martes, 22 de abril de 2008



20/4/2008.



CRISIS EN EL PARTIDO POPULAR.




Monserrat Nebrera dice que es liberal pero no cree que deba denunciarse el acoso lingüístico en Cataluña. Y se postula para dirigir el PP en esta Comunidad Autónoma. ¿Nación, para no ofender? ¿Creerán que con esta cobardía mantendrán los votos que ya tienen y que pescarán en otros ríos?


Tal vez, el Partido Popular debería escindirse en dos. Una cosa es la convivencia de ‘diferentes sensibilidades’, por utilizar esta ridícula y habitual expresión, y otra ofrecer a la sociedad un partido escindido en dos visiones diferentes, y a veces enfrentadas, del individuo y de la sociedad.

Al menos en algunas cuestiones, no se puede disentir y permanecer en el mismo partido. Una cosa es una charla distendida entre amigos y otra es la organización de un partido que pretende dirigir el gobierno de España. Los ciudadanos tienen derecho a saber qué se opina en relación con las cuestiones cruciales que afectan a cualquier sociedad como la nuestra.

Por ejemplo, si se defiende la libertad de todos los ciudadanos a usar la lengua oficial del Estado; si se defiende la negociación política con los terroristas; si se apoya un matiz más amable con los nacionalistas en los ‘territorios comanches’ para, supuestamente, pellizcar votos; si se quiere una presencia aún mayor del Estado en la vida económica; si se acepta que el Estado (en la línea de La República de Platón) tiene que dirigir moralmente las mentes de los adolescentes; si se quiere, realmente, modificar la ley electoral para hacerla más representativa de los votos emitidos; si se renuncia a rescatar competencias educativas, por parte del Estado, dada la peligrosa deslealtad de las Comunidades de tendencia nacionalista; cómo se piensa afrontar la crisis económica; qué actitud deben adoptar los poderes públicos con la integración de los inmigrantes y cuál es su significado ...

Si no se utiliza el bisturí, las manzanas podridas terminarán por echar a perder todo el cesto. Ahora bien, para saber quién representa a ‘las manzanas podridas’ hay que saber cuáles son los fundamentos ideológicos que sostienen a un partido. En este caso, el Partido Popular. Y cuáles son los límites, cuya violación, expresa un ataque o una deslealtad al propio partido. De ahí que la clarificación ideológica sea tan importante.

No tiene sentido que Mariano Rajoy diga que los liberales y los conservadores pueden marcharse del Partido Popular. Primero, ¿quién queda en el partido si liberales y conservadores se marchan? Segundo, ¿es el partido de los militantes y votantes, o es propiedad de unos cuantos dirigentes?

Sin debate ideológico, que ayudará a la clarificación de las ideas, todo se resolverá en cenas y comidas de barones, de mayor o menor peso. Pero esta visión aristocrática del Partido Popular está fuera de época. Ya sabemos que los partidos (no solamente el PP) tienen carencias democráticas internas. Pero en momentos de crisis, como los actuales, resulta estúpido y suicida actuar como si nada hubiera pasado. Amenazando al que se mueva.

En Baleares, las pasadas elecciones las perdió el Partido Popular (Matas) por unos cinco mil votos, aproximadamente. Se trataba de votantes habituales del Partido Popular que no pudieron aceptar el fichaje de Pau Janer , y sus insultos a varios dirigentes populares, a los pocos días de hacer su entrada triunfal. Tampoco aceptaron que se fomentara por parte de algunos barones (como Rotger) el punto.cat. Tampoco pudieron aceptar que se adoptara una actitud entreguista y acomplejada frente a las exigencias catalanistas en materia educativa. O la actitud de cesión permanente frente a UM. Con la excusa de no quedar solos. Por supuesto. O con la excusa de que el PSOE hace lo mismo.

Si hubiera existido otro partido encabezado por Carlos Delgado, o bien por otro político de parecidas características e ideas, estos votos no se hubieran perdido. Habrían ido a este nuevo partido liberal, tan deseado por Rajoy. Después de las elecciones, parece factible que dos partidos de parecidas (no iguales) características (un PP con alma socialdemócrata y otro con alma liberal) pudieran ponerse de acuerdo a la hora de gobernar y elaborar un programa conjunto.

Lo que se hace de cada vez más insoportable para el electorado es tener que aceptar posturas gravemente divergentes en cuestiones de principio. Debe recordarse, una vez más, que una de las cosas que los votantes no aceptan (y suelen castigar) es la oscuridad y confusión a la hora de exponer las líneas maestras. Y peor si se ha renunciado a las mismas. Los votantes tienen derecho a saber qué principios y políticas concretas van a dirigir la conducta de un partido. Y tienen derecho a que tales objetivos se expongan con claridad, sin tapujos y sin contradicciones. Que sean la expresión pública de un compromiso con los ciudadanos.

Sebastián Urbina.




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APUESTA POR ENDEUDAR MÁS A LOS VALENCIANOS

Camps abraza el keynesianismo de Solbes elevando el déficit público

El presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps, solicitará al Ministerio de Economía autorización para asumir un mayor déficit presupuestario en su comunidad, con el objetivo de combatir la crisis económica. Propone mantener un nivel de inversión pública de 3.000 millones de euros anuales. De este modo, Camps se suma a la estrategia económica propia del PSOE de inyectar más gasto público, a base de desquilibrar, aún más, el ya de por sí deteriorado presupuesto autonómico.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con su análisis. Espero que el PP salga reforzado y compacto de esta crisis.

saludos