viernes, 13 de mayo de 2011

LA ESPAÑA ZP.





ASÍ ESTÁ LA ESPAÑA SOCIALISTA.

RESCATE FALLIDO.


Un año ha,comenzó la fiebre de los rescates con la "salvación" de Grecia. Esta afección seguía el modelo de las ayudas con dinero público a bancos de negocios americanos para evitar un riesgo que se bautizó con desprecio al diccionario como "sistémico". A una y otra orilla del Atlántico descubrimos que la solución a los problemas económicos no se encontraba en los principios de la economía, ciencia de los recursos escasos, ni en el respeto al estado de derecho que inventó la quiebra precisamente para salvar de una institución lo que fuera salvable, sino que el remedio era dispararle al problema con dinero público, es decir, o del contribuyente o aportado por naciones foráneas, y a término por el descendiente del contribuyente o de su vecino.

La estrategia ha fracasado.

El viernes pasado Der Spiegel anunció una reunión secreta de miembros del euro en Luxemburgo para hablar de la posibilidad de que Grecia, que necesita 60.000 millones suplementarios a los 110.000 que se planearon para reflotarlo hace un año, saliera del euro. Mientras los ministros lo desmentían a la bajada del avión, nadie les creía.

Ayer, Merkel advertida de las reticencias de británicos, fuera del euro pero implicados, holandeses y ahora finlandeses a aprobar más rescates mientras se dan los retoques al de Portugal, convocó una conferencia para tratar de la situación. Al tiempo, el presidente español anunciaba que no viajaría a Noruega a una tenida con colegas socialdemócratas, casi todos afectados por rescates varios, para concentrarse en reformas económicas. Una enésima huelga en Grecia se saldaba con violentos incidentes.

Es irrelevante que cualquiera con meras nociones económicas pensara que eso de prestar al que no puede devolver, origen por cierto de toda la crisis, era tan mala idea entre naciones como entre privados y que no evitaba el riesgo de contagio, sino que más bien era el mejor incentivo de más salvamentos in extremis. Pero no lo es que los acreedores lo hayan terminado de constatar y que hayan alcanzado, junto con Merkel, masa crítica en las negociaciones europeas.

Sólo quedan dos opciones: convertir al euro en una unión financiera no prevista en los tratados, con presupuestos de ingresos y gastos decididos en Bruselas –quebrando la democracia–, o adelantar, sacando del Euro a quien no pueda pagar pero sí contaminar al resto, la reforma prevista para 2013 en que las deudas son asumidas a riesgo y ventura del prestamista. Tremenda novedad.

El entorno se anuncia más claro de lo que parece: dracma y quiebra ordenada para el que no tenga el nivel del euro, con diabólicamente complejas medidas transitorias, y euro para los demás, siempre y cuando sean capaces de hacer algo más que reformas: lograr que funcionen y hagan, palabra mágica, crecer al país. Ya no se pone nota, ni dinero, por la voluntad, sólo por el acierto.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
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LA OBCECACIÓN FISCAL DE ZP.

El presidente del Gobierno sigue sin querer enterarse de qué va esta crisis, a pesar de que la Unión Europea ha vuelto a recordárselo este viernes al mostrar sus dudas acerca de que España vaya a ser capaz de cumplir sus compromisos de recorte del déficit público. Y es que esta crisis es, ante todo, una crisis fiscal porque, de la noche a la mañana, se han volatilizado ingentes cantidades de ingresos tributarios vinculados con la burbuja inmobiliaria que nunca más volverán.

Por ello, la estrategia para superarla no puede ser otra que la de aplicar una poda intensa en todas las partidas de gasto de todos los niveles de la Administración. Sin embargo, Zapatero, como buen socialista que es, cree en el Estado por encima de todas las cosas, y quiere también disponer de dinero para seguir haciendo de las suyas en los meses que le quedan al frente del Gobierno, se niega a hacer lo que hay que hacer. Lo vamos a tener que pagar muy caro, como prueba la evolución de la prima de riesgo de la deuda española.

Zapatero no se para a pensar que en España hay mucho gasto innecesario que se puede y se debe eliminar de un plumazo. Para él gasto público significa socialismo por principio y, por tanto, sigue obcecado con que el sector público gaste y gaste, por mucho que buena parte de esos pagos sean completamente inútiles. Su estrategia para superar la crisis fiscal no es otra que, por un lado, esperar a que la recuperación de las principales economías europeas tire de la actividad productiva en España.

