lunes, 3 de septiembre de 2007

DE SUPERIORIDADES Y COMPLEJOS



3/9/2007.





DE SUPERIORIDADES Y COMPLEJOS.



Según informa la prensa de hoy, las elecciones las ganaría el PSOE (54'2%) por una ventaja de 1'4 puntos sobre el PP (39'7%). Pero lo que resulta más llamativo, en esta encuesta de Sigma-Dos, es que el 54'2% de los votantes del PP, creen que las elecciones las ganará el PSOE.



Podríamos decir que los votantes del PP están derrotados de antemano. Dan la victoria al adversario antes de empezar. ¿Es de fiar este electorado pepero? ¿A qué se debe su actitud? En mi opinión hay varias explicaciones a este derrotismo, sin pretensión de exhaustividad.


Primero.

Ir de modesto por la vida, con la creencia de que así se evitará (o disminuirá) el ridículo. Seguramente han escuchado algún forofo de un equipo de fútbol que, ante un partido comprometido, asegura que la victoria será para el adversario. ¿Por qué lo hace? Para que el adversario no se ría de él si, efectivamente, consigue la victoria. Porque si el equipo del falsamente modesto gana el partido, la felicidad será mayor. Y se podrá reir con más ganas. No es la primera vez que oigo a votantes y militantes del PP decir que éste partido perderá las siguientes elecciones. En realidad, siempre les oigo decir lo mismo.


Segundo.

Los votantes del Partido Popular son, en general, mucho más críticos con su partido que los votantes del PSOE con el suyo. Esta característica, si es así, dice más en favor de los votantes peperos que de los votantes socialistas. Estos últimos se acercarían más a la máxima: 'los míos, con razón y sin ella'. Aunque, en realidad, piensan que siempre tienen razón.


Pero ¿por qué deberían ser así, en general, los votantes 'de izquierdas'? Porque está muy difundida la idea, al menos de forma implícita, de que son moralmente superiores. Por ejemplo, la izquierda es solidaria, ecológica, emancipadora y auténticamente democrática. La derecha es egoista, especuladora, corrupta y (aunque trata de disimular) antidemocrática. Estas idioteces no son creídas, al pié de la letra, por todos los que se autocalifican de izquierdas. Algunos tienen ciertos niveles de inteligencia, cultura y sensatez. Cuando esto sucede, ya no pueden creer las cretineces comentadas. Y empiezan los problemas. Rosa Díez es uno de los ejemplos. Y si no se dedica a la política y no está dispuesto a tragar ruedas de molino, se va alejando de la ''verdadera doctrina'' y la tribu le hace el vacío. Y mucha gente tiene miedo a este 'vacío'. Les aseguro que hay gilipollas ('de izquierdas') que se creen lo de ''verdadera doctrina''.



Tercero.

El poder de influir y manipular las conciencias es muy superior en la llamada 'izquierda'. Un motivo importante es el cuasi-monopolio mediático del rojerío español, con perdón. Otro motivo está relacionado con el bajo nivel político (y cultural) de nuestro país, o sea, España. Es decir, muchísima gente tiene miedo a no ser o parecer 'de izquierdas'. Esta idiotez acomplejada se produce, incluso, dentro del ámbito pepero.

Lo que he dicho debería entenderse de la siguiente manera. No es que el PP sea de derechas y, por tanto, insolidario, corrupto, antisocial, etcétera y el PSOE de izquierdas y, por tanto, solidario, emancipador, auténticamente democrático, etcétera. No, esto es verborrea progresista. La realidad es otra, y basta un análisis de los números y los hechos para comprobarlo. Lo grave es que muchos peperos se impresionan por la verborrea progresista en vez de atenerse a los hechos. De ahí que mucha gente quiera, al menos, ''parecer de izquierdas'' porque la verborrea progresista (la dominante en los medios) es creída, o aceptada, por amplias capas de la población.


Por eso he dicho que la capacidad de manipular las conciencias es muy superior en la llamada izquierda. Y por eso, el PP, o la derecha, o los liberales, o como se quiera llamar, tiene que elaborar un discurso claro acerca de sus propias ideas. E iniciar un debate público y sin complejos. Sin esto, siempre irán a remolque. Incluso cuando ganen las elecciones.

Una muestra más del sectarismo y anestesia ideológica de 'la izquierda', la tenemos, una vez más, en el caso de Galicia. Hoy se ponen en marcha las ''galescolas'' (o sea, el equivalente de escoletas, ikastolas y demás), una red de guarderías públicas creadas por el PSOE y el BNG. ¿Qué se pretende? Que todos los niños sufran la inmersión lingüística que ya han sufrido en Cataluña y el País Vasco. O sea, fomentar el 'nuevo paleto gallego', de izquierdas, eso sí. Pasándose por el forro la libertad de los padres. Todo muy progresista, según los votantes de izquierda. ¡Y se creen moralmente superiores!



Sebastián Urbina.

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