(ES UN LOCO PELIGROSO.
¡¡¡Marianooooooooooo!!!
¡¡¡No le des más dinero!!!)
La tournée que se ha marcado esta semana Artur Mas a las Américas para promocionar en la Gran Manzana su delirio separatista ha dejado perlas ridículas y sin fundamento. Por ejemplo, equiparar el 11-S con la Guerra de Sucesión de 1974, como hizo. También han sido bochornosas las declaraciones durante la gira de sus compañeros de ensueño independentista. El economista Xavier Sala i Martí, profesor en la Universidad de Columbia, donde Mas dio una conferencia, presentó a su colega como el mismísimo David de Goliat, fábula con la que comparó el independentismo.
El Govern ha vendido que los americanos entienden muy bien al president, pero que no comprenden que la Generalitat haya intentado todos los caminos y procedimientos posibles para pactar un referéndum con el Estado sobre la autodeterminación y le hayan sido bloqueados esos caminos e, incluso, se haya judicializado el tema solo por haber puesto urnas.
El especialista en política internacional Daniel Runde advierte en su artículo del “probable éxodo empresarial de las empresas multinacionales y españolas a otras regiones de España”. “Una potencial ruptura entre Cataluña y España no beneficia a EE UU, ni a Europa, ni a España, ni en él último término a Cataluña”, subraya. Además, dice que Mas está utilizando el proceso para conseguir prebendas del Gobierno español, y alerta de que ése “es un juego peligroso”. Asimismo, lo acusa de no haber sido “honrado” al presentar las consecuencias de la separación a sus votantes.
Señala que “uno de los problemas del radicalismo de los procesos revolucionarios es que suele haber al principio algún listillo que cree que puede manejar un proceso de este tipo, pero al final llegan los revolucionarios de verdad, los Robespierre, que son los que se quedan con la revolución y a éstos les dan la patada”.
Portero ve en Mas “un aprendiz de brujo, es un tipo muy mediocre, que no sabe con lo que está jugando, y está haciendo mucho daño a España y a Cataluña”. Hace hincapié en que el hecho de que “parte de España, por cierto la más rica, se quiera ir, no genera confianza a la hora de invertir en España, sino que conlleva que quien quiera hacerlo se lo piense cinco veces”. “Si a esto añadimos el efecto Podemos, desanima para lo que en este momento más nos interesa: la atracción de capitales”, añade.
Por otro lado, destaca que “en la medida en que esa gente no actúa con mucha inteligencia, no solamente se da la imagen de país que se fracciona, sino de unas clases dirigentes de muy poquita calidad, que tampoco ayuda”. Para Portero, uno de los problemas que hoy tiene España y Europa en su conjunto es que “las clases dirigentes no dan la talla, o dicho de otra manera: que el espacio político ha echado a los mejores, que se han refugiado en el mundo privado”.
Recuerda que “la Comisión Europea, en reiteradas ocasiones, ha avisado del coste que tendría para Cataluña el proceso de Artur Mas: la salida de la UE”, y que “hace unos días dijo que el representante de la Generalitat en Bruselas no es un interlocutor válido para ella”.
Asimismo, denuncia que la Generalitat “se gaste un millón de euros al año para intentar tener impacto en los medios internacionales a través del lobby internacional, Independent Diplomat”, con el efecto negativo que esto, además, conlleva.
Destaca que “de cara a la UE este discurso de la legitimidad de la calle por encima de las leyes asusta”, y que “no conoce a un solo inversor o empresario que esté esperando a que Cataluña sea independiente para invertir en Cataluña, sino que se irían”.
El político también hace hincapié en que el Gobierno catalán debe 340 millones de euros a las farmacias o 50 a las residencias pero, en cambio, su acción exterior proseparatista no entienda de crisis. Critica que “el gasto en embajadas en el exterior ha subido un 36 por ciento, cuando el año pasado ya lo doblaron” y advierte de que, según sus cálculos, el montante total solo en acción exterior supera los 30 millones.
