Pocas palabras bastan para los inversores. Sin matices, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, avanzó este martes desde Palma de Mallorca que el Gobierno dará marcha atrás -en parte- al tijeretazo sobre el gasto público en infraestructuras. "En 10 ó 15 días podremos dar alguna noticia positiva en cuanto a la recuperación de acciones inversoras en materia de infraestructuras, que afectará a la mayoría de las comunidades y supondrá un alivio, un empujón importante para las empresas constructoras", explicó Zapatero en rueda de prensa tras mantener una reunión el Rey en el Palacio de Marivent.
La reacción del mercado financiero no se ha hecho esperar y ha sido violenta. La prima de riesgo ofrecida por los bonos españoles a diez años respecto al 'bund' alemán se disparó un 9%, hasta los 165 puntos básicos, lo que supone su mayor subida diaria de este indicador desde la crisis de mediados de mayo, cuando la tensión financiera llevó al Gobierno a emprender un plan de recorte fiscal. El anuncio vuelve a ser interpretado como una contradicción del compromiso de ajuste fiscal emitido por el máximo responsable de la política económica española.
La nueva cota supone el nivel más alto del diferencial entre ambos desde la publicación de los resultados de las pruebas de esfuerzo del sector bancario europeo el pasado 23 de julio. En concreto, los bonos españoles con vencimiento a diez años ofrecían una rentabilidad del 4,18%, frente al rendimiento del 2,54% abonado por sus homólogos germanos. El pasado 23 de julio, fecha en la que se hicieron públicos los resultados de las pruebas de esfuerzo a las que se sometieron 91 entidades del Viejo Continente, la prima de riesgo de los bonos españoles se situó en 166 puntos básicos, para descender notablemente en la siguiente jornada, hasta 150 puntos básicos.
Los CDS (seguros de impago) sobre los bonos españoles a cinco años también subían con fuerza en la tarde del martes hasta los 202 puntos básicos, un 4% más que el lunes, según datos de Bloomberg. El coste de asegura la deuda soberana española en caso de impago se elevaba a niveles de mediados de julio. Esto implica que el coste de asegurar la deuda pública en España es de 164.000 euros anuales por cada diez millones de euros. (El Confidencial).
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