martes, 16 de diciembre de 2008

MARINA Y EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.






MARINA Y EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.

Dice Marina, 'En el derecho anglosajón existe la figura del «amicus curiae», del
«amigo del tribunal», una persona que voluntariamente envía un informe
a los jueces sobre el asunto que están considerando.Me gustaría
ejercer aquí ese papel en el tema de Educación para la Ciudadanía. La
pregunta importante es: ¿Debe la escuela formar la conciencia del
alumno? Muchas personas tal vez responderán negativamente, recordando
los adoctrinamientos de los estados totalitarios. Pero si a esas
mismas personas les preguntáramos si debemos enseñar valores en la
escuela, posiblemente dirían que sí, sin darse cuenta de que se trata
de la misma cosa. No se puede enseñar valores morales sin formar la
conciencia moral.Más aún: no se puede educar sin transmitir valores
morales, sin decir a los alumnos que la corrupción, la violencia, la
injusticia, la tiranía son malas, y que la responsabilidad, la
veracidad, la honradez son buenas. Lo otro es mera transmisión de
conocimientos.Los que recuerdan a las dictaduras olvidan que vivimos
en una democracia. La educación pública tiene la responsabilidad de
formar la conciencia ciudadana. No hay escuela neutral, porque no
vivimos en una sociedad neutral, sino en una sociedad que se rige por
valores constitucionales, que son, no lo olvidemos, valores éticos, no
políticos'.
(ElMundo/14/12/2008)

¿Qué problema hay? Que Marina, como hombre inteligente y culto que es,
tiene que saber que nos está tomando el pelo. Y eso no está bien. ¿En
qué sentido? Todos estamos de acuerdo en que la 'responsabilidad, la
veracidad y la honradez', son buenas. Y que la 'corrupción, la
violencia, y la injusticia' son malas. No nos engañe, Marina. El problema no es éste. Y usted lo sabe. ¿Cuál es el problema?



Uno de ellos, es la proliferación de libros de Educación para la Ciudadanía. Por ejemplo, el de C. Fernández, P. Fernández y L. Alegre, editorial Akal. ¿Qué nos dicen estos profesores para educar a nuestros retoños?



"El capitalismo es como un tren sin frenos que se acelera cada vez
más. Camina, sin duda, hacia el abismo
. Pero este abismo no es, como
muchos marxistas imaginaron, su fin inevitable que dará paso al
socialismo. […]


Lo que está fuera de control es, precisamente, el
capitalismo y el socialismo no es otra cosa que el freno de
emergencia. Es la única esperanza que le queda a la humanidad para
pararle los pies al capitalismo".



"La propaganda occidental manejó siempre el tópico de que las
economías socialistas no eran competitivas, y consideró esto una gran
objeción contra el comunismo. Ahora las cosas están más claras: lo
bueno que tiene el comunismo es, precisamente, que no tiene porqué ser
competitivo.
Que no tiene porqué exprimir todas las fuerzas de la
humanidad en un ritmo productivo vertiginoso y suicida. El comunismo
puede permitirse el crecimiento cero, incluso el crecimiento negativo.



"La realidad a lo largo y ancho del planeta es, sin embargo, un
panorama político sobrecogedor, en el que hemos desembocado tras
recorrer el camino histórico de un colonialismo genocida, dos guerras
mundiales, una guerra fría, una barbarie económica que ha devastado
continentes enteros; un mundo al borde del colapso nuclear, del
agotamiento ecológico y, probablemente, de una nueva guerra mundial".

"En España, el golpe de Estado contra el orden republicano fue pagado
a toca teja (sic) por los poderosos capitalistas como, por ejemplo,
Juan March.
Aquí no hay ningún reverso tenebroso de algo así como la
razón occidental o la ciudadanía de la Ilustración. Lo único que hay
es mucho dinero para matar comunistas y anarquistas".


"… en esa realidad el derecho es imposible y aquello a lo que se llama
derecho no es el derecho sino una mera apariencia de derecho. Lo que
se impone no es denunciar el derecho sino denunciar al capitalismo

porque, entre otras cosas, hace imposible que el derecho funcione
bien".



"Los filósofos posmodernos y socialdemócratas actuales han estado y
están también muy interesados en que la culpa de todo acabe teniéndola
la razón, el Derecho, la ciudadanía y la Ilustración, y no el
capitalismo
.


