le explique los errores que ha cometido. Esto estaría bien porque se supone que podría evitarlos la próxima vez. No, el alumno quiere ‘diálogo’. ¿Diálogo? ¿Qué diálogo?

Las elecciones democráticas significan que se puede cambiar de dirigentes políticos, y de políticas, sin baño de sangre. Es decir, pacíficamente. Por medio de los votos y las urnas. Los partidos políticos representan diferentes opciones y los ciudadanos apoyan con su voto estas diferentes opciones. Dejo aparte el hecho lamentable de que los políticos se desvíen mucho (no soy maximalista) de sus propuestas electorales.

Supongamos que gana las elecciones la opción (A), y lo hace por mayoría absoluta. Cumpliendo con su obligación- de vez en cuando así lo hacen- aplican el programa electoral. Pues bien, resulta que los que han perdido las elecciones democráticas, exigen ‘diálogo’. ¿Para qué? Para que los que han ganado las elecciones no apliquen su programa. Sí, ha entendido bien.

Y para ello utilizan la estrategia de la ‘democracia callejera’. ¿En qué consiste? En paralizar, o boicotear el normal funcionamiento de los centros de enseñanza, incumpliendo así con sus obligaciones. En manifestarse, a veces pacíficamente, a veces violentamente, contra el resultado electoral democrático. O sea, quieren ganar los que han perdido.

¿Qué hacen las autoridades? Depende. Algunas, como el Obispo Salinas, piden ‘diálogo’. Otras, como el Presidente electo por mayoría absoluta, insiste en aplicar su programa electoral. Por primera vez, ya que los anteriores Presidentes populares se bajaban los pantalones a toda prisa. Bueno, algunos ya los dejaban quietos a la altura del astrágalo.

Los partidos de la oposición acusan al Presidente elegido democráticamente por mayoría absoluta de ‘intolerante’ y ‘facha’. Los sindicatos y la prensa progresista caminan por esta senda.

Ahora supongamos que la presión ‘democrática’ de la ‘democracia callejera’ y sus terminales mediáticas consigue que los que han ganado las elecciones cedan. Bien, a partir de ahora tenemos diálogo’. Antes no. Las elecciones democráticas no representan ningún tipo de diálogo.

Se reúnen representantes de las dos partes. ¿En qué consiste el ‘diálogo’? En que los que han perdido las elecciones impongan sus condiciones, y los que han ganado las elecciones no apliquen su programa electoral. A menos que tengan el visto bueno de los que han perdido.

Más diálogo. Que los que han ganado las elecciones actúen como si no las hubieran ganado. Y que los que han perdido las elecciones actúen como si las hubiesen ganado.

Última taza de diálogo. Los electores que apoyaron al partido que ha ganado las elecciones, llegan a tener los ‘diálogos’ bastante hinchados. Y deciden lanzarse a la calle exigiendo ‘diálogo’. Las fuerzas progresistas acusan a estos manifestantes de exigir un ‘falso diálogo’. Y no contentos, les acusan de ‘fachas’. Las autoridades, casi todas, apelan a la calma.

Pregunta. ¿Para qué sirve ganar unas elecciones democráticas? ¿No es mejor acudir, directamente, a la 'democracia callejera'?

Sebastián Urbina.


No hay comentarios: