sábado, 14 de agosto de 2010

SOCIALISMO Y TERRORISMO.



Día 14/08/2010 - 03.05h (ABC)
Mirar para otro lado para evitar males mayores. El anuncio de la celebración el próximo día 21 de un acto de bienvenida a la condenada por dar apoyo a ETA Laura Riera, en el transcurso de la fiesta mayor del barrio de Gracia de Barcelona, es un ejemplo de la política de tolerancia de las administraciones en Cataluña respecto al independentismo radical.

Así se manifestaron ayer tanto el PP como Ciutadans ante la noticia, desvelada por ABC, de que en la «fiesta mayor alternativa» de este barrio barcelonés se ha convocado un «acto de bienvenida» a quien fue condenada a nueve años de cárcel por facilitar datos que sirvieron al «coma[10TEXTO]ndo Barcelona» de ETA para matar en el año 2000 al concejal del PP de Viladecavalls (Barcelona), Francisco Cano.
Tras cumplir íntegra su condena, está previsto que Laura Riera Valenciano salga de la prisión de Wad-Ras el próximo sábado 21. El independentismo radical quiere agasajarla por ello, tal y como ya hizo a principios de año con Zígor Larredonda y Diego Sánchez, cuando ambos fueron excarcelados tas cumplir condena, al igual que Riera, por dar apoyo a ETA.

Como argumento para justificar su inacción, desde el Ayuntamiento de Barcelona, comandado por el socialista Jordi Hereu, se insistió en que no se ha dado una autorización expresa a los convocantes para celebrar dicho acto, y que no tienen conocimiento oficial del mismo. Del mismo modo, recordaron que en caso de producirse el homenaje serán los Mossos d'Esquadra quienes deberán intervenir si allí se produce algún supuesto ilícito de enaltecimiento o apología del terrorismo.

Autorización genérica
Como ha sucedido otros años, la Comisión de Fiestas Populares de Gracia solicitó permiso para sumarse a la fiesta mayor con una serie de actividades. Pese a no formar parte de la programación oficial, la fiesta alternativa ha alcanzado un acuerdo tácito con el Ayuntamiento, que a cambio de concederle los permisos se asegura de que se respetan los horarios y no se producen altercados.
En el Consistorio se alega que la autorización que se concede es genérica para toda la semana de festejos, y que los actos previstos no están detallados. «Nunca se ha autorizado y nunca se autorizará un acto de estas características», señalaron ayer fuentes municipales, una rotundidad que no convence al grupo del PP, que recuerda que, ni antes de que se solicitase el permiso, ni con posterioridad, «la administración no puede alegar desconocimiento porque es público y notorio que este acto programado para recibir a la que fue condenada por colaborar con ETA iba a celebrarse en una plaza pública cedida por el Ayuntamiento».

El espejo del País Vasco
Tampoco puede alegar desconocimiento el Consistorio sobre las intenciones previas de los convocantes, cuando, sin ir más lejos, el año pasado se celebró, también dentro de la llamada fiesta mayor alternativa, una marcha de apoyo a los «presos políticos» en la que se lanzaron consignas a favor de los entonces encarcelados Zígor Larredonda, Diego Sánchez y Laura Riera. Unos días más tarde, y tal y como había sucedido el año anterior, en los festejos alternativos del barrio de Sants se exhibieron fotografías de los tres, y de otros presos, durante las celebraciones.

Precisamente, además del acto convocado en la plaza del Raspall de Gracia el sábado 21, y tal y como puede verse en el programa de actos que se ha publicitado de manera amplia, el grupo Rescat (colectivo de apoyo a los «presos políticos») ha convocado una «marcha de antorchas» por la libertad de las encarceladas Lola López y Marina Bernadó.
Los Mossos d'Esquadra confirmaron a ABC que no se ha solicitado autorización para realizar dicha protesta, y que si ésta llega a producirse, difícilmente con autorización al haber vencido ya el plazo de solicitud, se actuará conforme a la Ley. En la misma línea se pronuncia el Consistorio, que señala que si en la plaza del Raspall se produce alguna ilegalidad son los Mossos los que tendrán que actuar.