"Actualmente, el equilibrio capitalista es como un taburete de tres
patas: el lavado de dinero en el mercado de la droga, la producción de
armamento y la prostitución
. No es extraño que resulte luego tan
difícil educar a la ciudadanía en un mundo con esa consistencia"


"En realidad, EEUU e Inglaterra (con la inestimable colaboración de 9
millones de votantes del PP) han invadido ese país (Irak), lo han
destruido, han matado directamente a 200.000 civiles e indirectamente,
desde los tiempos del bloqueo, a más de dos millones de personas"

"Ante los ojos atónitos del planeta y la rabia sin límites de los
dueños del mundo, en Venezuela (y también en Bolivia y otros lugares
de América Latina) se está emprendiendo una verdadera revolución
.


Loque pasa es que los medios de comunicación han mentido tanto y de
forma tan descarnada sobre Hugo Chávez y la historia reciente de
Venezuela, que la mayor parte de la gente no tiene ni idea de lo que
está pasando ahí".



No me importa nada que Marina apoye estas cosas o deje de apoyarlas. Lo que sí me importa, y mucho, es que en nombre de la veracidad, la honradez, la
justicia y la responsabilidad se expanda y se imponga a todos los estudiantes la basura ideológica que hemos visto. Y es solamente un ejemplo. Pues bien, el problema no es que individuos como los autores citados piensen tales cosas. En un país como España, el más antiamericano de Europa, embobado por el 'talante dialogante', la 'Alianza de Civilizaciones' y otras avanzadillas del progreso sin regreso, no debe sorprender que haya 'intelectuales comprometidos' de estas características.


Lo realmente grave es dar gato por liebre. Engañar a las jóvenes generaciones y a sus padres. No se trata solamente de que sean muy discutibles las afirmaciones que se hacen (a mi me parecen basura progre) en este libro de Educación para la Ciudadanía, es que se engaña a los ciudadanos haciendo creer que solamente transmiten valores ‘objetivamente buenos’, como la veracidad, la justicia, la responsabilidad, etcétera. Y lo hacen conscientemente. No pueden ser tan tontos.


Por si fuera poco, el artículo 27.3 de nuestra Constitución, dice: 'Los poderes
públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con
sus propias convicciones
'
. Además, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1949, en su articulo 26. 3 se afirma: Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos’.


¿Cómo se puede mantener tal atropello? ¿Qué sucede si los padres no
están de acuerdo con las idioteces progres que se enseñan en esta
asignatura? ¿Qué les sucederá a sus hijos si no aceptan? Vuelvo a la pregunta
inicial que se hace Marina, ¿Debe la escuela formar la conciencia del
alumno? Pues sí, mientras la tarea consista en defender la veracidad, la honradez y la responsabilidad. Mientras consista en rechazar la violencia y la injusticia. Pero ¿qué sucede si unos profesores progres identifican la violencia y la injusticia con el capitalismo? ¿Qué sucede si enseñan a sus alumnos que la salvación de la humanidad está en el socialismo?¿Deben los padres aceptarlo por decreto? ¿No es esto adoctrinamiento?


Espero y deseo que los padres sepan defender a sus hijos frente al Gobierno y sus intelectuales orgánicos.

Sebastián Urbina.

3 comentarios:

Raimundus Lulius dijo...

Yo admiraba a Marina, pero ahora me parece un personaje bastante turbio.

Lo cual demuestra mi teoría: Las ideologías están causadas por el contagio de un virus, que ataca indiscriminadamente la parte emocional de las personas. No tiene nada que ver la presunta inteligencia.

Raimundus Lulius dijo...

No hay tanta diferencia entre Goebbels y otros tantos prpagandistas de la URSS.

http://publicidad.idoneos.com/index.php/352607

Son técnicas muy pastosas y vulgaros, la demagogia en contraposición a la democracia.

Sebastián Urbina dijo...

Se ha dicho que 'hacerse de izquierdas' es debido a un virus. No es fácil traducir esta metáfora pero sus efectos son reales y, habitualmente, duraderos. Hace falta valor, perseverancia e inteligencia para salir del pozo. Es duro, lo sé por experiencia.