jueves, 12 de agosto de 2010

SECTARISMO ENFERMIZO.



Día 12/08/2010

Los tentáculos perniciosos de la Memoria Histórica y el revisionismo revanchista auspiciado por el Gobierno se cuelan hasta en los monumentos en recuerdo del descubrimiento y la colonización de América. Unos vándalos atacaron en la madrugada de ayer la estatua que en honor de Hernán Cortés se erige en Medellín (Badajoz), en la Plaza dedicada al conquistador de México en su pueblo natal.

Tras la actuación de estos bárbaros, que mancharon con pintura roja el conjunto escultórico, se vislumbra la inspiración de algunos argumentos que con tanta insistencia pregona la Memoria Histórica puesta en boga por el Ejecutivo socialista.
La acción de este grupo de gamberros, autodenominados «Ciudadanos anónimos», se basa en dos premisas erróneas y absurdas. La primera asegura que «la obra representa a Hernán Cortés pisando la cabeza de un indio». La segunda defiende que la escultura supone «una representación fascista». Lo curioso es que tanto una cosa como la otra son falacias sin sentido.

Lo que se sitúa a los pies del histórico personaje no es un indio, sino trozos de altares e ídolos aztecas. Detalle conocido por los habitantes de un pueblo que ayer se lamentaban del absurdo ataque a uno de los monumentos más admirados del lugar.

Razonamientos absurdos
Y difícilmente podría catalogarse de fascista a un trabajo artístico con 120 años de antigüedad, iniciado en 1889 por el escultor Eduardo Barrón e instalado un año después. La estatua, fundida con bronce de viejos cañones, se encuentra rodeada por sendas cabezas de leones en cada uno de los lados del pedestal y sobre ellas se pueden apreciar los cuatro escudos representativos de las cuatro grandes batallas ganadas por Cortés en la conquista del imperio azteca: Otumba, Tlaxcala, Tabasco y México.

Tras completar su fechoría, los salvajes dejaron junto a la estatua unos panfletos justificando su acción. Aseguran en el escrito que la escultura es «la glorificación cruel y arrogante del genocidio y un insulto al pueblo de México». Asimismo señalan que «pueden observarse símbolos que representan a las instituciones política, religiosa y militar junto a la cabeza despojada de un indio que está bajo el pie izquierdo de Cortés», héroe nacional al que califican de «asesino pobre». Y en el colmo del absurdo alardean de que han utilizado el color rojo para su fechoría «pensando en La Roja que hoy (por ayer) juega contra la selección de México».

La Guardia Civil, que investiga los hechos, ha intervenido además de los libelos citados, un bidón de pintura, una brocha y un cubo. (ABC)
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SECTARISMO ENFERMIZO.

Nadie está libre de este peligro, 'el sectarismo enfermizo', pero no todos los ciudadanos estamos expuestos por igual. Por ejemplo, todos estamos expuestos a sufrir un accidente de tráfico, ya que esta posibilidad no depende, exclusivamente, de nosotros. De todos modos, el que conduce temerariamente y sin respetar las señales de tráfico tiene más probabilidades de sufrir un accidente o provocarlo. Algo parecido con la persona que fuma dos cajetillas diarias de cigarrillos. Tiene más probabilidades de sufrir un cáncer que el que no las fuma, siendo el resto de circunstancias similares.


Pues bien, si pasamos a la enfermedad reseñada al principio, podemos ver que las personas de mentalidad izquierdista (no todas, afortunadamente) tienen más probabilidades de enfermar. ¿Por qué?
No hay una sola causa pero me parece que hay un aspecto de enorme importancia que justifica mi aserto.

La izquierda, en general, se cree moralmente superior. Muy a menudo te puedes encontrar individuos que a la hora de discutir una determinada cuestión, creen que han zanjado la disputa con un ¡Pero eso es de derechas!, ¡Pero eso es facha!
Por supuesto, sin necesidad de aportar ninguna argumentación y esperar del contrincante que le aporte contraargumentaciones. Cree, muy a menudo, que no hay nada que responder a conclusiones tan rotundas.

Pero estas conclusiones, supuestamente rotundas, son simples calificativos o descalificativos. Esto no sirve de nada si no hay, además, argumentos.
Otro problema es el de los hechos. Los adversos. Si un progre decide (como es lo 'natural') que el capitalismo es el germen de todos los males habidos y por haber, es inútil darle cifras.

Por ejemplo, que en los últimos treinta años, y gracias a la adopción de medidas liberales de economía de mercado, China y La India (aunque hay otros países) han disminuido la pobreza en más de doscientos millones de personas. Según el concepto e pobreza establecido por la ONU. No por los malvados capitalistas.
Y así podríamos seguir.

Volviendo al principio. El punto de partida progre es que España cometió genocidio en América. A pesar de que el término "genocidio", que no existía antes de 1944, es un término muy específico que hace referencia a los crímenes masivos cometidos contra grupos. Da igual. Tampoco interesa el contexto histórico para entender la historia. Cuando interesa, claro está.


Algo parecido sucede con la 'Memoria Histórica', un intento sectario de los socialistas para dividir a los españoles en 'buenos' (la izquierda) y 'malos' (la derecha). Creo que ahí está el germen de este virus pernicioso. Además, es muy satisfactorio ser 'moralmente superior'. Y estar en 'el lado bueno de la historia'. Es el mejor camino para convertirse en un imbécil sectario. Eso sí, de izquierdas. Y, encima, la LOGSE y Educación para la Ciudadanía.

Sebastián Urbina.

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