Pese a estas explicaciones, que viene repitiéndose de manera cíclica cada año, el PP no se ha cansado de denunciar la tolerancia con respecto a unos grupos que aprovechan las fiestas de verano para ganar espacio, a imagen y semejanza de lo que sucede en el País Vasco. Precisamente, desde el PP se ha recordado que es incomprensible que en esa comunidad se haya vetado la exhibición de imágenes de terroristas y en Cataluña exista una manga ancha.

Ayer, en un comunicado, el jefe de filas del PP en Barcelona, Alberto Fernández, reclamó al Consistorio que «actúe sin complejos y sin la permisividad de otras ocasiones como moneda de cambio para que los radicales no provoquen incidentes mayores, en respuesta a la prohibición de instalar tenderetes y carteles en apoyo a terroristas».

Por su parte, el portavoz de Ciutadans, Jordi Cañas, manifestó su «indignación y más absoluta repulsa» porque el Ayuntamiento ceda espacios para este tipo de convocatorias. «Es un insulto a la memoria de las víctimas del terrorismo y a sus familias», añadió Cañas, que pedirá la dimisión del alcalde Hereu si finalmente llega a celebrarse el homenaje a Riera.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

SOCIALISMO Y TERRORISMO.

¿Quiero decir que el socialismo zapateril apoya el terrorismo? No. Lo que quiero decir es que el gobierno socialista ha llevado, y sigue llevando a cabo, una negociación política (repito, 'política') con los terroristas de ETA.

Se ha repetido hasta la saciedad que dicha organización terrorista está en unos momentos muy bajos, en sentido económico y en sentido estrictamente terrorista. A pesar de que, gracias a que los socialistas hicieron la vista gorda, los amigos de los etarras están en muchos ayuntamientos y cobran de nuestros impuestos para matar, secuestrar, o lo que les plazca.


Parecería que un gobierno democrático estuviera interesado en 'derrotar' a ETA. Pero no. Todo indica, desde hace tiempo, que no les interesa. Quieren una solución 'negociada'. A mi esto me parece tan repugnante que no encuentro palabras para expresar mi desprecio a los políticos socialistas y a los que hicieran lo mismo, llámense socialistas u otra cosa.


Que, por cierto, Zapatero no ha querido ninguna solución 'negociada' con el Partido Popular para salir mejor de la grave crisis económica.
Debe ser por el 'odio' popular.

Desde este profundo desprecio al gobierno socialista, puedo 'leer' la actuación del alcalde Jordi Hereu del PSC. Comprensión, subterfugios y mirar hacia otro lado cuando se trata de manifestaciones que apoyan a terroristas, o simpatizantes, o colaboradores. Es difícil dar más asco.

Pero el problema, otra vez, hay que plantearlo de raiz. En una sociedad democrática, tipos como Jordi Hereu (Alcalde de Barcelona), Zapatero y un largo etcétera son elegidos por los ciudadanos. Por tanto, no son solamente los políticos los que apestan.

Claro que si uno lee las declaraciones del chileno Jesús Sepúlveda 'la derecha' destila odio. Ya dije que este asno (con perdón de los asnos) añadía que, en cambio, la izquierda se caracteriza por su 'humanidad, inteligencia y sensibilidad'.


Con los separatistas antiespañoles y con esta izquierda paleolítica, España tiene un grave problema. Es cierto, con una derecha (para simplificar, como el ínclito Jesús) cuyo defecto más importante (que no único) es la falta de voluntad para afrontar un serio debate ideológico con la llamada izquierda.

En general, son unos acomplejados.
Y no sería difícil debatir con gentes como Sepúlveda, si es que te dejan hablar. Ya saben, la 'derecha' destila odio. La 'izquierda', humanidad, inteligencia y sensibilidad. Si la cosa no fuera tan grave, daría risa.

Sebastián Urbina.

PD. Por cierto, los socialistas deben ser tan comprensivos con los terroristas, simpatizantes y colaboradores porque éstos no deben destilar 'odio', a diferencia de los populares, con los que no quieren ni tomar café.

1 comentario:

María dijo...

La única explicación que se me ocurre es que no tienen vergüenza. Si tuvieran un mínimo de ella serían incapaces de mirarse al espejo cada noche, o de mirar a familiares y amigos de sus propios compañeros del País Vasco sin que se les cayera la cara.
Pero aquí nunca pasa nada. Llevamos mil muertos y no pasa nada.