Susana Beltrán, profesora de Derecho Internacional y vicepresidenta de la entidad, subraya que el president no tiene competencias para lanzar una hoja de ruta hacia la independencia y promocionarla y justificarla a nivel internacional. Indica que “no solo daña y afecta la soberanía de España, sino que está afectando a los ciudadanos, y desde un punto de vista de la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos es grave”.
Otro promotor de la plataforma, Juan Arza, resalta a este diario que “la internacionalización del conflicto (expresión que se copia del terrorismo vasco) es un objetivo fundamental para el nacionalismo catalán”.
“En primer lugar, por motivos estratégicos porque, por extravagante que parezca, creen que llegado el momento, la comunidad internacional obligaría al Estado español a negociar una salida política y pacífica para evitar problemas económicos o de otra índole. En segundo , por motivos que podríamos calificar como "psicológicos": una necesidad narcisista de sentirse reconocido que se refleja en la expresión "ens miren" (nos miran) que se convirtió en un lema de la propaganda independentista”, argumenta Arza.
También subraya que a esta estrategia se ha dedicado una cantidad considerable de recursos económicos y humanos, en detrimento de las verdaderas necesidades de los catalanes. Detalla que “se han contratado agencias de relaciones públicas y comunicación, como Independent Diplomat, se han creado oficinas de representación con objetivos políticos partidistas (y no de promoción económica), y se han creado estructuras de propaganda y lobby como Diplocat, que dan trabajo a muchos militantes”.
Arza pone de relieve que, pese a los esfuerzos del nacionalismo, hasta ahora, han fracasado estrepitosamente. A su juicio, “fuera de Cataluña el nacionalismo catalán no engaña a nadie porque la opinión pública internacional sabe que no existe un nacionalismo "bueno", e identifica rápidamente los intereses económicos y el aprovechamiento populista que hay detrás de las declaraciones grandilocuentes”.
También atribuye el fiasco a “que la mayoría de las personas que dirigen la acción exterior de independentismo son militantes fanáticos, sin experiencia, con una formación modesta, y carecen de capacidad de interlocución y de credibilidad”.
“Los ridículos se acumulan y lo único que se consigue es dañar la imagen de los catalanes y asociarla a un nacionalismo populista con un discurso anacrónico. No obstante, debe hacerse un seguimiento estrecho de esas actividades y contrarrestarlas en la medida de lo posible”, señala.
Al menos 10 líderes internacionales han dado a Mas con la puerta en las narices
en su frenético esfuerzo para conseguir aliados. Entre ellos la
canciller Angela Merkel, el presidente de la Comisión Europea
Jean-Claude Juncker; su predecesor en el cargo, José Manuel Durao
Barroso o la comisaria europea de Justicia y Derechos Fundamentales,
Viviane Reding, e incluso el Papa Francisco ha censurado a quienes intentan 'desmembrar' un país que hasta ahora 'ha estado junto'.
¡¡¡Marianooooooooooo!!!
¡¡¡No le des más dinero!!!)
Lo dice Florentino Portero
'Artur Mas da la imagen de un loquito fanatizado'
Rosalina Moreno
Sábado, 11. Abril 2015 - 16:31
Un
experto en política internacional, un político catalán y una plataforma
antiindependentista analizan en GACETA.ES la internacionalización del
delirio separatista del 'president'.
La tournée que se ha marcado esta semana Artur Mas a las Américas para promocionar en la Gran Manzana su delirio separatista ha dejado perlas ridículas y sin fundamento. Por ejemplo, equiparar el 11-S con la Guerra de Sucesión de 1974, como hizo. También han sido bochornosas las declaraciones durante la gira de sus compañeros de ensueño independentista. El economista Xavier Sala i Martí, profesor en la Universidad de Columbia, donde Mas dio una conferencia, presentó a su colega como el mismísimo David de Goliat, fábula con la que comparó el independentismo.
