miércoles, 24 de diciembre de 2008

BUENAS NOTICIAS ZP.(Política)


23/12/2008.


BUENAS NOTICIAS ZP.(Política)

(PD).- Siempre nadando entre dos aguas. El pleno del Ayuntamiento donostiarra, que preside Odón Elorza, ha rechazado la propuesta del grupo municipal del PP de retirar el nombre de una calle de San Sebastián dedicada al etarra Mikel Gardoki, al considerar que no se ha demostrado que éste fuera un miembro activo de la banda terrorista. Cogiéndosela, como siempre en estos temas, con papel de fumar.

La petición de los populares, en la que instaban al equipo de gobierno (PSE/EE-EB-Aralar) a que iniciara los trámites para anular el acuerdo plenario de 1979 por el que el consistorio decidió dar el nombre de Mikel Gardoki a un paseo ubicado en el monte Ulía, ha sido rechazada con los votos contrarios de los tres partidos del gobierno municipal así como los de EA, y la abstención del PNV.

La portavoz del PP, María José Usandizaga, ha expresado su "desesperación" porque el consistorio donostiarra no ha "tomado ninguna decisión" para eliminar esta denominación del callejero en los últimos doce años, y ha lamentado que "víctimas y verdugos compartan protagonismo" en la ciudad.

Además, ha criticado la “ambigüedad” de Odon Elorza, alcalde de San Sebastián. Le ha replicado:

“Se trata de un espacio público, nada relevante. Y es un etarra de la época de Franco y que no está condenado por delito alguno”.

Y es que sus contradicciones no tienen límite. Elorza, a su vez, ha invitado a una concentración para "expresar, en estas fechas tan especiales de la Navidad, su recuerdo, su testimonio de solidaridad hacia las víctimas del terrorismo".

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Recuerden que este 'señor' es del PSOE. O sea, los socialistas rechazan, por ejemplo, cualquier detalle (una placa) hacia la monja Maravillas. Una monja admirable por su vida de entrega a los demás, que había nacido en el lugar ocupado ahora por el Parlamento. Pero hacen público homenaje a un miembro de una organización terrorista.

Ya he dicho muchas veces que este PP actual me da grima, por no decir otra cosa. Pero es que el pesoe da asco. ¿O no se puede decir? Resultará que, como ya avisan con Educación para la Ciudadanía, el que se oponga es antidemócrata. Gregorio Peces Barba dixit.

Recordemos una obviedad. Poner en el callejero a un miembro de una organización terrorista, no es de derechas ni de izquierdas. Es de personas que ni son sensatas, ni decentes. Hasta ahí hemos llegado.


Sebastián Urbina.

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Publicado el 21 Diciembre, 2008 |(MD)

Más de 40.000 personas sufren acoso en el País Vasco y Navarra por parte de grupos afines a ETA y mil de ellas tienen que ir acompañadas por escolta a diario, lo que provoca graves consecuencias en su salud física y psíquica con trastornos como síntomas de ansiedad, miedo, aislamiento o aumento en el consumo de tóxicos o sedantes.

Según refleja un informe escrito por el analista de ‘Bakeaz’ Doroteo Santos y publicado por la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo más de 40.000 personas están afectadas directamente por este tipo de ‘violencia de persecución’, un número que se debe enmarcar dentro de los 2.700.000 habitantes que suman el País Vasco y Navarra.

Además, 1.000 de ellos tienen que ir escoltados diariamente debido a los elevados riesgos para su seguridad y no pueden moverse sin cobertura de seguridad inmediata, “con su correspondiente restricción de libertades, con las repercusiones que merman su capacidad de convivencia y hasta el deterioro que ocasionan en su salud individual”.

En este sentido, el artículo alerta de las consecuencias que este acoso tiene en las personas perseguidas y asegura que ya han sido contrastadas por algunos doctores vascos. “Cambiar de conductas habituales ante la amenaza continua y difusa, el sesgo en la percepción tras un anillo de aislamiento preventivo a su alrededor, las dificultades en su medio laboral, la autoinculpación ante los riesgos para sus familiares o el escaso apoyo externo conduce a la aparición de numerosos síntomas”, asegura.

Así, las víctimas pueden sufrir trastornos como ansiedad, miedo, sensación de aislamiento e, incluso, aumentar de forma significativa el consumo de tóxicos o sedantes, en muchos casos autoadministrados. Así mismo, los expertos han advertido consecuencias para la “salud colectiva” de la sociedad, algo reflejado en los últimas encuestas publicadas por el ‘Euskobarómetro’ en las que la población vasca muestra un mayor pesimismo respecto a la evolución del terrorismo mientras que los asesinatos y atentados “han disminuido realmente”.

Esta opresión ejercida sobre quien se opone a los planteamientos etarras no se trata de algo que “nace por generación espontánea” sino que es “una de las formas planificadas” de actuación de su entorno. “No caigamos en el error de pensar en ella como en un método secundario de coacción política o en un tipo de agresión menor –reclama el autor del artículo–. Todavía estamos por ver los efectos devastadores de este tipo de violencia tanto en las víctimas como en los propios victimarios”.

Beneficios políticos

Además, asegura que alguien se beneficia políticamente de esta persecución terrorista y apunta directamente a “las opciones ideológicas que auspician y amparan este tipo de violencia”, es decir, “la antigua Batasuna con cualquiera de sus nombres actualizados”. A su juicio, esta organización adquiere “un protagonismo y una capacidad de influencia social muy superior a la que por votos electorales le pudiera corresponder en una situación normalizada”.

Así, en un repaso de las obras que abordan este asunto, echa en falta trabajos elaborados “desde las filas del nacionalismo extremista”, que, según señala, “pasa de puntillas” sobre él. Sin embargo, apunta que el acoso sí es tratado por diversos panfletos y librillos “de consumo interno”, en los que “la apología de semejante práctica, junto a consejos tácticos y manuales de lucha, han sido pautas habituales”.

Esta forma de violencia incluye entre sus métodos de actuación actividades “clásicas” del terrorismo tales como asesinatos, extorsiones o amenazas directas, pero también otras formas “de aterrorizar y amedrentar más difusas” como denuncias públicas, plantones o cercos. Estos segundos métodos no son menos efectivos “en la victimización de las personas hostigadas” porque detrás de la amenaza siempre está la posibilidad real de sufrir un atentado.

Por ello, las principales asociaciones y colectivos de víctimas han realizado un esfuerzo para que el acoso sea contemplado también en la nueva ley de protección y reconocimiento a las víctimas del terrorismo que se encuentra en fase de negociación. Además, el Congreso aprobó ya una iniciativa que insta al Gobierno a trabajar en este sentido.

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