SOCIALISMO BANANERO

PROFUNDAS REFLEXIONES DEL SOCIALISMO BANANERO.

Y LAS MUJERES, NI TE CUENTO" (ld)

Sinde: al PP no le gusta la cultura porque "tocan mucho las pelotas"

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SOCIALISMO BANANERO Y DERECHA MELOSA.


Vivimos en un país agilipollado. Nada menos que una Ministra de Cultura se descuelga con una reflexión que la habrá dejado hecha unos zorros hasta las Navidades. La derecha no quiere cultura porque le gusta tocar las pelotas. Como lo oyen. Claro, no están acostumbrados a pensar y después de una profunda reflexión colapsan. Es la ventaja de ser socialistas. No hay que pensar.


En la foto pueden ver las pelotas que, día y noche, las mujeres del Partido Popular manosean arriba y abajo. ¡Venga tocar pelotas! Las mujeres de la derecha extrema son tan hábiles que hacen la comida con la mano izquierda y con la derecha tocan pelotas. Lo mismo si usan el ordenador. Con la mano izquierda usan el ordenador y con la mano derecha tocan pelotas. Y así todo el día. Y por la noche, prefiero no hablar.


Ya se habrán fijado que Esperanza Aguirre con la mano izquierda sostiene el altavoz y con la mano derecha le toca las pelotas al que tiene al lado. O sea, que la derecha es una tocapelotas.


Y ahora una reflexión, no tan profunda como la de los socialistas que son de aúpa. Este querido país, tan mierdoso él, se echaría a la yugular de un político del partido popular que se hubiese atrevido a decir que las mujeres socialistas se pasan el día tocando pelotas. Algunas con las dos manos.


No solamente el rojerío se hubiese echado a la yugular del político en cuestión, si es hombre, es que la propia derecha lo hubiese masacrado.


Os digo bien alto, que os den. País agilipollado y políticamente correcto. La izquierda lo es por derecho natural y la derecha por sumisión acomplejada a las profundas reflexiones de la izquierda.


¡Socorro, sáquenme de aquí!
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LAS 'PELOTAS' DE LA SEÑORA SINDE.


En un acto electoral celebrado en la mítica sala Galileo de Madrid, al que acudió para arropar al candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, Sinde ha manifestado que "las mujeres de la derecha se han beneficiado de los avances conseguidos por las mujeres de la izquierda", pero que éstas, "luego secuestran estos beneficios para disfrutarlos ellas y no las personas que cuidan a sus hijos".

Agregó que "a ellos (los populares) no les gustan las mujeres insumisas y mucho menos si son insumisas y de la cultura" porque "la gente de la cultura toca mucho las pelotas".

Por su parte, Jaime Lissavetzky, ha avanzado que una de las claves de su programa es la cultura, pero no de la "cultura escaparate", sino de la cultura distribuida por los barrios y distritos.

A la sala acudieron personajes como Oukalele, Carmen Posadas, Félix Grande, Tina Sáinz, Manuel Rico, Juana Salavert, Juana Vázquez, Luis de la Peña, Miguel Munárriz, Paula Izquierdo, José A. Martínez Soler, Antonio Gómez Rufo, Ricardo Cantalapiedra, José María Brunet e Ignacio Puig de la Bellacasa.

Ante ellos, Lissavetzky aseguró que "solo quiere ser alcalde de Madrid" y que la capital de España "es su destino", pero avisó que el que vote a Alberto Ruiz-Gallardón, "que sepa que vota a Ana Botella y en el supuesto supuestísimo" de que Gallardón se incorporara a la política nacional, "sería la alcaldesa".

Lissavetzky indicó que por estos motivos Ana Botella "es la alcaldesa oculta" y que "es democrático avisar lo que está en la calle", aunque "sería bueno que el señor Gallardón lo aclarara".

Durante su intervención, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, mostró su sorpresa por la numerosa asistencia de personajes de la cultura "a una hora en que no dan copas".

González-Sinde habló de escepticismo y desencanto con el que los ciudadanos se aproximan a la política y pidió "compromiso y significado".

"No es un momento para quedarse en casa esperando y pensar que el candidato no es un príncipe azul ni un candidato ideal", porque entre tanto "pasa el tiempo" y Rita Barberá en Valencia y Alberto Ruiz-Gallardón en Madrid "llevan muchos" dejando los puestos claves en organismos culturales "en manos lamentables".

Antes, "los paradigmas culturales de Madrid eran el Don Juan de Pérez-Puig o la estatua de la violetera", según la ministra, que aunque reconoció que mejoras, "el problema está en la raíz".

"La Noche en Blanco está muy bien, siempre que las demás noches no sean todas en negro y que no se cierren las bibliotecas", dijo Sinde y abogó por "elegir donde se utilizan los recursos".

A su juicio, "la política de espectáculos cuesta un riñón" y en estos momentos "estamos muy cerca de la diálisis".

Félix Grande, Premio Nacional de las Letras, tomó la palabra para anunciar que si gana las elecciones Jaime Lissavetzky "desaparecerán muchos bichillos de Madrid" a lo largo de la legislatura y que "si no puede ser en cuatro años, será en ocho".

"Los tiempos están muy inquietantes y hay mucha gente dispuesta a convencer a las conciencias colectivas de que si esto no se mueve hacia atrás, no se mueve", pero "por suerte, "Lissavetzky está empeñado en decir que se mueve".

Ana D'Atri, "número nueve" en las listas de Lissavetzky, aseguró que se presenta a Madrid "por amor" porque está "enamorada de Madrid" y para "quitarle la novia al PP". (La Razón digital).
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O SEA.

La gente de derechas (los machos) tienen hembras borregas. Mujeres incultas que sólo sirven para fregar. En cambio, los hombres (puestos al día) de izquierdas viven con mujeres libres, cultas e insumisas.

Por poner un ejemplo. El marido de Esperanza Aguirre está casado con Esperanza Aguirre, la cual es una borrega que sólo sirve para fregar. En cambio, macho alfa de izquierdas arrejuntao (porque eso de casarse es de derechas) con Leire Pajín, por poner un ejemplo, tiene una pareja (Leire Pajín) culta, libre e insumisa. No me sonría, por favor.

Rumores sin confirmar indican que la señora Sinde y sus pelotas están en 'Cuidados Intensivos' de uno de los horribles hospitales privados especuladores de Madrid. Le ha dado un calentón cerebral de izquierdas. Es el diagnóstico de entrada. Se la han tenido que llevar a cuestas mientras gritaba, con el puño al aire: ¡Que no me toquen las pelotas!
Seguiremos informando.