lunes, 11 de noviembre de 2013

ENSEÑANZA.



 

 

La enseñanza destruida.

( 28/06/2005, 09:54) El-Semanal.-Ernesto-Ladrón-de-Guevara. 

Acabo de leer el libro de Javier Orrico "La enseñanza destruida" (editorial Huerga y Fierro) y me voy a permitir el placer de recomendar su lectura a todo aquel que esté preocupado por la marcha de la educación en España.

Este ensayo es un análisis-diagnóstico demoledor del sistema educativo en España. Hace un repaso exhaustivo de los males que aquejan a la formación de nuestros escolares desde que se copiaron experiencias ya periclitadas de otras latitudes bajo el famoso enfoque teórico-pseudopedagógico de la "comprensividad". Y tomando como paradigma el igualar a todos bajo parámetros mínimos de aprendizaje. Es decir: que nadie sea tuerto en el país de los ciegos, sino que todos seamos ciegos; bajo una estúpida teoría igualatoria que supone que los más aptos tienen que adaptarse a los menos para que todos sean mediocres. 

Es una evidencia incontestable (informe PISA dixit) que los resultados educativos en España, producto de este sistema logsiano -que es el peor de la historia de la educación- son pésimos en relación al resto de los países del mundo civilizado. La pregunta es por qué se persiste en el error y por qué no se hace un diagnóstico de la salud de nuestro sistema educativo.

¿Interesa acaso que los ciudadanos españoles no brillen por su cultura, y que así no sean individuos críticos? ¿Interesa que las humanidades, que son los mimbres con los que se reviste la calidad de la ciudadanía, desaparezcan para aborregar al cuerpo social? ¿Interesa que España deje de tener un sistema educativo para pasar a tener diecisiete y así que abandone su condición de Estado? 

Como los politólogos saben, España tiene forma de Estado moderno desde 1839 porque consiguió dotarse de un sistema unitario en la educación y en los códigos jurídicos. Si la columna vertebral del Estado, que es el sistema educativo, desaparece, los profesores Green o Puelles Benítez, expertos en la materia, coincidirán probablemente conmigo en que el Estado dejará de ser tal. 

Concuerdo con Javier Orrico en casi todo, y sobre todo en que "la LOGSE, en fin, ha conseguido algo prodigioso: arrojar al basurero social a los alumnos que no quieren estudiar, apartándolos de una formación profesional que era su camino lógico; impedir que estudien los que sí quieren, al degradar los conocimientos, con lo que les resulta imposible competir con los hijos de las burguesías que se han ido a presión hacia los centros privados; amargar a los profesores de bachillerato, que ya saben que la enseñanza ha muerto; dividir y agraviar también al cuerpo de maestros; instaurar una dictadura psicopedagógica y burocrática..."

. Yo añado... y lo más sorprendente es que eso lo han producido unos que se dicen socialistas. (Sindicat de Professors de Secundaria) .

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Yo también añado algo. No es nada soprendente.

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