El Govern ha vendido que los americanos entienden muy bien al president, pero que no comprenden que la Generalitat haya intentado todos los caminos y procedimientos posibles para pactar un referéndum con el Estado sobre la autodeterminación y le hayan sido bloqueados esos caminos e, incluso, se haya judicializado el tema solo por haber puesto urnas.
"No ha sido honrado"
Lo cierto es que la realidad es bien distinta, a tenor de que Mas no haya sido recibido por ningún representante del Gobierno, el escaso eco que ha tenido en la prensa americana o las apenas 320 personas que congregó -según el propio Govern- en su conferencia Cataluña en la encrucijada. En cambio, las críticas le han llovido a diestro y siniestro como, por ejemplo, las de la revista norteamericana Forbes, que en su último número aniquila el sueño independentista del presidente de la Generalitat.El especialista en política internacional Daniel Runde advierte en su artículo del “probable éxodo empresarial de las empresas multinacionales y españolas a otras regiones de España”. “Una potencial ruptura entre Cataluña y España no beneficia a EE UU, ni a Europa, ni a España, ni en él último término a Cataluña”, subraya. Además, dice que Mas está utilizando el proceso para conseguir prebendas del Gobierno español, y alerta de que ése “es un juego peligroso”. Asimismo, lo acusa de no haber sido “honrado” al presentar las consecuencias de la separación a sus votantes.
"Un tipo mediocre, que no sabe con lo que juega"
Así es cómo ve al presidente catalán un especialista en política internacional del Center for Strategic and International Studies (CSIS). ¿Y para uno español? “La imagen que transmite Artur Mas es la de un loquito, la de una persona fanatizada que está tensionando de forma irresponsable y que, al final, como todo aprendiz de brujo, va a ser desbordado por los que de verdad son radicales”, afirma a GACETA.ES Florentino Portero, analista de política internacional y doctor en Historia Contemporánea.Señala que “uno de los problemas del radicalismo de los procesos revolucionarios es que suele haber al principio algún listillo que cree que puede manejar un proceso de este tipo, pero al final llegan los revolucionarios de verdad, los Robespierre, que son los que se quedan con la revolución y a éstos les dan la patada”.
Portero ve en Mas “un aprendiz de brujo, es un tipo muy mediocre, que no sabe con lo que está jugando, y está haciendo mucho daño a España y a Cataluña”. Hace hincapié en que el hecho de que “parte de España, por cierto la más rica, se quiera ir, no genera confianza a la hora de invertir en España, sino que conlleva que quien quiera hacerlo se lo piense cinco veces”. “Si a esto añadimos el efecto Podemos, desanima para lo que en este momento más nos interesa: la atracción de capitales”, añade.
Por otro lado, destaca que “en la medida en que esa gente no actúa con mucha inteligencia, no solamente se da la imagen de país que se fracciona, sino de unas clases dirigentes de muy poquita calidad, que tampoco ayuda”. Para Portero, uno de los problemas que hoy tiene España y Europa en su conjunto es que “las clases dirigentes no dan la talla, o dicho de otra manera: que el espacio político ha echado a los mejores, que se han refugiado en el mundo privado”.
"Lo único que internacionaliza es su ridículo"
¿Y cómo ve un político catalán el intento de Artur Mas de internacionalizar su delirio separatista? Para Juan Milián, diputado y portavoz de Acción Exterior del PPC, el president “lo único que internacionaliza es su ridículo porque no ha conseguido que ningún líder, ningún mandatario internacional, ni un pequeño Estado apoye este proceso, sino al contrario”.Recuerda que “la Comisión Europea, en reiteradas ocasiones, ha avisado del coste que tendría para Cataluña el proceso de Artur Mas: la salida de la UE”, y que “hace unos días dijo que el representante de la Generalitat en Bruselas no es un interlocutor válido para ella”.
