miércoles, 1 de julio de 2015

PAYASOS (con perdón) PODEMITAS

 (Ya están los payasos- con perdón de los payasos- podemitas haciendo de las suyas.

 

Según insistentes rumores hay muchas rogativas para que permanezcan así hasta el final de la legislatura. 

 

Total, para lo que hay que oir.)

 

 

 

 

Numerito de Podemos en Madrid contra la Ley de Seguridad Ciudadana

Así han escenificado su rechazo los diputados regionales de Podemos en la Comunidad de Madrid a la Ley de Seguridad Ciudadana. (ld)



 LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA.


Las Cortes han aprobado la nueva ley de seguridad ciudadana. Cabe prever que si la próxima legislatura gobierna una nueva mayoría, la ley será de inmediato derogada. ¿Porque es una mala ley? En realidad, no: porque es una ley que se ha convertido en bandera de oposición al margen de su contenido literal. Y como en España no se legisla con sentido del Estado, sino con sentido de las vísceras, las leyes tienen el recorrido de un calentón

Sólo las leyes que la izquierda impone terminan haciéndose eternas: véase el caso del aborto, la educación o las uniones homosexuales. Las otras tienen fecha de caducidad. También si, como ocurre en este caso, han sido producto de un larguísimo debate y de infinitas correcciones venidas de todas partes, empezando por el Consejo General del Poder Judicial.

La nueva ley ha sido definida como “ley mordaza” por la oposición política y mediática. El virtuosismo de nuestra izquierda para la demagogia es proverbial, así como la incuria intelectual de los medios hegemónicos, de manera que esa etiqueta de “ley mordaza” ha pasado a ser de uso común (¡incluso se ha escuchado en bocas que la defendían!). ¿De verdad es una ley represiva? Nuestro periódico publica hoy suficientes claves para constatar que no lo es en absoluto.

 Incluso, en el trámite parlamentario, el Gobierno ha cedido en materias tan sensibles como los ultrajes a España, que finalmente no experimentarán modificación alguna (en España siempre se negocia con lo mismo: con España, precisamente). Las principales novedades del texto conciernen sobre todo a la seguridad en la vía pública y no tanto por desórdenes de tono político como por “botellones” y narcotráfico de menudeo. La intención de atribuir a la policía competencias que hasta ahora eran exclusivas de los jueces (en identificación y retención de ciudadanos, por ejemplo) queda muy pasada por agua. Pero como hay pocas cosas más baratas que protestar contra una ley que nadie se ha leído, podemos augurar que el eslogan de la “ley mordaza” seguirá vivo mucho tiempo aún. Por lo menos hasta las próximas elecciones generales.

En España hay territorios donde no existe libertad para educar a tu hijo en la lengua que tú quieras. En España hay territorios donde no hay libertad para rotular tu comercio. En España hay territorios donde no hay libertad para frecuentar ciertos barrios si tu opción política está mal vista. En España no hay libertad real para expresar puntos de vista “incorrectos” sobre materias como la homosexualidad o la familia. 

Nada de todo eso –y son sólo unos pocos ejemplos- se contempla en la nueva ley. Y por supuesto, nada de todo eso, que son limitaciones reales de la libertad personal, ha sido esgrimido por la oposición de izquierdas o separatista en este trance. Ahí la mordaza sigue bien firme. La mordaza que separatistas y socialistas fabricaron en su día y que nadie se atreve a levantar.

(La Gaceta)

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