MADRID. El movimiento Ya-ma´a Tabligh, que predica la interpretación más radical y ortodoxa del Islam, en la que se han inspirado no pocos para lanzarse a la práctica de la «yihad», está utilizando España como plataforma para potenciar su expansión hacia Suramérica. Decenas de «misioneros» (da´is) de esta organización saltan anualmente el «charco» para proponer, fundamentalmente en Panamá, Argentina, Brasil y Venezuela, el regreso a los principios originales del Islam, para así limpiarlo de la contaminación de Occidente.
La llegada a España del movimiento Tabligh (Congregación para la propagación del Islam) comenzó a detectarse a mediados de la década de los ochenta, pero se ha incrementado notablemente en los últimos años, coincidiendo con el aumento de la inmigración procedente de países de mayoría islámica, sobre todo de Pakistán y del Magreb. Es más, su vocación predicadora le ha llevado en poco tiempo a extenderse por toda España. Las regiones en las que ha conseguido ya mayor implantación son Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía, Ceuta y Melilla, aunque comienza también a asentarse en La Rioja, Navarra y Extremadura.
Se espera, en breve, la celebración de Seminarios de Confraternización entre los integrantes de estos movimientos islámicos y los afilados y simpatizantes del PSOE. La Vice se vestirá de pakistaní y Moratinos dirá unas palabras en árabe y en bereber. El Presidente dirá, al final, unas palabras de aliento, talante y paz. Y respeto. Sobre todo, respeto.
Sebastián Urbina.
Más Alianza de Civilizaciones y 'buenismo progresista'.
Se espera, en breve, la celebración de Seminarios de Confraternización entre los integrantes de estos movimientos islámicos y los afilados y simpatizantes del PSOE. La Vice se vestirá de pakistaní y Moratinos dirá unas palabras en árabe y en bereber. El Presidente dirá, al final, unas palabras de aliento, talante y paz. Y respeto. Sobre todo, respeto.
Sebastián Urbina.
Más Alianza de Civilizaciones y 'buenismo progresista'.
Las fuentes consultadas valoran el hecho de que el Gobierno haya puesto todos los medios para que no hubiera ninguna baja, pero critican con dureza el que se dejara huir a los criminales. Consideran que la tripulación de la «Méndez Núñez» tiene preparación para afrontar situaciones de alto riesgo y destacan, en este sentido, que la fragata, antes de trasladarse a Somalia, participaba en una agrupación OTAN contra terrorista en el Índico.
Los mismos medios estiman que como alternativa a un intervención directa -posibilidad que el Gobierno sólo se planteó para una situación extrema- se podía haber realizada una operación similar a la llevada a cabo por Francia en el secuestro del yate «Le Ponant», cometido el pasado 4 de abril en el Cuerno de África. Y más cuando se daba por seguro que las autoridades somalíes no iban a poner ningún impedimento a una intervención militar española, al igual que ha ocurrido con otros países.
Las fuentes consultadas aseguran que hubiera sido perfectamente viable acometer una operación similar a la de Francia. En ella, tras realizarse el pago del rescate, el Ejército galo desplegado en la zona no perdió de vista a los secuestradores del yate «Le Ponant», hasta proceder a su captura cuando ya se encontraban en tierra firme. Tras ser arrestados, los malhechores fueron conducidos a un portaaviones que los trasladó a Francia. Con esta actuación, según los medios informantes, Francia no sólo impidió engordar las arcas de una organización criminal, sino que permitió a su Armada estar a las alturas de las circunstancias frente a la comisión de un delito de los que eran víctimas unos compatriotas. Sin embargo, el Gobierno de Zapatero optó por no actuar pese a que los sistemas de control y vigilancia de la fragata y la preparación de sus militares eran garantías más que suficientes para realizar una intervención con éxito.
A juicio de las fuentes consultadas, el dinero que se entregó a los piratas en el barco no fue la totalidad del rescate exigido. Por ello, consideran que cada vez cobra más fuerza la posibilidad de que en la operación interviniera un grupo de abogados londinenses que ya han intervenido en casos anteriores de piratería.
De la Vega, satisfecha
Mientras que los delincuentes disfrutan del botín y sectores de las Fuerzas Armadas critican que a los militares españoles sólo se les permitiera actuar como testigos de un delito, Teresa Fernández de la Vega afirmó ayer que el Ejecutivo «ha hecho todo lo que debía de hacer y nada de lo que no debía hacer» y evitó hablar del pago del rescate.
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