Madrid, 14 de abril de 2008
Señor Ministro:
Las organizaciones Sindicales representativas en el Cuerpo Nacional de Policía, queremos transmitirle y desearle la más sincera enhorabuena por su nuevo nombramiento como Ministro de Interior.
Aplaudimos y nos complace sobremanera que el Presidente del Gobierno haya decidido seguir confiando en Usted para dirigir un Ministerio de tanta responsabilidad e importancia en una democracia consolidada como la nuestra.
Y nos complace, por varios motivos, uno podría ser su disposición al diálogo en la legislatura anterior con el fin de alcanzar acuerdos que posibilitaran el seguir avanzando al Cuerpo Nacional de Policía, consensuados en mayor o menor medida con las organizaciones sindicales firmantes, lo cual siempre es positivo.
El otro de los motivos, por el que nos complace tenerle nuevamente como Ministro del Interior, es porque con Usted no partimos de cero en esta nueva legislatura, pues ya tiene un conocimiento real de la situación del Cuerpo Nacional de Policía y de lo que necesitamos abordar, con carácter inmediato, para que se produzcan los avances necesarios para la modernización de nuestro Cuerpo.
En este sentido, nos permitimos recordarle y adjuntarle, nuevamente, el “manifiesto”, firmado en unidad de acción por todas las organizaciones sindicales del Cuerpo Nacional de Policía, en plena campaña electoral, lo que hizo que pospusiéramos nuestras demandas hasta la constitución del nuevo Gobierno.
Como podrá apreciar, el “manifiesto” constituye un compendio de reivindicaciones históricas de nuestro Cuerpo que se hace necesario abordar y dar solución a la mayor brevedad posible.
Es por ello, por lo que reiterándole, nuevamente, nuestra más sincera enhorabuena, le pedimos que a la mayor brevedad posible, abra una mesa de negociación con quienes suscribimos para tratar de llegar a Acuerdos de legislatura que hagan que el Cuerpo Nacional de Policía alcance la justicia profesional y la igualdad de trato constitucional con
Atentamente.
Los Presidentes Nacionales y Secretarios Generales de las Organizaciones Sindicales Representativas del Cuerpo Nacional de Policía.
Esta queja y reivindicación de los policías nacionales, no sólo es justa sino que pone de manifiesto una grave situación política e ideológica. Hace poco tiempo, los funcionarios de Justicia protagonizaron una huelga, igualmente justa, a pesar de las dificultades sufridas y a pesar de las descalificaciones del Ministro Bermejo. El 'pijorojo', como acertadamente le llamó el SUP.
En mi opinión responden a una clara voluntad política de disgregación, de ruptura de la unidad nacional. ¿Por qué? Hay varios motivos. Un Presidente de Gobierno que cuando le preguntan cuál es su patria no dice que es España. Dice que es la libertad. En cualquier país sería echado a gorrazos. Un partido socialista (casi da vergüenza decir Partido Socialista Obrero Español) dispuesto a ceder lo que sea a los nacionalistas con tal de conservar el poder. Cuando digo 'lo que sea' es, desgraciadamente, lo que sea.
El Pacto de Tinell, una auténtica expresión antidemocrática de este gobierno socialista, muestra inequívoca de que quiere desplazar al principal partido de la oposición fuera de las instituciones democráticas. Lo que es inaudito, porque la democracia tiene como pilares básicos, entre otras cosas, al gobierno y a la oposición, es decir, la alternativa de gobierno. Demonizar a la alternativa de gobierno (como algo distinto a ejercer la sana crítica) es tratar de romper el mecanismo habitual de las democracias. Sin alternancia hay partido único.
La eliminación del Plan Hidrológico Nacional o la eliminación de la Ley de Educación, elaboradas por el anterior gobierno popular, muestran una voluntad de hacer tabla rasa de las aportaciones de la alternativa política. Aportaciones que tenían muchos apoyos, también fuera del Partido Popular. En el caso del PHN, había, para mayor vergüenza, millonarios fondos pagados por la UE.
¿En qué dirección caminan estas sectarias intervenciones socialistas? En el camino deseado por los nacionalistas. Desvertebrar a España. Para los que crean que exagero les recomendaría (una vez más) que leyeran 'El Estado fragmentado', de Sosa Wagner.
Por estas, y otras, razones es importante que las justas reivindicaciones de los policías nacionales triunfen. Necesitamos estructuras nacionales que vertebren a España. No necesitamos reinos de taifas con sus correspondientes reyezuelos. Si la desvertebración (ya en marcha) triunfa, los propios policías nacionales tendrán que pedir permiso para entrar en estos reinos con boina. Y les pedirán visado en sus inventadas fronteras. Que ganen esta reivindicación (no es sólo salarial, aunque tendrían derecho a que así fuera) que no sólo es importante para ellos. También es importante para nosotros. Los ciudadanos no narcotizados por la propaganda zapateril. ¡Suerte!
Sebastián Urbina.
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