ODIOS PERMITIDOS

ODIOS PERMITIDOS

Leo en un diario digital catalán, ‘Una nueva diana para el independentismo. Miquel Montoro, el popular youtubero mallorquín, está recibiendo una cascada de odio en las redes sociales por publicar sus vídeos en castellano en lugar del mallorquín/catalán con el que difundió sus primeras grabaciones caseras’.

Para no perdernos en demasía, tratemos de concretar qué es eso del odio. Según la RAE (Real Academia Española): ‘Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea’. 

Sólo añadiré la opinión del mejor filósofo español, J. Ortega y Gasset. Era madrileño. Para los separatistas catalanes, un madrileño es un extranjero venido a menos. En fin, atendamos a Ortega: ‘Odiar a alguien es sentir irritación por su simple existencia’.

Creo que es suficiente. Destacaría dos aspectos- y ahora ya no me refiero, solamente, al youtubero mallorquín-, desear el mal a una persona- o personas o grupos- a las que se odia y, sentir irritación por el hecho de que la persona odiada, exista.

El odio de los separatistas catalanes contra el youtubero mallorquín Miguel Montoro, no parece alcanzar las altas cotas de los nazis contra los judíos, ni de los comunistas contra los terratenientes, los ‘kulaks’. Entre otras cosas, porque ahora está legalmente prohibido el odio. No sólo existe un delito de odio (aunque no es lo mismo odiar, siendo separatista antiespañol, que odiar, siendo español sin ‘hecho diferencial’) sino que está prohibido y castigado matar. A pesar de todo, el problema no es menor, debido a la irresponsable actuación- mejor, ausencia de actuación- de PP/PSOE durante décadas. Incluyendo, en esta crítica, a la mayoría de los medios de comunicación. 

Enormemente comprensivos, como poco, con los antes llamados ‘nacionalistas periféricos’. Ahora, separatistas antiespañoles.

Uno de los más importantes padres del nacionalismo catalán, Prat de la Riba, escribió, en ‘La nacionalitat catalana’ (1906): ‘Había que acabar de una vez con esa monstruosa bifurcación de nuestra alma, había que saber que éramos catalanes y que no éramos más que catalanes, sentir lo que no éramos para saber claramente, hondamente, lo que éramos, lo que era Cataluña. Esta obra, esta segunda fase del proceso de nacionalización catalana, no la hizo el amor como la primera, sino el odio’.

Bueno, pero esto se escribió en 1906. Ha llovido desde entonces. Las cosas han cambiado mucho. No tiene sentido reverdecer estas cosas. Como se hace con Franco. Es agua pasada.

El 19 de diciembre de 2012, el actual Presidente de la Generalidad catalana, Quim Torra, escribió, en El Mon, un artículo titulado ‘La llengua y les bèsties’, en el que decía, refiriéndose a los españoles: ‘Son bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN’. Puede que la Fiscalía haya actuado por un presunto delito de odio, pero no me he dado cuenta.

Pues bien, este caballero sigue de Presidente de la Generalidad, y fue recibido- con todos los honores- en La Moncloa por el presidente de España, Pedro Sánchez. Por otra parte, ha apoyado – y apoya- públicamente a los golpistas que fueron condenados por el Tribunal Supremo. O sea, se trata de personas institucionalmente relevantes que manifiestan públicamente su odio. Esta vez, no a los judíos, o los terratenientes rusos. Esta vez, el odio se dirige a los españoles. No pasa nada. Es libertad de expresión cuando conviene. Cuando no es políticamente correcto, es odio.


El conocido artista catalán, Albert Boadella, ha escrito: ‘El independentismo es fruto de un goteo de odio a España durante 35 años, dos generaciones que se han educado en el odio a España’. Exageraciones de los fachas.


No podemos pasar por alto, en este breve repaso de odios consentidos, al actual vicepresidente del gobierno de España, Pablo Iglesias. ‘La Sexta’, publicó (3/12/2018): ‘Pablo Iglesias critica duramente el discurso de Vox y lo relaciona directamente con un ‘discurso de odio’. Ya no se trata de que un político, como Torra, muestre públicamente su odio a los españoles. Todo lo contrario. La delicada sensibilidad del comunista Iglesias (el defensor de los escraches contra la derecha y admirador de dictadores), se siente profundamente herida por el ‘discurso del odio’ de Vox.

 Invito a los lectores a que busquen, en internet, el programa electoral de Vox. A ver si encuentran algo relacionado con el ‘discurso del odio’. Si no hay nada, el Vicepresidente Iglesias es un mentiroso sin escrúpulos que culpa de odio, falsamente, a un partido político democrático.


No contento con las graves mentiras, añade graves amenazas. Europa Press (29/4/2020), Pablo Iglesias: "Porque ustedes representan el odio, la hipocresía y la miseria moral y les aseguro que España y nuestro pueblo, una vez más, como en el siglo XX se quitará de encima la inmundicia que ustedes representan", ha dicho Iglesias dirigiéndose a la bancada de Vox. ¿Qué significa ‘quitarse de encima la inmundicia’ que Vox representa? Dicho por un comunista de puño en alto y admirador público de Lenin y Fidel Castro, debería estar clara la grave amenaza. Matonismo gubernamental.


El 10 de noviembre de 2017, Pablo Iglesias dijo: ‘Ser patriota es defender los servicios públicos, ser patriota es defender los derechos sociales, ser… pero yo no puedo decir España”. El vicepresidente Iglesias, que gobierna España con el socialista Sánchez, no puede decir ‘España’. ¿Vómitos, espasmos, retortijones? Todavía no se sabe. En fin, imaginen a un político francés que proclame, públicamente, que no puede decir ‘Francia’. Dimisión inmediata. En cambio, Iglesias gobierna España y la odia. Esta es la despreciable izquierda realmente existente.


La ministra Dolores Delgado fue Ministra de Justicia y posteriormente nombrada Fiscal General del Estado, en 2020. Pues bien, esta destacada política hizo famoso el ‘trifachito’, refiriéndose a PP, Vox y Ciudadanos. ¡No me digan que no es graciosa la ministra! O sea, las opciones de derecha son fachas. Y un ‘facha’ no puede ser demócrata. ¿Qué respeto se puede tener por los no demócratas? Ninguno. ¿Otro cordón sanitario que escenifica el odio contra ‘la derecha’?


Lo nunca visto. Cuatro comunistas en el gobierno. ¡El Vicepresidente Iglesias, ejerciendo el matonismo político y, al mismo tiempo, dando lecciones de democracia! ¡El presidente Sánchez, mintiendo, como casi siempre! ¡Y pactando con los pro etarras de Bildu, los pro golpistas de ERC y el PNV, el que recogía las nueces del terrorismo etarra!

A veces, las sociedades se vuelven estúpidas, y se suicidan. No sería la primera vez.


Pero está en su mano evitarlo. A menos que quiera ser cómplice del odio, la indignidad y la ruina de este gobierno socialcomunista.

(Sebastián Urbina/MallorcaDiario/27/5/2020.)