domingo, 20 de marzo de 2011

LA MENTIRA PERMANENTE





LA GUERRA QUE ESPAÑA NO HIZO EN IRAK.

El testigo

Tras repetidas inspecciones de la Organización Internacional de la Energía Atómica, Sadam Husein expulsó, una vez más, a los inspectores de la Organización. Todo el mundo, los defensores y los enemigos declarados de Sadam, creía que tenía armas de destrucción masiva. Todo el mundo lo creía porque él les había convencido, creyendo que eso le salvaba de la intervención.

Los Estados Unidos, liderados por el presidente Bush, creyeron que la posesión de armas de destrucción masiva era una línea que no se debía permitir pasar a un sátrapa como Sadam. El Gobierno del presidente Aznar estaba convencido de que no debía quedarse al margen de la Historia. Ofreció su apoyo a los Estados Unidos, participó en la formación de la coalición internacional, sumó sus esfuerzos para conseguir una resolución de Naciones Unidas. Viajando hacia las Azores, todos éramos conscientes de lo impopular de nuestra posición.

Quienes ahora dicen que Aznar, en su segunda legislatura, había perdido el sentido de la realidad no hacen historia, sino novela. Aznar era plenamente consciente del riesgo que asumía. Lo era, sobre todo, porque le había pedido apoyo a Zapatero, esperando que el PSOE se comportara como él lo hizo en la primera guerra del Golfo. No disfrutó de ese privilegio. Tuvo enfrente al PSOE, a los sindicatos y a los artistas de todo pelaje. Pocos se acuerdan ya de que la campaña de las municipales de 2003 versó sobre Irak.

Pocos se acuerdan de que Aznar se recorrió España para explicar la participación de su Gobierno en la Alianza. Nadie se acuerda de que ganó esas municipales y autonómicas. Da igual. La primera guerra del Golfo, como la actual acción contra Libia, contaron con fuerzas militares españolas.

La guerra contra Sadam no contó con un solo soldado español. Sadam no era menos dictador sangriento que lo es Gadafi, con la diferencia de que Gadafi era recibido por todos los líderes occidentales, incluido el Zapatero, que ahora lanza sus aviones contra él.

Sí hay una diferencia sustancial, que todos sabremos en adelante: los progresistas, los del diálogo, pueden participar en cualquier guerra, a cualquier precio, con cualquier coste y con la ayuda activa de la derecha. La derecha, no. (La Gaceta)

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Esta mentira permanente es posible porque, en España, hay millones de tontucos y tontucas retroprogres con tragaderas mayúsculas y rostro de cemento armado capaces de votar a ZP, por dos veces. Y la 'prensa independiente'. Y los sindicatos subvencionados. Y los artistas y artistos. Y los antiglobalizadores. Y los verdes.

Y la inestimable colaboración de la derecha acomplejada.

O sea, un país de segunda. Parte baja de la tabla.

¡Joder, qué tropa!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por supuesto, no menciona que en Irak no había una resolución de la ONU permitiendo la intervención militar de forma EXPRESA, la cual sí se ha producido en el caso de Libia. Un pequeño detalle sin importancia, claro.