20/9/2007.
ENHORABUENA A LA POLICIA.
De la caverna liberal (LD).
Los sindicatos mayoritarios de la Policía (CEP y UFP) denuncian que el Gobierno promueve la inseguridad ciudadana. Ante la subida de la inseguridad ciudadana, las promesas incumplidas por el Ejecutivo y los falsos planes de choque anunciados de forma reiterada por el Ministerio de Interior, las dos fuerzas mayoritarias de la Policía (aparte de la denuncia mencionada) han anunciado movilizaciones en todo el territorio nacional. Estos sindicatos han subrayado que la ruptura de las negociaciones y el aumento de la edad de pase a 2ª actividad suponen 'un claro ejemplo de abandono y desidia hacia un servicio público esencial' y han advertido de que 'de no remediarse esta situación, las calles serán patrulladas por policías con sesenta años'.
¿Es esto casual? Claro que no. No se trata de que el gobierno socialista quiera que haya más inseguridad ciudadana. No son tan idiotas. Saben que el aumento de la inseguridad ciudadana puede perjudicarles electoralmente. Lo único que les pone nerviosos. ¿De qué se trata?
El discurso político de Rodriguez Zapatero pasa por una serie de tópicos vacíos que han tenido impacto en una parte importante de la sociedad española. Creo que eso se debe a la inmadurez política de amplios sectores de población. Pero sea así, o no, el hecho es que los medios de comunicación (en su mayoría progres y del pesebre) han aireado una serie de palabras mágicas: 'talante', 'paz', 'alianza de civilizaciones', 'diálogo', etcétera. Si añadimos la permanente sonrisa de cartón piedra de nuestro amado Presidente, tenemos una imagen bucólica y 'buenista' de la España actual, o buena parte de ella.
En este contexto 'buenista', en el que se dialoga políticamente, incluso, con la banda criminal ETA (aunque no con el PP), queda mal ver a las fuerzas del orden actuando como, en muchos casos tienen que hacerlo. ¿Cómo? Resulta que muchos delincuentes no son como Teresa de Calcuta. Son capaces de utilizar la violencia contra los ciudadanos y contra la Policía. Ésta, que tiene la obligación de protegernos, no puede hacerlo siempre mediante la sonrisa y el diálogo. A veces tiene que utilizar la porra o la pistola.
Cuando esto sucede (y no estoy diciendo que siempre lo hagan bien) los medios de comunicación suelen mostrar el aspecto más feo de la represión. aunque sea una represión legal y legítima. Si buena parte de la ciudadanía está idiotizada con el 'buenismo', la reacción habitual ante la actuación policial será acusarla de 'brutalidad policial'. Estos mequetrefes prefieren ver la cabeza abierta de un policía antes de que reciba unas hostias un salvaje que ha iniciado la violencia.
Este es el fondo de la cuestión. Y estas idioteces 'buenistas' se enseñan en las escuelas. El resultado es la formación de generaciones agilipolladas que podrán sobrevivir si no hay conflictos serios. Pero la historia nos enseña que los hay. Y en estos momentos de dificultad se requiere reciedumbre, firmeza de voluntad y apretar los dientes. Me dan pena. Pero ninguna nuestros gobernantes, ni los padres que con un amor equivocado, sobreprotegen a sus retoños. La nobleza de corazón, la piedad y la generosidad, no están reñidas con la capacidad para mirar de frente al peligro. Y mantener el puesto, sin retroceder.
''No sé si el mañana llegará. Puede que sí, puede que no, pero llegue o no llegue, resistid'. (El profeta Isaias, en el pasaje del centinela de Edón).
Sebastián Urbina.
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