viernes, 10 de septiembre de 2010

PAYASOS CATALANES.


Día 10/09/2010 - 02.18h (ABC)

La enésima injerencia en las señas de identidad valencianas protagonizada por el tripartito que lidera el socialista José Montilla llega ahora en forma de página web. Un portal oficial de la Generalitat de Cataluña que se presenta como el contenedor de «todo lo que hay que saber sobre la cultura catalana» y que incluye multitud de alusiones a la Comunidad Valenciana, desde las Fallas a la Albufera, pasando por los grandes escritores valencianos o la isla de Tabarca.
La Conselleria de Cultura y Medios de Comunicación, de la que depende directamente el sitio, explica que los contenidos han sido determinados por un «comité de expertos», a los que no identifica, que han «decidido cuáles son los contenidos que ha de tratar el portal y se han encargado de verificar la información».

En este sentido, el sitio «culturcat.cat», lanzado este miércoles, difunde lo que considera como «conceptos básicos y necesarios para conocer la cultura catalana en su globalidad y con todo el rigor». Pese a ello, incluye en el apartado de escritores catalanes a destacadas figuras de la literatura nacidas en la Comunidad Valenciana como Ausias March (Gandía), Vicent Andrés Estellés (Burjasot) o San Vicente Ferrer (Valencia).

El portal oficial de la Generalitat de Cataluña incluye también un apartado sobre la «edición en los Países Catalanes» en el que hace referencia al «primer libro impreso en lengua catalana en Valencia, datado en 1474». El tripartito no muestra reparo alguno en acuñar en repetidas ocasiones un término, como el de «Países Catalanes», que vulnera el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y no tiene encaje en la Constitución.

Todo ello para apropiarse —bajo el epígrafe de cultura catalana— de grandes obras de la literatura como «Tirant lo Blanch», escrita en el siglo XV por el también valenciano Joanot Martorell.

Artes escénicas
El portal puesto en marcha por el Ejecutivo que preside José Montilla va más allá y alcanza áreas como las artes escénicas. La web atribuye como elementos de la cultura de los «Países Catalanes» dos entradas relativas a «El proceso de recuperación de la ópera en Valencia» y a «Los inicios de la ópera en Valencia».

Tras realizar un vasto repaso a los principales compositores valencianos de los últimos siglos y poner en valor la inauguración del Palau de les Arts en 2005, el portal entra de lleno en la controversia cuando afirma que resulta «difícil hablar de una tradición operística valenciana. El intento que se dio en la segunda mitad del siglo XX —sostiene la información de la web— se enfrenta con polémicas políticas y culturales, en particular alrededor de la lengua». En este punto, se hace alusión a que «las tensiones entre posturas secesionistas del valenciano y los que defienden la unidad del catalán no facilitan la situació».
En el apartado de festivales teatrales, el tripartito sitúa la Muestra de la localidad alicantina de Alcoy como «una de las referencias» del sector en los Países Catalanes.

Cultura popular
La web oficial de la Generalitat de Cataluña dedica un amplio apartado a la Cultura Popular. En el mismo, dentro del epígrafe de «Las fiestas del fuego», hace alusión literalmente a «las hogueras de final del invierno, cuando se quema una representación satirizada del mal común, en las fallas valencianas por San José». Las festiviades de San Antonio Abad, en las comarcas de Els Ports y el Maestrazgo, en la provincia de Castellón, también forman parte del catálogo. Con todo, la apropación de elementos propios de la Comunidad Valenciana va más allá del ámbito cultural.

«Accidentes» geográficos
En el epígrafe de Ciencia, la Generalitat de Cataluña sitúa a la isla de Tabarca y las Columbretes en el ámbito geográfico de los «Países Catalanes peninsulares», así como La Albufera de Valencia —para el que reclama una gestión y uso públicos— o el Parque Natural del Turia. El tripartito también incluye en este apartado, dentro de su particular concepción de Cataluña, a la Sierra Helada de Benidorm, el Montgó (en las comarcas alicantinas de la Marina), la Sierra Calderona (Valencia) o el Desierto de Las Palmas (Castellón). Todos ellos destacados entre los «Espacios naturales protegidos de los Países Catalanes».

