viernes, 10 de julio de 2015

HISTORIA DE MALLORCA










 (Breves comentarios. Absténganse catalanistas y allegados.)


HISTORIA DE MALLORCA.

Quinto Cecilio Metelo (que recibiría más tarde el sobrenombre de Balearicus), conquistó a la isla para la república romana en el año 123 antes de Cristo.

Argumentando supuestas incursiones piratas con base en las islas, y con la verdadera finalidad de establecer una cuña al comercio fenicio, Roma decidió apoderarse del archipiélago. Cuenta la leyenda que el general romano tuvo que proteger sus embarcaciones con pieles de animales, porque los habitantes, expertos en el manejo de las hondas, les impedían desembarcar. Las legiones romanas tardaron dos años en someter todas las islas. Tras la conquista, los honderos de Mallorca pasaron a formar parte de las tropas auxiliares romanas combatiendo de manera destacada junto a Julio César en la conquista de la Galia (las corazas defensivas no resultaban muy efectivas contra los proyectiles de los honderos).

Con el Cónsul Cecilio Metelo llegaron unos cinco mil romanos, soldados, colonos y sus familias en una población de pocos miles de habitantes como era Mallorca de aquellos tiempos. Imaginen el fuerte impacto, no sólo por la cantidad. Roma era muy superior en todos los aspectos y los mallorquines se fueron adaptando a esta cultura superior, incluyendo el latin vulgar que hablaban estos romanos, y que se fue convirtiendo en lo que hoy llamamos ‘mallorquín’. A pesar de los catalanistas y aliados.

En el año 425 Mallorca sufrió la invasión y el saqueo de los vándalos, pueblo germánico que se asentó en la isla hasta el año 534, cuando el general bizantino Belisario ordenó conquistar el archipiélago balear.

 O sea, pasamos del Imperio Romano Occidental al Impero Romano Oriental.



En 707 tuvo lugar el primer desembarco musulmán del que se tiene constancia. Siguieron dos siglos de zozobra permanente hasta que a partir del año 903, Mallorca quedó en poder de la dinastía musulmana de los Omeyas. El castillo de Alaró resistió durante ocho años, según cuentan las crónicas, y fue el último refugio de la resistencia de los rumi (cristianos) durante la conquista musulmana. A continuación vino una etapa floreciente, durante la que Madina Mayurqa, la Palma actual, fue un gran centro cultural.

En 1115 una escuadra pisano-catalana atacó Mallorca en una expedición de castigo en represalia por las actividades piratas que se realizaban desde la isla. Saqueada y destruida por primera vez Madina Mayurqa, y en ausencia de Ramón Berenguer III, la escuadra pisana huyó al avistar la escuadra almorávide enviada desde África. La isla quedó en manos de una familia almorávide, los Banu Ganiya, que mantuvieron buena relación con las potencias del mediterráneo, llegando incluso a firmar un tratado de no agresión. Posteriormente, en 1203, los almohades se apoderaron de Mallorca, hasta que años después, en 1208, designaron como gobernador a Abú Yahya, que formó un principado semi-independiente, con apenas una sumisión formal al emir almohade.


Las tropas aragonesas de Jaime I el Conquistador, que arribó a la isla en 1229, la conquistaron definitivamente para los cristianos. Tras derrotar al valí musulmán Abú Yahya en la batalla de Portopí (1229) y tomar Madina Mayurqa (1230), la resistencia cesó en 1231. Los pobladores musulmanes supervivientes a la invasión huyeron a África o fueron esclavizados, en tanto que la isla fue repoblada por muchos de los hombres que apoyaron al rey Jaime I (Conde de Barcelona, Rey de Aragón, Conde de Urgell y Señor de Montpellier) en la conquista.


(El mantenimiento del mallorquín- obviamente evolucionado por las diversas influencias y conquistas- no es nada sorprendente. Los conquistadores no tenían los ardores fanáticos de ‘normalización lingüística’ que tienen los catalanistas y progresistas actuales. 

Los conquistadores, como era habitual, se conformaban con que los conquistados pagasen los impuestos y no hicieran manifestación pública de su fe religiosa.

De modo que cuando el rey de Aragón, Jaime I, conquistó la isla en 1229, los mallorquines hablaban ‘mallorquín’, un derivado-evolucionado- del latín vulgar que trajeron los soldados y colonos romanos del Cónsul Cecilio Metelo, llamado ‘el Baleárico’ en el año 123 antes de Cristo..

Por aquel entonces, -en 1229- el catalán era un dialecto del provenzal. A su vez, lengua romance del latín.)

1 comentario:

COKITABANANA dijo...

Muy instructivo.
Muchas gracias.