miércoles, 13 de febrero de 2008

DIOS LOS CRÍA ...



13/2/2008.

DIOS LOS CRÍA ...

Los nacionalistas gallegos del BNG se han negado a condenar al nazismo, equiparando este régimen a la actitud del gobierno de Israel.

La Ministra Chacón (PSOE) pide la unidad de los partidos catalanes contra el PP, al que califica de partido del ‘una, grande y libre’.

¿Cómo podemos entender la negativa a condenar al régimen nazi, con la excusa de que también habría que condenar a Israel?

En primer lugar, por una utilización estúpida de la analogía. ¿Qué nos exige la aplicación del método analógico? Aparquemos la distinción entre analogía iuris y analogía legis o las modalidades a simili y a contrario y centrémonos en el artículo 4-1 del Código Civil: ‘Procederá la aplicación analógica de las normas cuando éstas no contemplen un supuesto específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie identidad de razón’. La identidad de razón es la semejanza entre los dos supuestos. En Derecho hay diversos criterios. Los más usuales suelen ser, un principio normativo aplicable a ambos casos, la coincidencia en la motivación de las normas, o la finalidad común.

En nuestro caso, se trata de establecer semejanzas entre el régimen nazi y el gobierno de Israel. Supongamos que el ‘régimen nazi’ es (X) y que el gobierno de Israel es (Y) Se trata de encontrar semejanzas entre (X) e (Y). Semejanzas significativas. Por ejemplo, el régimen nazi utilizaba automóviles y el gobierno de Israel también. Pero esta semejanza no interesa.

Primero. Todo el mundo, excepto los nazis y compañeros de viaje, coincide en condenar las atrocidades de este régimen criminal. Campos de concentración, hornos crematorios, y un largo etcétera. El Holocausto supuso, según los diferentes criterios utilizados, entre 5’8 millones hasta 11 millones de personas asesinadas. Se trató de exterminio en masa. Básicamente, aunque no exclusivamente, judíos.

Ahora tomemos el caso de Israel. ¿Se ha producido un traslado masivo forzoso de palestinos a campos de concentración organizados por el gobierno israelí? ¿Cuántos hornos crematorios ha utilizado el gobierno israelí para incinerar palestinos? ¿Cuántos palestinos han sido incinerados? Israel está rodeado de países árabes hostiles, en mayor menor medida. Esto significa que algunos de ellos quieren, y así lo manifiestan públicamente, la desaparición física de los israelíes. ¿Estaba el régimen nazi rodeado de países judíos hostiles?

La decisión de los nacionalistas gallegos es repugnante y muestra su catadura moral. Pero debemos recordar que son los socios de gobierno del Partido Socialista Obrero Español.

Y ahora atendamos a doña Carmen Chacón. La democracia tiene que excluir a los que pretenden limitar o eliminar la libertad de los demás. En este sentido, la disolución de los partidos políticos cuya actuación se basa en el apoyo (o no condena) a los crímenes terroristas, no limita el pluralismo político sino que lo refuerza.

Ahora bien ¿es comparable el Partido Popular a estos partidos, como ANV o PCTV, que son apéndices de la banda terrorista ETA? Si doña Carmen dice que sí es que no tiene vergüenza. Dado que es de esperar una cierta dignidad en una Ministra del Gobierno, tenemos que suponer que no cree que sea comparable. En tal caso, aparquemos lo de ‘sinvergüenza’ y digamos que estaría despreciando un valor fundamental de nuestra Constitución, recogido en su artículo 1.1.

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político’.

Los partidos políticos son el cauce para formar y expresar la voluntad popular, facilitando la participación política ciudadana. Pero doña Carmen quiere dificultar el pluralismo político y la participación ciudadana. Ya mostraron, ella y sus camaradas, la patita totalitaria con el antidemocrático Pacto de Tinell. ¡Todos contra el PP! Ha voceado ahora sin pizca de rubor. Eso sí, ella y su partido van agarrados del brazo del BNG, el que no ha condenado al régimen nazi. ¿A eso se le llama progresismo?

Pero claro, si la ciudadanía tiene niveles bajos de exigencia moral y política, no se escandalizará por estas vilezas. ¿Está una parte significativa de la ciudadanía a la altura de doña Carmen y de sus socios del BNG? Si es así, que Dios nos coja confesados.

Sebastián Urbina.

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