La web oficial del Gobierno de Montilla explica que «los Países Catalanes abarcan un territorio relativamente pequeño, que no alcanza los 65.000 kilómetros cuadrados». Sin embargo, subraya que tienen «una diversidad y una riqueza gastronómicas extraordinaras». De hecho, el catálogo incluye la cocina valenciana, del que destaca que sus variedades de arroz son «infinitas». Con todo, aprovecha para criticar «la presión urbanística que ha empobrecido su famosa huerta». El tripartito tampoco pone reparos en tomar como propio el turrón que se elabora en Jijona.

La difusión, a escasas semanas de las elecciones catalanas, de esta web, que también está presente en redes sociales como Facebook o Twiter y se presenta en cinco idiomas, supone la culminación de una etapa marcada por las injerencias del tripartito. Una política en la que han destacado cuantiosas subvenciones a entidades afines para la difusión de la cultura catalana en la Comunidad Valenciana.
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NUESTROS ESCRITORES EXTRANJEROS.


Mi primera percepción del raquitismo cultural propiciado por el nacionalismo –de alta y baja intensidad– tuvo lugar en Galicia hace años. Fue cuando unos universitarios me miraron incrédulos tras mencionar yo, de pasada, que Valle-Inclán era natural de Arosa. "Ah, ¿pero era gallego?". Y tanto. Pero ni don Ramón ni otros literatos gallegos de primer orden figuran en el canon cultural oficialista. Con su exclusión, pagan el pecado de haber escrito su obra en la lengua de Cervantes.

Por idéntico motivo, aunque con mayor recochineo, una serie de autores catalanes viene sufriendo marginación. Ahora, esos reos de traición lingüística han aparecido en un listado del gobierno regional no como miembros del equipo local, sino en el banquillo de los escritores extranjeros residentes. Juan Marsé, que según tal clasificación bien podría ser británico, ha declarado que no le extraña y que, incluso, se siente honrado. Mejor fuera que en el rebaño de los elegidos por quienes retiran la condición de catalán al que no se expresa en lengua catalana. Pero el autor de "Últimas tardes con Teresa" tiene razón al no sorprenderse. La tradición catalanista exhibe, desde sus orígenes, el aborrecimiento del bilingüismo y ha tratado siempre como ajenos a la cultura de Cataluña a cuantos catalanes han escrito en español.

La relación entre la identidad y la lengua es, para el nacionalismo, tan absoluta que sólo quien hable y escriba en la vernácula puede ser considerado catalán, gallego o lo que corresponda. La "normalización lingüística" no es, por tanto, un medio para aprender un idioma, sino para aprender a ser catalán, gallego, etcétera. Y para dejar de ser español. Desde tales presupuestos, no hay convivencia posible y una lengua, la común, ha de desaparecer. Eso es, por cierto, lo que reclamaba la élite intelectual catalana en fecha tan temprana como 1977, cuando en una encuesta realizada por una revista cultural, se mostraba a favor de "liquidar" el fenómeno de los catalanes que se expresaran literariamente en español..

Quién les iba a decir a algunos de los partidarios de la "liquidación" que ellos también serían "liquidados". Y es que uno de los autores expulsados de la "literatura catalana" por la Generalitat es el difunto Manuel Vázquez Montalbán, quien tanto hiciera por legitimar el catalanismo entre los sectores castellanoparlantes de la izquierda. Ni Roma ni Reus pagan a traidores. (Cristina Losada/LD).


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Què ho sou de curts! "Països Catalans" pot ser un concepte tan bo i accetable com "Iberoamèrica". O no heu sentit a parlar mai de "cultura iberoamericana"? Idò qualsevol cosa que sigui feta en català és "cultura catalana".

Sebastián Urbina dijo...

Le he publicado su comentario, con insulto incluido, para que los demás vean lo tonto que es usted. O no se entera, o no se quiere enterar.

Anónimo dijo...

De què m'he d'enterar? Eh? Ja està bé de manipulacions i de xorrades. Per cert, no és un insult, és una realitat constatada.

Anónimo dijo...

Més curts que una màniga de guardapits!

Anónimo dijo...

Joanot Martorell era un cavaller valencià de nació catalana, segons el pròleg del Tirant lo Blanc.

Anónimo dijo...

Decir que se publica el comentario con insulto incluido es como nombrar la soga en casa del ahorcado.