martes, 29 de marzo de 2011

CARADURAS Y GILIPOLLAS














VIGLIETTI Y EL MIEDO.

El célebre cantante uruguayo Daniel Viglietti declaró a «El País» que hay un lugar del mundo que «se desliza hacia el miedo». Un lugar asolado por el «fascismo populista». En páginas de información, Catalina Serra se deshizo en elogios al artista: «El cantautor que con su guitarra virtuosa pero humilde como él y sus letras directas y poéticas ha puesto la banda sonora a las aspiraciones de justicia y libertad de muchos pueblos de allá y de acá».

Pues claro, dirá usted. Viglietti se refiere a la dictadura cubana, la tiranía comunista que lleva más de cincuenta años oprimiendo al pueblo: allí sí que hay aspiraciones de justicia y libertad, allí sí que conviene que los artistas y todo el mundo de la cultura apoyen la posibilidad de la libertad. Pues lo siento, pero no. El artista uruguayo, idolatrado por la prensa progresista, no defiende la libertad en Cuba. Más aún, lo que defiende es la dictadura castrista: medio siglo de crímenes no le han hecho cambiar de opinión.


Él, lo mismo que tantos en el mundo de la cultura, piensa que la revolución cubana estuvo e incluso está bastante bien. Mario Benedetti, compatriota del cantante, también apoyó ese régimen criminal.

Todo esto lo digo yo, no lo dice Viglietti y tampoco lo dice Catalina Serra en páginas de información. Doña Catalina no dice ni palabra de nada, incluso cuando Viglietti advierte de ese lugar asolado por el totalitarismo atemorizador, que es… Europa. (Carlos Rodriguez Braun/La Razón).

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