miércoles, 23 de marzo de 2011

CATALANISMO POLÍTICO







EL CATALANISMO POLITICO NO QUIERE LA INDEPENDENCIA. QUIERE TOCAR LOS HUEVOS.

(PD).El periodista Salvador Sostres escribió el 22 de marzo en las páginas de El Mundo -Jodemos nosotros, 'president'- que el catalanismo político no desea en realidad la independencia, sino más bien, como declaró el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, estar enredando y amagando con una secesión que nunca tendrá lugar porque para eso hace falta un sostén económico que, ahora mismo, Cataluña no posee.

Detalla el articulista que:

El catalanismo político no quiere la independencia. Quiere tocar los huevos. Lo de la famosa pedagogía es tocar los huevos. Lo del catalán en el Senado y la farsa de los intérpretes es tocar los huevos. El catalanismo político es demasiado cobarde para hablar en serio y se conforma tocando los huevos, jodiendo con la pelota como el niño de la canción de Serrat, aunque la estrategia catalanista es más bien la de una esposa.

Sostres clarifica el ejemplo de la parienta de esta guisa:

El catalanismo político es tu esposa cuando estás viendo la tele y te empieza a decir que hay que hacer obras en el baño, que es lo mismo que reclamar la transferencia de Cercanías sin el presupuesto correspondiente; o que te estés comiendo un plato de macarrones al foie y te dice que tendrías que hacerte un análisis de sangre, que a su vez no es demasiado distinto a intentar hacer pasar por normal que en territorio español no se pueda estudiar en castellano. Si quiere la independencia, que luche por ella, muera por ella; pero, si no, que no joda la marrana, porque es evidente que, mientras esto sea España, no puede haber provincias de excepción. Y oye, no sé si me tengo o no que hacer un análisis de sangre, pero estoy cenando en Via Veneto, la vida es bella, estos macarrones al foie son un paraíso jugoso y no tienes por qué estropearme el momento. ¡Coño!

Añade el columnista que:

El catalanismo político es ese ir jodiendo poco a poco, causar toda la molestia posible, pero evitando a toda costa el conflicto. Ese insufrible goteo, ese reproche permanente, ese ruido como de máquina de cortar el césped que hacen las esposas cuando murmullan. No se entiende nada, pero al cabo de un rato de oírlo la cabeza está a punto de estallarte. España es España del mismo modo que nosotros vemos la tele. Y la pedagogía y el federalismo asimétrico es tocar los cojones, como ella cuando te jode la serie o el partido de fútbol.

Y por eso le espeta al ex presidente Jordi Pujol que:

No, president, España no va a jodernos. Usted jodió a España tanto como pudo. Jodió a España y jodió a Cataluña con su permanente y castradora tibieza, ambigüedad y cobardía. Perdimos la paciencia y la esperanza. Todos por igual: españoles y catalanes. Mientras tuvo el poder, lo usó para mantenerse en él y nada arriesgó, y todo en usted fue una parodia del héroe.

Cierto es que determinados partidos políticos catalanes de tendencia nacionalista no tienen los arrestos para tirar por la deriva independentista, pero hay otras formaciones como Esquerra Republicana o el que fuera el partido del ex presidente de Barcelona (hoy integrado en ERC), Joan Laporta, que sí se muestran favorables a la independencia -Laporta proclama la independencia y arremete contra ERC-.

Tampoco conviene olvidar que en diciembre de 2008 que Joan Tardá, diputado de Esquerra en el Congreso, deseó la muerte del Rey de España, Don Juan Carlos I, cuando en un acto de corte independentista grito lo de muerte al Borbón -Joan Tardà: "Viva la República, muerte al Borbón"-

En cambio, Convergencia i Unió, el partido de José Antonio Durán y Lleida, siempre está presto y dispuesto para apoyar, aunque sea pasivamente al presidente de turno en el Gobierno cuando éste no tiene mayoría absoluta, que es el caso de José Luis Rodríguez Zapatero, al que respaldó a mediados de 2010, vía abstención, con los recortes sociales (cheque bebé, congelación de las pensiones y recorte del 5% a los funcionarios) que el Ejecutivo tenía que sacar adelante -Zapatero salva el plan de ajuste por un voto gracias a la abstención de CiU, CC y UPN-


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EL CATALANISMO POLÍTICO.


Estoy casi completamente de acuerdo con Sostres en que el catalanismo quiere tocar los huevos más que la independencia. Pero el matiz es que lo que el catalanismo político quiere (y ha ejercido) es tocar los huevos con una mano y con la otra recibir los dineros y prebendas que estúpida y cobardemente han entregado los socialistas y populares.


Realmente, muchos ciudadanos estamos hasta los huevos de todos ellos.


Sebastián Urbina.

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