Saber lo que directa o indirectamente se otorga a los sindicatos por parte de las tres Administraciones públicas, la central, la autonómica y la municipal, es tarea casi imposible. Nadie ha desmentido que el 90% de los gastos sindicales se pagan con subvenciones directas o indirectas. Las cuotas de sus afiliados, muchas de ellas impuestas a las empresas públicas, no sufragan ni el 10% de los dispendios sindicales.
Hoy el diario La Razón ha dado unas cifras que ponen los pelos de punta. En los últimos tres meses, los sindicatos se han embolsado 130 millones de euros procedentes de las Autonomías y del Gobierno de la Nación. Se desconoce lo que han aportado los Ayuntamientos. Menudo escándalo. ¿Cómo van a defender Toxo y Méndez los intereses de los trabajadores si viven de las subvenciones? El despilfarro que los sindicatos hacen del dinero público clama al cielo.
Solo el Gobierno andaluz, pendiente de unas elecciones municipales muy comprometidas, ha obsequiado a los sindicatos con 70 millones de euros en los últimos tres meses, amén de haber rebajado las peonadas para cobrar el PER de 35 días a 20. Ha llegado la hora de que algún partido político serio, como el de Rosa Díez, plantee ante la opinión pública nacional, el escándalo de los sindicatos. La voracidad para embolsarse subvenciones por parte de Toxo y Méndez carece de límites. Los trabajadores deben saber de qué cantidad se trata, en lugar de que sigamos moviéndonos en la nebulosa. Llegará el día, en fin, en que el Congreso de los Diputados apruebe una ley en la que se establecerá que sindicatos y partidos políticos no puedan efectuar otros gastos que los que sufraguen con las cuotas de sus afiliados. (El Imparcial)
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