Martes, 11-08-09 (ABC)
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, volvió a cometer el pasado sábado un acto de desinformación interesada que en cualquier «democracia real» sería inaceptable, diciendo que «quienes piden despido libre tienen contrato blindado». Veamos quién pide el despido libre y quién tiene el contrato blindado.
El señor Díaz Ferrán, presidente de la CEOE volvió a explicitar que la patronal no pide el despido libre. Desgranó las propuestas de reforma laboral, las mismas que las instituciones internacionales están clamando que España debe tomar. Pero es que además esas mismas medidas, ninguna de las cuales propone el despido libre, pero sí la implantación de un nuevo contrato para que con vistas al futuro se creen puestos fijos de trabajo, las han propuesto personas tan autorizadas en materia laboral, como apolíticas. Por ejemplo el Profesor Juan Antonio Sagardoy, en el Foro Arrupe del pasado mes de marzo, demostró con cifras que con la actual situación no se crearan puestos fijos; se seguirá reduciendo la productividad y seguiremos perdiendo competitividad. Por tanto nadie pide despido libre sino cambio estructural, sin perjuicio de los derechos adquiridos.
Más grave es la acusación de contrato blindado. Salvo error aquí el que tiene el contrato blindado es el señor Corbacho, que tiene garantizadas una serie de prebendas para el día que cese que cualquiera esperaría que en tiempos de crisis, igual que los sacerdotes renuncian a una parte de su sueldo, los ministros diesen ejemplo de lo mismo. El señor Díaz Ferrán tiene un mandato y es un empresario que se dedica a arriesgar su capital y. además, está elegido por un plazo fijo. ¡De blindado nada!
Por último ¿a qué conduce esta sistemática táctica del Gobierno y del PSOE de reiterar lo que no es cierto? ¿Por qué cuando hay una propuesta académicamente seria no se discute en vez de descalificarla?
En las páginas de ABC hace meses se dijo que la crisis de Estados Unidos se reduciría en V (es decir caída rápida y profunda y recuperación rápida); la Europea sería en U, es decir caída más lenta y recuperación más lenta y que nuestra crisis se resolverá en L, es decir caída rápida y recuperación a largo plazo. Los hechos están confirmando el diagnóstico. Obama y Trinchet, cada uno en su ámbito, lo han señalado en las últimas horas. Pero ¿estamos dedicando nosotros todos nuestros esfuerzos a intentar salir de está cada día más triste situación, donde el hambre está llevando a la gente a robar en los supermercados o los delitos menores están registrando una escalada?
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Son los éxitos del socialismo. Pero no hay peor sordo que el que no quiere oir. Y no le exonera de ninguna responsabilidad que reciba órdenes del experto en economía, Rodriguez Zapatero y sus asesores sindicalistas de UGT y Comisiones. Mentiras aparte.
Sebastián Urbina.
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