Asimismo, denuncia que la Generalitat “se gaste un millón de euros al año para intentar tener impacto en los medios internacionales a través del lobby internacional, Independent Diplomat”, con el efecto negativo que esto, además, conlleva.
Destaca que “de cara a la UE este discurso de la legitimidad de la calle por encima de las leyes asusta”, y que “no conoce a un solo inversor o empresario que esté esperando a que Cataluña sea independiente para invertir en Cataluña, sino que se irían”.
El político también hace hincapié en que el Gobierno catalán debe 340 millones de euros a las farmacias o 50 a las residencias pero, en cambio, su acción exterior proseparatista no entienda de crisis. Critica que “el gasto en embajadas en el exterior ha subido un 36 por ciento, cuando el año pasado ya lo doblaron” y advierte de que, según sus cálculos, el montante total solo en acción exterior supera los 30 millones.
"Fuera de Cataluña no engaña a nadie"
Este diario también ha consultado a la plataforma antiindependentista Societat Civil Catalana qué piensa de la internacionacionalización del conflicto que hace Artur Mas.Susana Beltrán, profesora de Derecho Internacional y vicepresidenta de la entidad, subraya que el president no tiene competencias para lanzar una hoja de ruta hacia la independencia y promocionarla y justificarla a nivel internacional. Indica que “no solo daña y afecta la soberanía de España, sino que está afectando a los ciudadanos, y desde un punto de vista de la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos es grave”.
Otro promotor de la plataforma, Juan Arza, resalta a este diario que “la internacionalización del conflicto (expresión que se copia del terrorismo vasco) es un objetivo fundamental para el nacionalismo catalán”.
“En primer lugar, por motivos estratégicos porque, por extravagante que parezca, creen que llegado el momento, la comunidad internacional obligaría al Estado español a negociar una salida política y pacífica para evitar problemas económicos o de otra índole. En segundo , por motivos que podríamos calificar como "psicológicos": una necesidad narcisista de sentirse reconocido que se refleja en la expresión "ens miren" (nos miran) que se convirtió en un lema de la propaganda independentista”, argumenta Arza.
También subraya que a esta estrategia se ha dedicado una cantidad considerable de recursos económicos y humanos, en detrimento de las verdaderas necesidades de los catalanes. Detalla que “se han contratado agencias de relaciones públicas y comunicación, como Independent Diplomat, se han creado oficinas de representación con objetivos políticos partidistas (y no de promoción económica), y se han creado estructuras de propaganda y lobby como Diplocat, que dan trabajo a muchos militantes”.
Arza pone de relieve que, pese a los esfuerzos del nacionalismo, hasta ahora, han fracasado estrepitosamente. A su juicio, “fuera de Cataluña el nacionalismo catalán no engaña a nadie porque la opinión pública internacional sabe que no existe un nacionalismo "bueno", e identifica rápidamente los intereses económicos y el aprovechamiento populista que hay detrás de las declaraciones grandilocuentes”.
También atribuye el fiasco a “que la mayoría de las personas que dirigen la acción exterior de independentismo son militantes fanáticos, sin experiencia, con una formación modesta, y carecen de capacidad de interlocución y de credibilidad”.
“Los ridículos se acumulan y lo único que se consigue es dañar la imagen de los catalanes y asociarla a un nacionalismo populista con un discurso anacrónico. No obstante, debe hacerse un seguimiento estrecho de esas actividades y contrarrestarlas en la medida de lo posible”, señala.
Para ello, por ejemplo, Societat Civil Catalana
ha avanzado que tendrá “antena” en Washington, donde Cataluña tiene una
delegación, que explique la realidad catalana. Ya cuenta con una en
Bruselas, y tiene intención de abrir delegaciones en Berlín y París con
el objetivo de expandir internacionalmente la idea de que en Cataluña
hay personas que quieren continuar en España, para rebatir, mediante
acciones informativas, las medidas que la Generalitat emprende para
difundir el proceso soberanista.
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