Ya lo está haciendo, pero parte de esos beneficios se pierden como consecuencia de nuestra elevada dependencia del petróleo mientras la demanda interna sigue mostrando un encefalograma plano porque ni hay crédito ni se crea empleo. Por eso, el segundo eje en el que ZP quiere basar su estrategia es en impulsar, como sea, la creación de empleo. De ahí que convocase el jueves con urgencia a patronal y sindicatos a una cena en Moncloa para presionarles con el fin de que cierren cuanto antes un acuerdo sobre la negociación colectiva. El problema es que con ese acuerdo va a pasar lo mismo que con la reforma laboral: que como no se va a hacer lo que se tiene que hacer, apenas va a servir de nada. Y sin empleo, ni hay demanda interna, ni hay más recaudación tributaria.

Además, aunque la estrategia de ZP funcionara, ello no bastaría para cerrar la crisis fiscal. Esta deriva de un exceso de gasto financiado con los ingresos extraordinarios de la burbuja inmobiliaria, y éstos no volverán. La economía españolan tampoco va a ser capaz de aportar tanto dinero al Erario porque su crecimiento va a ser bastante débil y porque los salarios están bajando. Por ello, le guste o no a Zapatero, o empieza a recortar el gasto público por todas partes, o de esta no vamos a salir porque los mercados van a seguir elevando la prima de riesgo, poniendo a España en una situación cada vez más difícil. Y si no lo quiere hacer, que convoque elecciones el 23 de mayo en vez de condenarnos a otro año más de agonía. (Emilio J. González/ld)

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Mª. Benito 13/05/2011 09:46h Actualizado: 13/05/2011 12:26h

El mercado laboral español es "el más ineficiente e injusto de un país occidental" y es imprescindible, para salir de la actual crisis, acelerar la reforma del mismo, porque con una tasa de paro superior al 20% no puede haber recuperación económica, ni reducción del déficit o de la morosidad, según ha advertido hoy el miembro español del consejo del BCE, José Manuel González-Páramo.

Causa asombro que un país con una tasa de paro como el nuestro dilate tanto las negociaciones entre los agentes sociales y la actual situación va a provocar que "por el camino se quede una generación, que es, seguramente, por su formación y su capital humano, la mejor que ha tenido España", ha dicho durante un desayuno organizado por la sociedad de tasación Tinsa, en el que también ha insistido en que el otro fleco pendiente para resolver la crisis es concluir la reforma del sistema financiero. En este sentido, ha dicho que es bueno que ya se conozcan los plazos y que ya se hayan presentado los planes de capitalización de las entidades, ahora habrá que ver "el éxito con el que se va completando ese calendario".

El sector financiero debe, en opinión de González-Páramo limpiar cuanto antes sus balances, deshacerse de los pisos y del suelo que tiene, ya que no forman parte de su negocio central. Y cree que es fundamental que haya transparencia en las valoraciones de los activos: “La transparencia no tiene contraindicaciones". Es importante que se informe correctamente sobre cómo se hacen las valoraciones de los inmuebles y cada cuánto, para despejar las dudas de los inversores sobre las entidades financieras.

“Los test de estrés se han puesto de moda, pero deben ser una práctica regular y puntual”, ha comentado. También ha asegurado que “el valor de las pruebas de resistencia depende del rigor en las valoraciones de los activos, si no sabemos que los valores inmobiliarios son buenos, los stress test no sirven”.

Páramo ha hecho un repaso de la crisis que estalló en 2007 y que ha ido atravesando distintas fases hasta hoy y ha afirmado que aunque una vez puestas en marcha las diversas medidas que se han tomado, parece que nos hemos quedado con "el estallido de la burbuja inmobiliaria", pero asegura que el precio de los activos inmobiliario no es una de las causas directas de la crisis actual, si no su reflejo y que en su origen se encuentras, entre otras cosas, la sofisticación del sistema financiero, a las políticas monetarias laxas, a los “fallos tremendos” en la gobernanza de los bancos y a los fallos en algunos supervisores, “que ignoraron el problema”.

Páramo ha destacado que la salida de esta crisis es más compleja que la de otras anteriores debido a que, por un lado, hemos visto sofisticarse mucho el sistema financiero, lo que ha dado lugar a un altísimo apalancamiento y, por otro, ha habido un elemento nuevo: el “papel central que están jugando las familias”. Según el miembro del consejo del BCE, “el endeudamiento familiar en Estados Unidos y en Europa ha aumentado de forma extraordinaria y les ha hecho más vulnerables que en crisis anteriores”.

González Páramo ha querido destacar algunas lecciones aplicables al mercado inmobiliario tras la crisis. En primer lugar, considera que el sistema fiscal español no incentiva la venta, pero sí la compra, "lo cual sería muy deseable en momentos como ahora, cuando hace falta que los precios se estabilicen". Otro aspecto fundamental es la necesidad de "dinamizar el alquiler: sigue habiendo demasiada sobreprotección para el inquilino", por lo que el mercado "es más pequeño de lo que debería ser". Por eso, el economista ha subrayado que "es imperativo tomar en serio este asunto. (El Confidencial)



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